Parte V: Lo Ultimo Que Verán Tus Ojos

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Vagaba por las calles, como un alma en pena manteniéndome invisible y buscando entre la multitud, quien me vería por unos segundos, porque yo seria lo último que verían sus ojos. Finalmente la encontré, era una joven de larga melena pelirroja, estaba cruzando la carretera,, se quedo petrificada de horror ante mi aparición, el semáforo se puso en rojo para los peatones y ella no reacciono, un coche la atropello causándole la muerte, me arrodille frente a ella, acariciándole las frías mejillas y besando sus fríos labios, me gusta sentir el frio que la muerte deja en los cuerpos.

Volví al inframundo, exactamente a la morada de los muertos, donde se encontraban las almas de los cuerpos que habían fallecido.

Al día siguiente volví a vagar por las calles de la ciudad, me aparecí frente al conductor de un camión que llevaba productos inflamables, cambio de carril bruscamente, para esquivar mi espantosa aparición, metiéndose en dirección contraria, por donde circulaba un autobús escolar, atravesando la carrocería del autobús como si fuera un fantasma, el conductor no daba crédito a sus ojos y yo recorría el autobús mirando a los niños que gritaban de horror ante mi presencia. Fue entonces cuando el camión que transportaba productos inflamables colisiono contra el autobús escolar, hubo una gran explosión y los dos vehículos se convirtieron en un infierno de fuego donde no hubo supervivientes.

Podéis pensar que soy cruel, pero lo único que hago es que se cumpla vuestro destino final escrito en las estrellas, y no soy yo quien lo escribo. Tarde o temprano me apareceré ante ti, porque estamos destinados a encontrarnos, yo soy la muerte y seré lo último que tus ojos verán, antes de que bese tus fríos labios y tu alma vaya a la morada de los muertos.

Historias NekroromanticasWhere stories live. Discover now