Capítulo 4

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Una vez llegué a casa le di el detergente a mi madre y se puso manos a la obra a limpiar mi uniforme.

Me senté en el sofá pero al ver mi móvil me di cuenta que tenia que volver a irme a trabajar en la floristería.

-Mama, me marcho a la floristería.- grite desde la entrada.

-Esta bien, ves con cuidado.-

Salí de casa y para llegar hasta la floristería lo tenía un poco complicado, ya que tenía que coger el metro.
Cuando voy en el metro y veo a parejas me siento sola, nunca he tenido ninguna pareja y eso me entristece, también llego a pensar que no se si llegare a tener a alguien a mi lado....
Bueno basta de tonterías, si sigo pensando en esto perderé mi parada.

Bajé del metro y al final llegue a la floristería, la dueña como siempre me recibió amablemente, me puse mi delantal negro ilustrado en el medio con una rosa y me recogí el pelo con una coleta alta.

Esta floristería era muy famosa y bastante cara, pero mucha gente venía.
Aquí me sentía muy bien, era como mi sitio de paz, al ver tantas flores y tantos colores me tranquilizaba bastante.

La floristería estaba llenísima, no cogía ni un alma, la dueña de la floristería atendía a tres personas a la vez y me dijo que atendiera a una pareja joven que se encontraba mirando el escaparate.
Al acercarme a ellos pude ver como la cara del chico se me hacía familiar.
Otra vez Park Jimin estaba aquí, encima en mi trabajo y con una chica de clase.

-Vaya hombre, ¿eres florista?.- dijo mientras agarraba a la otra chica por la cintura.

-¿Que haces aquí trabajando si estas en un instituto privado? *risas* Si que eres una perdedora.- dijo la acompañante de Jimin.

Apreté mis puños con fuerza para evitar contestarles, me daba tanta rabia.

Tuve que hacerme la sorda y evitar sus malos comentarios hacia a mi y sonreír amablemente.

-¿Que es lo que necesitan?.- dije en un tono formal, que tenía que utilizar cuando trabajaba.

-¿Porque nos hablas tan formal?.- preguntó la chica.

-Es mi deber hablaros así, sois mis clientes.- Termine sonriendo de manera falsa, para que la dueña de la floristería viera que trato de forma correcta a los clientes.

-Quería que prepararas este ramo de flores.- dijo Jimin señalando uno de los ramos ya preparados.

Empece a preparar el ramo exactamente igual que el del escaparate.

Al dárselo los dos hicieron una mueca, ella olió las flores y tiro el ramo de flores al suelo diciendo:

-Que asco, esto no huele a flores, huele a estiércol, como los almuerzos de tu madre.-

Jimin sonrió al comentario de la tiparraca.

Todo mi esfuerzo en ese ramo se desvaneció en segundos, al tirarlo también las piso y el ramo se destrozó por completo.

Mientras que ella no paraba de quejarse por más tonterías mi ira salió descontroladamente:

- ¡Malditos asquerosos! ¡No podéis tratarme así, si no te ha gustado el olor del ramo, no me hagas hacerlo e iros a vuestra puta casa!

Todo el mundo se calló , me sentía observada por todos, mis mejillas rápidamente sonrojaron y apenada agache la cabeza.

-Esto es una mierda.- dijo la chica.

Jimin y la tiparraca se marcharon, la dueña se acerco a mi y muy enfadada dijo:

-_______, has tratado muy mal a los clientes ¿Quien te crees que eres para arruinar mi negoció? Sabes que... Estas despedida...

Todo el mundo se me cayó encima, por culpa de esos dos miserables... ¿Ahora como le digo a mi madre esto?

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My Salvation?♛|| Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora