Capítulo 1 °^°

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Nunca te has preguntado qué es lo que habría sucedido de haber sido distinta la historia.

Si es así tengo el deber de informarte que puede que esta sea tu historia.

Tsunayoshi es un pequeño niño el cual no tenía los mejores padres del mundo, estos nunca se habían tomado el trabajo de educarlo o de cuidarlo... más bien siempre lo trataron como un objeto. Así fue hasta que a los 10 años estos se enteraron que este era un Omega, a partir de ese momento no solo lo maltratan psicológicamente sino que también lo agredían físicamente... él nunca pudo llegar a comprender el porqué de lo que hacían... él siempre se comportaba bien y no molestaba a nadie, no tenían razón válida para hacer lo que hacían.

Un día su padre llego borracho a la casa y decidió que era una buena idea golpear a su hijo siendo el un Alfa, la situación se había vuelto peligrosa y el futuro del pequeño castaño era incierto, a este paso nadie sabía que podría llegar a suceder. Tsuna ya se había resignado a hacer algo, lo único que deseaba era que todo esto terminara de una vez y por fin acabara ese infierno.

Repentinamente se escuchó la puerta ser derribada, un hombre alto de cabellos azabaches y patillas rizadas había entrado a la casa, este portaba una peculiar arma la cual rápidamente apunto a la mujer que había intentado de dispararle mientras que no estaba viendo... el Alfa rubio al ver lo que este había hecho a su mujer se lanzó en un ataque de ira a intentar de matarlo, inútil ya que el Hitman se movió con gracia divina esquivándolo y disparándole tanto a brazos como a piernas para que no se pudiera mover.

-¿POR QUÉ?... ¿COMO TE ATREVISTE A HACERLE ESTO A MI ESPOSA?- grito realmente enfurecido el Alfa rubio que se encontraba en el suelo inmóvil.

-¿por qué?... eso es lo que yo debería decir, ¿Cómo te atreves a traicionar a Vongola?... ¿es que acaso creías que no nos enteraríamos de lo que hiciste?- con una envidiable calma respondió el azabache el cual portaba una retorcida sonrisa en su rostro, sus ojos denotaban frialdad e indiferencia.

-MUERETE DESGRACIADO- con una gran amargura e ira en su voz, fue como salieron las últimas palabras del padre del castaño.

Una vez el Hitman dio el pase hacia el otro mundo al traidor de la Vongola, noto que en una esquina se encontraba un pequeño castaño con lágrimas en sus ojos... este parecía haber sido golpeado, a paso lento se acercó a este pequeño el cual parecía no temerle a pesar de todo.

-¿Quién eres tú?... ¿me mataras a mí también?- con una gran inocencia en sus ojos caramelo el niño pregunto, estaba tranquilo ya que esta persona a pesar de todo lo había salvado de ese infierno.

El azabache no respondió inmediatamente, primero antes de responder se agacho a la altura del niño el cual se encontraba en el piso y lentamente acerco su mano a la mejilla de este la cual estaba inflamada debido al golpe que su padre le había dado, poco a poco fue observando, noto que tanto en sus brazos como piernas y demás partes del cuerpo de este se encontraban moretones y lastimaduras y puede que hasta quemaduras... el Hitman al notar esto sintió como una gran ira recorría cada parte de su cuerpo. En este preciso momento simplemente tenía ganas de haberlo hecho sufrir más antes de matar a ese desgraciado, hubiera deseado poder torturarlo para que aprenda al menos lo que es el sufrimiento.

-No, he venido hasta aquí a salvarte- Por primera vez en su vida talvez, había hecho una sonrisa sincera... el pequeño castaño miro fijamente a los ojos azabaches de este y le regalo una sonrisa tan brillante y hermosa que el Hitman podía asegurar que no podría olvidarla sin importar que.

El de patillas rizadas le extendió la mano para que el oji-miel se pudiese levantar y así tomarlo para llevarlo como princesa fuera de ese infierno... con elegancia digna del mejor Hitman del mundo llevo al pequeño hacia el coche que se encontraba fuera, lo sentó en el asiento del copiloto y como si de cristal estuviese hecho le abrocho el cinturón para luego rápidamente entrar al auto y conducir lejos de esa casa de una vez por todas.

El silencio inundaba el ambiente, pero se trataba de un silencio agradable... por primera vez en mucho tiempo el pequeño pudo descansar sin tener miedo a ello, con una pacífica sonrisa se marchó al mundo de los sueños.

Unos minutos más tarde ya habían llegado al hotel en el que se había hospedado, una vez dentro de su cuarto dejo al pequeño sobre la cama, y salió a hacer una llamada.

-Reborn amigo, ¿Cómo fue todo?- El noveno atendió la llamada rápidamente, su voz se escuchaba un tanto caída.

-Nono, la misión esta completada... pero debo informar algo- El tema era serio, el Hitman lo dejo en claro debido a la forma en la que lo dijo.

-...¿Qué es lo que ha sucedido?...- La respuesta del noveno fue rápida y certera, claramente quería saber que era tan importante como para que Reborn lo dijese de esa manera.

-parece ser que tienes un nieto, y este ha estado siendo maltratado por los Sawada... una vez complete la misión lo encontré en una esquina de la casa golpeado, el muy desgraciado de Iemitsu lo había estado golpeando todo este tiempo- Para sorpresa de nono el Hitman había mostrado un sentimiento impropio de él, la ira... era clásico del azabache el ser neutral en todo... pero claramente no solo le impresiono el comportamiento de su viejo amigo, sino que también el saber que tenía un nieto... en ningún momento había sido informado de esto, Iemitsu había sido un mal hombre... a pesar de ser su hijo ya no podía perdonarle más cosas, no debía.

-¿do... donde esta?, ¿se... encuentra bien?- a pesar de estar consciente de que no debía mostrar sus sentimientos, habían sido muchas emociones en un solo día, su hijo acababa de morir a su pedido y se acaba enterar que tiene un nieto el cual podría haber salvado hace tiempo... sentía algo así como una mescla entre impotencia, tristeza e ira.

-Sí, se encuentra bien... está durmiendo en mi cuarto, estaba muy cansado, parecía no haber dormido en mucho tiempo, también se encontraba muy golpeado... mañana mismo iremos a Italia- La respuesta del azabache fue en el mismo tono neutro que tenía en un principio, había logrado calmarse, ya no podía hacer nada... al menos tiene la dicha de saber que fue el que lo mato.

-gracias amigo... avísame a qué hora vienen mañana, por favor mantente en contacto... confió en que lo cuides- A pesar de aun escucharse con la voz un tanto quebrada, se podía notar que el saber que pronto iba a poder ver a su nieto lo había relajado un poco.

...

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Y bueno así es como comienza la historia, y como siempre tengo como 9 historias sin terminar y que hago... agrego una más a la lista, lo que pasa es que se me ocurre la idea y solo escribo >v<.

Bueno realmente no tengo mucho que decir aparte de que espero que les guste y que voy a desaprobar ingles XD.

También perdón si es que no subo capítulos de las otras es que esta la escribí en clase con la portátil y bueno, las otras necesito mas concentración y un lugar en donde los de mi alrededor no miren lo que escribo  °^°

Gracias a todos los que leen, comentan y votan me despido.

Bye~ >w<

Nadii1827

En manos de mi sádico Hitman - R27 OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora