23: Vinculación

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Aída.

Lentamente abrí los ojos, me sentía sin ganas, tan agobiada y sin fuerzas. Miré a mi alrededor despacio, era un cuarto demasiado pequeño, en la parte de al frente había una puerta de hierro y no había una ventana o algún orificio que me déjese ver el exterior o algo más que no sean estas cuatro paredes.

Jadeando y cansada me acerqué a la puerta, intentaría escuchar algo, pero esta vez la capacidad de escuchar era igual que la de un humano, ya que no había tomado sangre durante horas y estaba más débil que nunca.

No sé en donde demonios estoy, no sé cuánto tiempo llevó dentro de este cuarto, no sé qué pasó, lo último que recuerdo fué cuando Glenn me subió a un auto donde habían dos señoras sentadas, una en la parte del copiloto y la otra en la área de atrás, para después al momento en que yo entré en el coche cayera desmayada, por que eso fué lo último que recuerdo.

No sé si Raymon está bien o no, la última vez que lo ví se había desmayado. Cuando todo parecía mejorar siempre es aurrinado.

Comencé a golpear fuertemente la puerta mientras pedía ayuda, pero parecía como si estuviera en un lugar completamente vacío. Después de tantos golpes y patadas a la puerta, me di por vencida. No tenía más fuerza, en estos momentos hasta un humano me ganaría una pelea. Sin más, caí al suelo, mi piel estaba demasiado pálida, mis labios rotos y sangrientos, tibios como el agua, simplemente no me sentía bien. ¿Cual es el propósito de Glenn al dejarme aquí?

Tuve que cerrar los ojos casi desvanecida, pero un fuerte golpe se había escuchado. Inmediatamente intenté ponerme de pie, alejándome un poco de la puerta, la cual se abría con lentitud dejando ver el cuerpo de una mujer.

—Tan débil..— decía mientras me miraba.

—¿En donde estoy? ¿Tu quién eres?

—En un lugar vacío, donde nadie te podrá escuchar...— caminó un poco hacia mí —Mi nombre es Allison.

Me acerqué a ella, su aroma me llamaba totalmente la atención.

—Eres humana..— murmuré.

—Y se me será tan satisfactorio poder matarte...— sacó un cuchillo que guardaba en su bota negra.

—Lo puedes intentar— dije con seguridad.

—Intentare no matarte, aunque — suspira — se me hará imposible evitarlo..

Tragué saliva, estaba nerviosa, la chica parecía desafiante, valiente a la vez, y con una mirada tenebrosa. Sabía que ella me podía ganar en el estado que estoy, pero lo único que se me ocurre es golpearla hasta poder beber toda su sangre, y de esa manera poder recuperar mi fuerza.

—Hagámoslo— dije con tono desafiante.

La chica sonrió de lado y se puso en posición de defensa. Mis colmillos al igual que mis uñas se acrecentaron. La mujer morena fue quien tiró el primer golpe haciéndome perder un poco el equilibrio, francamente no estaba bien, era demasiado débil, igual que un humano.

La chica sonrió victoriosa con una mirada arrogante, pero esta vez no tardé en reaccionar y comencé a golpearla sin cesar, mis golpes eran violentos y precisos, no me dejaría ganar. Trató de lanzarme un puñetazo pero le fué imposible ya que rápidamente lo esquivé.

Le enojaba no poder golpearme, era valiente, me gustaba su coraje. La humana acomodó su cuchillo de una manera más confortable y fácil de apuñalarme, intenté quitárselo quebrando los huesos de su brazo, pero está no me dejó ni intentarlo al rasgarme con el filo de su arma, mientras que con su otra mano me tomaba del brazo impidiendome actuar, era astuta y fuerte.

Pero después el aroma a sangre rodeó mi nariz, no tardé en percatarme que la chica estaba sangrando de la nariz al igual que de su ceja, provocando que mi sed acrecentará.

Solté un golpe a su rostro pero ella lo esquivó, y enseguida me arrinconó contra la pared, mientras que con su cuchillo lo pasaba por mi cuello.

—¿Como conoces a Glenn?— pregunté dándome por vencida.

Ella bufó —¿Glenn? ¿Quien es ése?

Todo se volvió confuso.
—Glenn Adamson el que— me interrumpe.

—¿Adamson? ¿Sabes sí ya lo atraparon?

La empujé. —¿Atraparon? ¿A que te refieres?

La chica retrocedió un poco mientras subía las mangas de su chaqueta, entonces me dí cuenta lo que realmente era, una cazadora de vampiros. Cada uno de ellos tiene el mismo símbolo cicatrizado.

—Me refiero a que siempre hemos deseado matar a los Adamson, a toda la familia.— decía —Supongo que la princesa nos está dejando lo mejor para el final..

Arqueé una ceja y me acerqué intrigada.
—¿La princesa Vampiro?

—Obviamente.

—Pero ella ya murió...

La cazadora se comenzó a reír —No querida, no lo ha hecho..

—No es cierto..

—Eres su heroína— sonrió.

—¿De que hablas?— me comencé a frustrar.

—Tú la salvaste, vinculaste tú vida con la de la princesa Vampiro cuando le pediste ayuda a las brujas, dándote más fuerza a ti y a un híbrido, un Tanner creó.

No lo podía creer, era cierto. Las brujas suelen traicionar a su favor. Ahora lo peor es que cualquiera que se quiera enfrentar a la princesa vendrá por mí.

Aún sabiendo todo esto no comprendía dónde está Glenn, ó cual es la razón por la que está chica esté al frente mío.

—Oh cierto, ya entiendo, me matarás para después matar a la princesa..

—No, para nada, de hecho yo seré la que se encargará de que nadie intenté hacerlo.

—Dejame beber sangre, ayúdame a escapar.— le rogué.

—No puedo hacer eso.., hasta que reciba órdenes..

Me reí —¿Quien lo diría? Una cazadora de vampiros ayudando a la princesa Vampiro, su peor enemigo.

—Yo tengo mi propio plan..

—Seamos equipo, sólo necesitó encontrar a unos vampiros más..

—¿A quienes? Nadie se atrevera a enfrentarse a la princesa, y sí son tus amigos, menos, no creó que quieran matarte.

—Es por eso que ellos no lo van a saber hasta que se formulé un plan.

La cazadora me miró unos segundos ..

—Será una misión suicida..

—Los vampiros son los Adamson..

—Entonces aceptó.


Gracias por leer ❤️
¡Nos leemos pronto!

Inmortales I: Prisionera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora