Mysterious Lands

Capítulo 3

No aterrizaron muy lejos de la aldea.Se materializaron dentro de una pequeña gruta que había en la frontera entre el Bosque de Eryvorn y el prado que llevaba a la villa. Tauriel estaba desconcertado. No sabía ni donde estaba ni con quien estaba. Al ver a Fafnir, se asustó y retrocedió rápidamente.

-¿Quién eres?-. preguntó Tauriel, inquieto.

Fafnir le dedicó una sonrisa y le contestó:

-No te tienes por que preocupar. Aunque no me conozcas, soy tu amigo. No te voy a hacer daño. Pero debemos darnos prisa, no tenemos que perder tiempo. Te tengo que llevar hasta ellos. Cuanto antes.

-¿Cómo se que puedo confiar en ti? ¿Cómo puedo confiar en una persona que me ha raptado en medio de la noche? ¿ Y quiénes son ellos?-. soltó Tauriel. A pesar de que el corazón le latía a mil, si lo veías en persona, se le veía tranquilo y sereno. Una cualidad que heredó de su padre. El mantenerse tranquilo en situaciones tensas, una virtud de la cual su madre no estaba dotada.

-Te he dicho que no te voy a hacer daño. Y ahora, por favor, deja de hacerme tantas preguntas, que lo único que estamos haciendo es perder el tiempo, una cosa muy preciada de la cual en estos momentos no disponemos. ¿Ves allí a la salida de la gruta dos caballos?El blanco es para ti. LLeva encima todo lo que necesites durante el viaje que nos espera: botiquín con medicinas, comida y agua, y muchas otras cosas. Ahora vamos. Subete a Zafiro.

Tauriel se acercó lentamente hacia Zafiro. Era un precioso caballo de color blanco, con los ojos de color miel. Era el cabllo más bonito que había visto en toda su vida, incluso más bonito que los caballos de Doers, aquel engreído que se creía el mejor de toda la ciudad sólo porque su padre era el alcalde, colocado en ese cargo por el rey. Como lo detestaba. "Si pudiese..." pensó Tauriel.