Lo derrocaste, corrección, lo derrocamos

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"—Baek, por favor, no hagas esto—

—Lo siento Yeol—

El más pequeño de ambos extendió su mano y dejó que aquel rayo de luz cegara por completo al alto, aprovecho ese momento para golpearlo en la nuca y luego huir de la base en donde estaban.

Chanyeol se sintió traicionado y antes de quedar inconsciente solo pudo ver como la silueta borrosa de Baekhyun se alejaba más y más.

Baekhyun por su parte solo lloraba en silencio mientras corría. Le dolia dejar a Chanyeol, pero no quería seguir perteneciendo a ese lugar lleno de corrupción liderado por el dictador gran señor del agua."

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Estaban sedientos, cansados y el calor era terrible.

El escuadrón era pequeño, constaba de a lo mucho unas cuatro personas incluido su capitán; Park Chanyeol, él lideraba a las fuerzas blancas; estas eran integradas por Xiao Luhan, Do Kyugsoo y Huang Zitao. Ellos eran la elite en el ejército, la razón de ello son sus maravillosos y extraordinarios poderes. Fuego, telequinesis, fuerza y tiempo, poderes tan raros como quienes lo portaban.

En el ejército cada uno se hizo una leyenda, una historia que motivaba a los primerizos cadetes a querer ser tan geniales y despiadados como la elite. Los rumores decían que Luhan podía jugar con tu cuerpo y tu mente, que si lo quería podía dejarte muerto con solo su pensamiento; otros más comentaban que Tao era de temer, que antes de que siquiera parpadearas ya estabas totalmente desarmado y con el joven de pronunciadas ojeras apuntándote en la garganta con una cuchilla y también en la cabeza con su inseparable pistola de 9 milímetros; los que llegaban a hablar de Kyungsoo siempre contaban versiones distintas, desde que el pequeño ojón podía romper todos tus huesos internos de un solo golpe, que podía dejarte en coma con solo rozar su nudillo con tu mejilla hasta que con solo su mirada podía golpearte; pero nada se comparaba con lo que decían de Chanyeol, él era el más temido de todos, al ser su poder el fuego podía calcinarte en segundos, muchos decían que en sus ojos podían verse las llamas ardiendo y que cuando te miraba fijamente podías sentir como tenia deseos de quemarte vivo desde adentro.

Los cuatro llevaban días buscando sin cesar, ya habían recorrido gran parte del desierto. En los días que llevaban ahí hubo veces donde encontraban pequeños oasis y paraban para tomar un poco de agua para seguir con su búsqueda; también había donde enfrentaban tormentas de arena, pero siempre en cualquier momento de la búsqueda terminaban luchando contra alguno que otro monstruo que habitaba el lugar. El desierto "El Dorado" era famoso por ser el más peligroso en toda MAMA por sus monstruos enormes y difíciles de matar.

Las fuerzas rojas eran unos realmente valientes y fuertes hombres o eran suicidas y locos al poner su escondite ahí. Cualquiera de ambas a estas alturas les era factible al escuadrón.

La razón por la cual ellos cuatro estaban buscando en el desierto sin parar era una orden directa por El Gran Señor del Agua. Habían dejado la ciudad ya hacía varios días podría incluso decirse semanas por órdenes directas del dictador; este les había encargado la misión de al fin acabar con las fuerzas rojas al fin habían descubierto donde tenían su guarida: El desierto "El Dorado" y como ellos eran la elite dentro del ejercito que estaba bajo el mando de El Gran Señor del Agua, tuvieron el honor de ver al dictador y que este les diera en persona la orden de ir al desierto.

Desde su salida de la ciudad apenas habían tenido alguno que otro pequeño descanso ya que su líder les había llevado de un lado hacia otro sin parar, incluso los tres chicos que no solo estaban bajo sus órdenes, sino también eran sus amigos comenzaban a preocuparse por la actitud obsesiva que había adoptado el pelirrojo. Él nunca había parecido tan desesperado por terminar una misión como en esa.

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