CAP 19
Me quede en silencio una vez más, realmente no me esperaba esto, era verdad que no les había contado nada sobre Andrew pero es que, no lo sé, algo dentro de mi me decía que todavía no era el momento de hablar de ello.
Sentía como una extraña conexión entre Andrew, Charlie y Kate, pero no sé por qué no tenía aun las fuerzas suficientes para hablar de uno con el otro. Sentía que no era apropiado.
Todavía recuerdo los nervios de Andrew el primer día que me dejo en casa y vió el lugar en el que vivía, o cuando escucho mi conversación con Kate esa misma noche, era como si de repente se hubiera convertido en otra persona distinta, como más… fría.
Me quede vacilando un instante sin saber que decir, hasta que finalmente hablé.
- Yo… eh… no es nada, solo que estoy muy feliz por los cuadros.
- Si, lo sé, sospechaba que era por eso, pero según Kate hay algo mas, como dice ella ‘’intuición de mujer’’, y no es solo por los cuadros que has estado tan feliz, puedes confiar en nosotros ¿O no es así?
Una vez mas no sabía que decir, esta conversación se estaba tornando un tanto extraña.
- Si… - titubee un poco – por supuesto que es así es solo que, no lo sé, he estado tan abrumada por lo de los cuadros y el trabajo que casi no he tenido tiempo de tener aunque sea un momento de tranquilidad.
- Sabemos lo estresada que estas por el trabajo y todo esto, ¿Por qué no te pides un tiempo? Digo, quizás así puedas relajarte, y tener más tiempo para ti misma. No queremos que te enfermes.
- Lo sé Charlie, pero no creo que pueda dejarlo, es… , me siento a gusto con las dos cosas, me encanta pintar cuadros tengo tiempo para ello, y con el trabajo, me siento muy… cómoda, me agrada, eso es todo.
Se me quedó mirando unos momentos, sabía que no me creía tanto lo que le estaba diciendo, pero no podía decirle nada más, no sabía que podía decirle.
- ¿Seguro que es así? ¿Te agrada el trabajo o alguien del trabajo? Muñeca no es que quiera meterme en tus asuntos pero es que te noto algo extraña y quiero que puedas compartir tus momentos conmigo, siempre y cuando tú quieras, no te estoy obligando, es solo… curiosidad sobre tu bienestar, nada más.
Esto se sentía algo incomodo, entiendo la preocupación de Charlie, pero esta conversación me recordaba a una de las primeras charlas que tuve con mi padre cuando tuve mi primer novio, y no fue para nada cómodo.
- Está bien… yo… conocí a alguien, en el trabajo.
Dicho esto me observo un momento, y luego su rostro se volvió de sorpresa.
- Lo sabía, lo sabía – de pronto apareció Kate desde la cocina con un paso acelerado y casi a los gritos - ¡Mi niña se ha enamorado! ¿No te lo dije Charlie?
- ¿Estabas escuchando Kate? – la mire de una forma casi recriminadora pero a la vez divertida.
- Lo siento mi niña, pero es que no lo pude evitar, ¡Me alegra tanto de que hayas encontrado a alguien por fin!
Simplemente me sentía atónita, ¿Acaso yo había dicho de que estaba enamorada?
- Em… Kate, creo que me mal interpretaste, yo nunca…- no pude terminar la frase porque me interrumpió con su voz chillona.
- ¿Cómo es? ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¡Hay no lo puedo creer!
- Tranquila mujer, déjala que respire un poco, perdónala Sophie, ella suele reaccionar así a veces. ¿Por qué no tomas asiento y te relajas un poco cariño? – le dijo con dulzura a su mujer.
Dicho esto Kate obedeció a su marido y tomo asiento junto al sofá que estaba junto a nosotros.
- Bien Kate, el es el dueño del bar donde trabajo, ¿recuerdas que les hable de el? Bueno, no lo sé, no es que estemos en algo serio pero él es muy lindo conmigo, me cuida y creo que le agrado. – confesé un poco apenada mientras me sonrojaba.
- Me alegra mucho saber que finalmente has conocido a alguien que parece ser buena gente hija – me decía Charlie con un tono tranquilizador.
- Estoy muy feliz por ti linda, no sabes cuánto me alegra que conozcas a alguien que te hace feliz. – dijo con un gesto de ternura en sus ojos.
Realmente esta escena me enternecía demasiado, era como tener una charla con mis padres, en realidad ellos eran como mis segundos padres me cuidaban como si fuera la hija que nunca tuvieron, y eso era verdaderamente reconfortante.
- ¿Y cómo se llama? – preguntó Charlie con algo de curiosidad.
Ciertamente no sabía cómo contestar esa pregunta, si les decía la verdad ¿Cómo reaccionarían? Quizás podrían pensar que era una coincidencia, o tal vez les caería como un balde de agua fría y su mente les jugaría en contra.
- Joe, su nombre es Joe – dije tratando disimular lo más posible mi nerviosismo.
- Oh, se ve que debe tener muy buena pinta.
- No empieces de nuevo querida – le reprocho Charlie con un tono cansado mientras se frotaba los ojos con los dedos.
- ¿Qué? Los hombres que he conocido y se llamaban así han sido grandes personas.
- Eso no tiene nada que ver, el nombre nunca define a la persona.
- Claro que si, al menos hay veces que si sucede, yo lo he comprobado.
Me causaba mucha gracia la discusión sobre los nombres y las personalidades, a veces cuando lo quería Kate era un gran personaje.
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Señales del destino
RomanceA veces el destino nos sorprende con sus idas y vueltas, giros inesperados, haciendo que pasen cosas que jamás pensamos que podrían suceder y que éste mismo hace que pasen por un motivo, esto es lo que les pasa a Sophie y Andrew dos personas a las c...