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Dedicada a: VanesaZhang

«Mi sol está en tus ojos y mi luna en tus labios»

JongIn exhaló el humo de sus pulmones, preocupándole muy poco si era el octavo cigarrillo en fumar esa noche. De todas formas, para la vida que llevaba era muy probable que la muerte estuviera a la vuelta de la esquina esperando por él, mientras daba pequeños golpes sobre el suelo con su hoz y su huesuda mano se extendía a su persona, tratando de agarrarlo de la chaqueta y llevarlo a lo que muchos lo llaman el infierno. Para él, sería como su segunda casa.

Pateó el suelo y trató de cubrirse con el antebrazo de las luces de neón del letrero que colgaba en la marquesina de aquel burdel, del cual hace minutos había salido. Y no, él no fue a ver a las bailarinas hacer su show y ni mucho menos presenciar las obscenidades que se presentaban en cada mesa, cuando el cliente olvidaba la decencia en su casa y no esperaba para llegar a la habitación a hacer lo que quería con la bailarina elegida. Pero tratándose del barrio bajo, éstos actos no sorprendían a nadie.

Agitó el encendedor, acercándolo a su noveno cigarrillo y se preguntó si algunas de aquellas chicas habian llegado ahí porqué querían. Muchas de las que trabajaban ya estaban antes de que JongIn entrará en el negocio, y por más que en un principio tenia el ideal de salvarlas de la perdición, al final terminó contaminándose y disfrutando del dinero que ingresaba mes a mes. Lamentablemente, JongIn resultó ser más oscuro que todos lo que ya se encontraban metidos en el negocio.

Dio varios golpes a su reloj de muñeca y recordó lo que le habían dicho en la reunión.




💫




JongIn había entrado en el salón con su característica personalidad prepotente, mirando a todos por encima rebajándolos en un parpadeo. Se sentó en el sillón granate con las piernas abiertas y el encendedor jugando entre sus dedos. Sus aliados a los lados, tenían la expresión de preocupación impresas en sus rostros ya avejentados.

—Hablen —demandó, chasqueando los dedos para que le sirvieran una copa de ginebra.

Los presentes se miraron entre sí, y solo el más antiguo del clan se armó de valor para hablar.— Te van a matar.

—Dime algo que no sepa —gruño frustrad, dándoles una mirada de muerte. ¿Lo habían llamado de emergencia para sólo decirle lo que ya sabia?, era una completa estupidez perder tiempo en esto, cuando facilmente pudo seguir abrazado a JunMyeon.

—Esto es serio, los furia nocturna están más cerca de lo que creímos el mes pasado. Hace unos dias saquearon "Elixir" y por más que interrogamos a cada persona que estuvo esa noche, nadie dijo nada, y de hecho nadie sabe nada —exclamó MinSeok con una ligera línea adornando su frente, mientras sus ojos detonaban el miedo que estaba sintiendo. Y si el mayor se encontraba en ese estado, entonces JongIn debía preocuparse, por más que no quisiera atender asuntos  de la mafia a esa hora de la noche.

—Bien, lo solucionaré y todos volveremos a lo nuestro. Ahora si señores, buenas noches y disfruten de la velada. —dio por terminada la reunión con un golpe seco de su vaso contra la mesa. Guardó el encendedor en su chaqueta y salió de allí, antes de que en verdad pensara seriamente el asunto de «los furia nocturna».

MinSeok lo alcanzó a medio camino.

—Dejame ir, MinSeok —respondió sin parar de caminar, no necesitaba darse la vuelta para saber quien era, aquellos pasos los conocía cómo el peso de un arma cargada.

Aventura de una noche ↪KaiHo↩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora