Epílogo

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Todos invitaron a todos a esa boda. Absolutamente todos fueron, incluso Frank y Gerard, todos fueron.

—No puedo creer que este día finalmente llegó. —dijo Patrick.

—Deja tu sarcasmo y ayuda a calmar a tu madre.

—Parece que Meagan parece más nerviosa que tú. —dijo Brendon.

—Cállate, no es cierto. El vestido está precioso... —dijo Meagan.

—Tú me ayudaste a elegirlo. Ay, no puedo creer que esto esté pasando...

—No, no llores... tu maquillaje se va a arruinar...

—Ay, ya, ya... es hora de entrar.

—Viva,  tirar arroz...

Las puertas de la iglesia se abrieron. Patrick entró primero, le siguió Meagan y luego Brendon.

Finalmente entró la novia con sus damas de honor.

Los chicos se fueron a sentar a sus puestos y empezó la ceremonia de como 84 años.

Todo fue muy bonito, los votos, los discursos... todo.

Todos comieron más de su propio peso, bailaron hasta romperse los pies, después siguieron comiendo.

El ramo lo atrapó la cara de Alex porque la mamá de Patrick lo lanzó con mucha fuerza.

Era una noche maravillosa, la luna estaba llena, las olas sonaban, Pete y Patrick salieron a dar un paseo, Dallon y Brendon se quedaron bailando, Gerard y Frank comiendo...

—Oye, Alex... ¿quieres dar un paseo por la playa?

—Bueno... pero si me caigo verifica que siga vivo.

—Bueno. —Jack se rió.

Salieron a caminar de la mano a la orilla de la playa.

—¿Como lo pásate hoy?

—Bien, fue divertido... creo que jamás había comido tanto.

—Sí, yo también.

—Es muy linda esta playa... me gusta.

—Sí, creo que fue buena elección.

Ambos suspiraron y siguieron caminando en silencio.

Jack se puso a recordar el día en el que vio a Alex por primera vez, cuando hablaron, cuando le tuvo que dar un beso porque Pete lo obligó. Cuando lo hicieron en el baño y la vez que se quedaron hablando toda una hora de su vida. Jamás había sentido una conexión así con una persona, recordaba que estaba siempre a la defensiva, que tenía mala reputación, que se creía en niño popular... pero cambió todo. Quizá cambiar por una persona estaba mal, pero Alex lo hizo mejorar.

Tal vez sonaba como un mal cliché, pero se sentía bonito.

—Oye, Alex...

—Dime.

—Sabes. Cuando te vi, no me caíste bien. Cuando te vi yo era un completo idiota, tenía el cerebro apagado o algo. Y pues... me acuerdo tan bien de esa charla que tuvimos en el baño... jamás había hablado así con alguien. Jamás me había abierto así a una persona, jamás había sentido tal conexión.

—Aw... y yo. Fuiste uno de mis primeros amigos.

—Mh... y pues... hace tanto que yo... te amo tanto...

—Yo también te amo.

—Y he querido decirte esto desde siempre y lo confirmé cuando... estaba contigo en el hospital tomando tu mano, después de ese... incidente. Sentí que esa mano tenía que ser mía, que tú debías ser mío. Y... en realidad no me puedo ver sin ti. Me fui a la súper mierda cuando no estaba contigo... y estaba muy en la mierda antes de conocerte... de nos ser por ti, quizá seguiría siendo un imbécil.

—Quizá. —Alex se rió.

—Pues... he querido hacerte esta pregunta desde hace mucho y... pues bueno. —Jack tomó las manos de Alex y se detuvo.

—Jack... qué...

—Alex... tú... ¿te casarías conmigo?

The M.I.L.F.  [Peterick/Frerard/Brallon/Jalex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora