Capítulo 5

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CAPÍTULO 5

Al día siguiente no me presenté a la escuela (¡vaya constancia!), pero desearía haberlo hecho. Ese fue uno de los peores días de mi vida. Mi madre quería que Will fuera a ver al muchacho de nariz destrozada para pedirle una disculpa y todo eso. Yo nunca entendí que tenía que ver yo ahí.

Me senté en la sala de espera, mientras que mi madre y Will se metían al cuarto del chico. Saqué de un pequeño bolso mi móvil, que había vibrado. Era Ned.

"¿Por qué me has abandondonado en la escuela?"

Lo leí y me reí. Le contesté:

"¿Cómo diablos has conseguido mi número de teléfono?"

No tardó mucho en contestar.

"Alice".

"Dile que le voy a romper los dientes si le da mi teléfono a desconocidos."

"¿Soy un desconocido para ti?" Y puso una carita triste. No supe que contestar. De cualquier manera, volvió a mandarme otro mensaje. "¡Inglés no es la única clase en la que nos toca juntos!"

"¿Y qué hago? ¿Te aplaudo?".

"Que humor. Voy a pedir cambio de clase".

"Anda, ve y hazlo".

"Nada te da gusto"

"¡Pon atención a tus clases en lugar de dármela a mi!"

"No. Mis clases no son importantes". Me ruboricé.

"¿Soy importante para ti?"

"No" y una carita malvada. "Bueno, me voy. El profe Carlos anda molestando. Suerte. Adiós".

Releí la conversación unas mil veces antes de que mi hermano y mi madre salieran de ver al chico. Venían discutiendo, para variar. Me levanté y salimos de la sala de espera, hacia el patio principal, donde no había pasto, solo pavimento.

-No quiero volver a oír que te peleas- decía mi madre-. No más.

-¡¿QUIERES QUE ME PARTAN LA CABEZA O QUÉ?! ¡Se racional, mujer! ¡No voy a permitir que me desarmen a golpes! ¡Yo puedo defenderme!- gritaba Will. Se sentía su odio en las palabras.

-¡No me grites!- le dio una bofetada que hasta a mí me dolió-. ¡Si te vuelves a pelear no vivirás más bajo mi techo!

-¡CRÉEME QUE SI NO FUERA POR LIZA YO YA ME HABRÍA IDO DE TU PUTA CASA, ANCIANA!

-¡QUE NO ME GRITES!- le dio otra bofetada. Eso que le había dicho mi hermano me había hecho sentir feliz, pero al mismo tiempo, me entristecía. Creo que Will había cargado toda la vida con el odio de mi madre a mi padre-. ¡Además, puedo cuidar de mi hija yo sola!

-¡MAMÁ, NO DIGAS ESTUPIDECES! ¡HE ESTADO HACIENDO EL PAPEL DEL PADRE SÓLO PORQUE TU NO PUEDES! ¡SOLO TIENES OJOS PARA EL IMBÉCIL Y BUENO PARA NADA DE MAXIMILLIANO Y NO TE DAS CUENTA DE QUE NOS ESTÁS HACIENDO A UN LADO! ¡DESPIERTA DE TU MALDITA PESADILLA! ¡¿CUÁNDO LE VAS A DECIR A LIZA QUE SU PADRE NOS ABANDONÓ POR TU CULPA?!

Se detuvo un instante. Me miró, con lágrimas en los ojos. ¿Mi papá nos había abandonado por culpa de mi madre? Mi odio hacia esa mujer aumentó.

-Lo siento, Liza -dijo Will y derramando lágrimas, se fue.

-¿A donde crees que vas? -gritaba mi madre-. ¡Ven aquí muchacho!

Apenas escuchaba todo. La noticia me había impactado. Me sentí de lo peor. Quise vomitarle en la cara a mi madre.

-Perdona, Liza. No debías escuchar eso...-empezó mi madre.

-¡¿CUÁNTO TIEMPO MÁS ME LO IBAS A ESCONDER?!- mis lágrimas inundaron mis ojos. Miré con odio a la mujer que me había progenitado.

Segundos del MinutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora