~I want to be a nerd~

Cambios

Yo estaba mal, muy mal.

Simplemente, las personas aparentaban lo que no eran, no podía confiar en nadie, todos me defraudaban, yo tenía que hacerme fuerte.

Me sentía como un gran trozo de mierda. No podía ser yo misma, sentía que si me hacía ver como era, todos me criticarían a mis espaldas. 

Mis sentimientos eran muy confusos, ni yo sabía lo que sentía realmente.

Después de un verano de cambios, en el que modifiqué mi cabello, el cual ahora era castaño claro y estaba mucho más corto que antes, cambié mi forma de vestir a una más formal, también ahora me arreglaba más, hice nuevas amistades con personas estudiosas y sobre todo, después de un verano de duro trabajo estudiando. ¡Lo conseguí!

Pasé de ser esa persona que no es popular pero que no era nerd, a ser una nerd, pero iba a ser diferente a las demás, iba a ser una nerd fuerte, bonita y un poco social.

No quería ser como el anterior año, por dios, tenía dieciséis años y nunca había besado a alguien.

Tenía que arriesgar, pero siendo una nerd.

Esto solo comenzaba.

Día 1: primer día de clases.

Hoy estaba emocionada, quería experimentar cosas nuevas, así que nada más sonó el despertador, me arreglé cogí mis cosas y me fui a clase en mi auto. Mi precioso auto nuevo, era simple y de un gris reluciente.

En cuanto llegué, me estacioné, baje del auto y entre a clase.

Primera clase, historia.

Me senté en medio de la clase, ni muy delante ni muy detrás. 

-Buenos días alumnos, mi nombre es Olga, y este año les daré historia- dijo la profesora entrando y cerrando la puerta según entraba.

-Hoy solo hablaremos de las norm...- la profesora fue interrumpida por la puerta.

Y entonces entró el.

Jordan Smith, mi crush desde tercer curso.

Era tan malditamente perfecto...

Me le quedé mirando, por un segundo, esos ojos verdes conectaron con los mios, juro que se me paró el corazón.

Ojos verdes, mi debilidad- pensé.

-Señor Smith, primera y última vez que le permito llegar tarde a clase, siéntese por favor.

El resto de clases pasaron de lo más normal, ahora me encontraba saliendo del instituto.

Y como cosa del destino, me encontré a Jordan de frente. Venía sonriente caminando hacia mi.

Oh dios mio, esa sonrisa de mujeriego, algo iba a pasar, lo presentía.

-Hola- me dijo cuando estaba frente a mí.

-Hola.

-¿Por qué me miras así?- dijo mirandome a los ojos fijamente y sin parar de sonreir.

Es ahora o nunca- pensé.

-Porque me gustas- le sonreí y me fui a mi auto.

Él solo se quedó ahí sonriedo.

Conduje hasta casa, una vez allí, almorcé, repasé lo que había aprendido hoy e hice los deberes. Luego, a eso de las cinco de la tarde me fui a entrenar.

Este año también quería estar en forma, así que decidí que apuntarme a boxeo sería buena idea, y definitivamente, si lo es.

Cuando llegué a casa mi móvil sonó con el tono de llamada.

Número desconocido, que raro- pensé.

Lo cogí, quizás era algo importante.