El felino

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Una vez más me encuentro solo en mi habitación sin nada mejor que hacer más que simplemente ver por esa ventana el atardecer. Solo sin nada más que hacer, sin nada más que perder, solo como siempre lo he estado desde que yo era pequeño, nunca tuve tiempo para pasar con otras personas más que conmigo mismo, siempre fui muy independiente y salí adelante por mí mismo, nadie puso cuidado por mí, yo siempre vi sólo por mi y nunca veía por nadie que no fuera yo.

Si tan sólo hubiera sido capaz de disfrutar más todos esos momentos de cuando aún era un adolescente quizás ahora no estaría solo, observando por ésta ventana el atardecer y debajo a las personas que son felices, caminando con su familia, amigos o pareja. Podría haber acaso alguien más desdichado que yo, sólo en mi casa en éste apartamento tan grande en el que hace falta que alguien más éste aquí para llenarlo, yo sólo en éste lugar, es tan terrible.

Si tan sólo encontrara a una persona que estuviera conmigo, que me acompañara en mis preocupaciones y me entendiera; con eso yo sería capaz de ser feliz.

Una lágrima salió de mi ojo derecho y sin percatarme comencé a derramar lágrimas.

Vaya, que patético de mi parte a mis veinticinco años y llorando por algo de lo cual yo tuve la culpa de hacer.

El ocaso comenzó y el sol poco a poco comenzaba a ocultarse tras unos edificios. En la ciudad ya no se puede apreciar el paisaje del sol ocultándose tras unas montañas. Una vez que el sol se ocultó por completo sólo me abrace y me acurruqué sobre mi regazo solo en una habitación totalmente oscura.

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El panorama que se observaba en la alcantarilla era demasiado pesado; algo corría desesperadamente a través de ella era como un animal, tras él iba otra cosa más, algo que sonaba más peligroso.

— ¡Ven aquí, desgraciado! — sonó una voz demasiado fuerte a través de los túneles de las cloacas. Acompañado de la voz se pudo apreciar una fuerte explosión que hizo que en la superficie se hiciera un gran escándalo por parte de los residentes que se hallaban bajo la sección de ésas cloacas. Entonces el otro "algo" salió de las cloacas por medio de una alcantarilla aprovechando el gran escándalo que se había hecho por la explosión previamente hecha, una vez salido a la calle se pudo apreciar la figura de ése algo, era como un especie de felino, sus orejas y su cola lo delataban, sobresalía mucho del resto de la población; antes de que alguien se percatara de su presencia se fue rápidamente hacia un callejón allí se recargó contra la pared, como estaba gravemente herido no tenía energías para continuar corriendo, pero debía hacerlo ya que alcanzó a escuchar a alguien que observó a algo en el lugar donde él estaba, pero ya no había más salidas, sólo lo único que le quedaba era entrar a una casa ajena.

Observó que en la pared de frente estaban las escaleras para subir hacia la azotea del edificio, observó que había una ventana abierta en el tercer piso, subió rápidamente por las escaleras, éstas estaban un poco lejanas de la ventana por la cual quería entrar y tenía pocas fuerzas como para hacer un salto hacia allá, pero lo intentaría.

Saltó hacia la ventana abierta por poco no logra sujetarse de los bordes de la ventana. Entró rápidamente ya que alguien ahí estaba bajo él buscando.

Entró dispuesto a enfrentarse a quien sea a pesar de que estaba demasiado herido.

Era un departamento casi vacío estaba sobre una cama demasiado cómoda y no se había dado cuenta de que en ella estaba un sujeto, que parecía que había llorado toda la tarde. Dormía intranquilamente, pero su linda apariencia durmiendo hizo que el felino se sonrojara, después con su olfato percibió un olor demasiado rico proveniente del sujeto que dormía, comenzó a olfatearlo como si se tratara de comida.

Cuando despierteWhere stories live. Discover now