Parte III Masacre

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Korn descendía por el ascensor con una bolsa de deporte. Junto a Virginia, vestida de mayoret. Otras veces ya se había fijado en ella. Pero esta vez vestida de mayoret, con su falda enseñando sus piernas y la ropa marcando sus grandes pechos, no pudo evitar romper el hielo, aunque sabía que él era ya un carroza y se le había pasado ya el arroz para una chica tan joven

-Que vas de fiesta.- Rompió el hielo Korn

-Hacemos un desfile por la ciudad por las fiestas. Y usted que hace.- Pregunto Virginia

Korn respondió lo primero que se le paso por la cabeza.

-Trabajo en un banco.

-Debe ser aburrido

-No creas siempre está el peligro de que te atraquen.

El ascensor llego a la plante calle y se despidieron, siguiendo cada uno su camino.

Korn se subió a su viejo coche y arranco, atravesando la ciudad, se detuvo frente al semáforo que quedo con Slam y este se subió al coche. Pararon frente al banco central y entraron, Slam desenfundo sus magnum 45, sujetando una con cada mano y disparo a las cámaras de seguridad, mientras Korn saco su escopeta recortada de la bolsa de deporte. El agente de Seguridad apunto con su arma a Korn. Era ya un hombre de edad avanzada y su meno temblaba.

-Suelta el arma o te curo el tembleque de un balazo.-Le dijo Korn.

El agente de seguridad soltó el arma y Korn la recogió guardándosela.

Slam apuntaba a una cajera a la cabeza.

-Dame las llaves de la caja fuerte.

Yo no las tengo.- Dijo llorando la cajera.

-Quien demonios tiene las llaves de la caja fuerte o le vuelo los sesos a esta tía.

Un empleado del banco levanto la mano.

Las tengo yo.-Dijo el empleado.

Slam dejo de apuntar a la cajera y apunto al hombre, fueron a la caja fuerte mientras Korn vigilaba a los rehenes la cajera que había sido apuntada con el arma en la cabeza, toco la alarma que iba a parar directamente a la policía

Mientras Slam cogía el dinero de la caja fuerte y lo ponía en las dos bolsa de deporte que llevaba a sus hombros

El y el empleado volvieron con los demás y se pudieron oír las sirenas de la policía, entonces los rehenes se amotinaron ante la puerta para evitar la fuga y que los cogiera la policía.

Slam y Korn amenazaron con disparar, pero los rehenes no les hicieron caso y cumplieron su promesa, dispararon entre ellos a una mujer embarazada en el vientre Y la mujer murió con trozos del feto desparramados por el suelo. Slam cogió el arma del agente de seguridad, que le había cogido antes porque se le había acabado la munición de la escopeta y siguió disparando hasta quedase sin balas a Slam le paso lo mismo y todavía quedaban rehenes que seguían empeñados en no dejarles pasar para que la policía los cogiera, las sirenas cada vez se oían más cerca. Slam y Korn, cruzaron sus miradas como si se leyeran el pensamiento el uno al otro sabiendo perfectamente lo que tenían que hacer tras haberse quedado sin munición. Bajaron el cuello de sus chaquetas de cuero y desenfundaron grandes machetes como los que se utilizan en la selva, se abrieron paso entre los rehenes a machetazo limpio, mutilándolos y matándolos, salpicándose de sangre. Hasta acabar con el último rehén, Enfundaron sus machetes y Salieron del banco subiendo al coche justo cuando varios coches de policía aparecían en la calle, lograron huir siendo perseguidos y tiroteados, Korn conducía y Slam cargo sus dos Magnum 45 con la munición que llevaba en la guantera, entonces de frente aparecieron más coches patrulla cortándoles el paso, giraron a la derecha y se encontraron con un desfile de mayorets. Korn pensó en que hacer en una fracción de segundo y acelero arrollándolos. La sangre salpico el parabrisas de tal forma, que Korn puso los limpiaparabrisas para poder ver, las ruedas aplastaban los cuerpos de las mayorets, Pudo ver la cara de Virginia su vecina y amor platónico y secreto con la que había tenido una conversación en el ascensor esa misma mañana, su cabeza se abrió al chocar contra el parabrisas y su cuerpo reventó bajo las ruedas.

La policía les cortaba el paso en ambos sentidos y giraron a la derecha metiéndose en la playa y parando en la orilla, Slam disparaba a la policía que acordono la zona Korn abrió el maletero del coche y cargo su escopeta recortada abriendo fuego. Habían quedado en ese lugar con un barco para darse la fuga, un petrolero llamado Fisher, pero lo que apareció fue una galera, los dos se extrañaron de semejante aparición, pero ya sin munición y acorralados por la policía, decidieron subir. La galera partió mar adentro y Korn hizo un corte de mangas a la policía, una vez a salvo, decidieron examinar aquel barco, pero lo que pudieron ver en el mar, fue la proa de un barco hundido, donde se podía leer Fisher, entonces donde demonios estaban se preguntaron, oyeron voces tras un mástil y decidieron ir a mirar.

Pudieron ver a la mujer embarazada, que le habían reventado a tiros el vientre, cosiendo el feto.

Mi hijito se pondré bien.- Repetía continuamente

.Al percatarse de la presencia de sus verdugos, les señalo con el dedo y les dijo.

Vosotros habéis matado a mi hijito, bienvenidos al infierno.

Al instante se vieron rodeados por sus víctimas del banco, convertidos en muertos vivientes, Slam que se lio a repartir machetazos a diestro y siniestro pero de nada le sirvió, le arrancaron las piernas y los brazos muriendo desangrando, Korn descendió hacia el camarote del barco y pudo ver a las mayorets ir hacia él, desenfundo su machete y empezó a cortarlas, pero lograron tirarlo al suelo y abrirle el pecho con las manos, arrancándole las vísceras y comiéndoselas.


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