Capitulo 1

5 1 0
                                    

Nota: Holaaa, me encantaría si me ayudaran a dejar sus votos y compartir el link de la historia. Espero que les guste y estoy abierta a escuchar dudas, sugerencias y opiniones. Si quieren dedicaciones por favor comenten.

"Buenas noches pasajeros, les informamos que en unos minutos estaremos aterrizando en el Aeropuerto Internacional O'Hare de la ciudad de Chicago, Illinois. Les pido que permanezcan en sus asientos y que se coloquen su cinturón. Muchas gracias."

Me despierto de inmediato, me froto los ojos para poder ver más claro y me coloco el cinturón. En todas estas horas de viaje no cruce ni pio con las 2 personas que están sentadas conmigo, es un señor de unos 50 años y una chica pelirroja que ha de tener mi edad. Les dedico una sonrisa amable, el señor parece nervioso y ni siquiera se da cuenta de mi gesto, probablemente tenga miedo a los aviones; sin embargo la pelirroja se da cuenta y me devuelve la sonrisa. Parece una de esas personas extremadamente alegres y positivas, llenas de buena vibra, tiene un estilo muy hippie.

...

Tardamos unos 20 minutos desde que el piloto anunció el aterrizaje hasta que bajamos del avión. Me dirijo por mi equipaje a la cinta, no tardé en encontrarla, una maleta chica color mamey. Mi corazón empieza a latir rápidamente, no me había dado cuenta de lo emocionada que estaba hasta este momento.

Cuando salgo del aeropuerto las luces me invaden, me quedo ahí parada viendo a mi alrededor, debo admitir que nunca me había sentido tan pequeña como en ese momento. Reaccionó cuando un hombre se me acerca y me ofrece un servicio de taxi, accedo y le pido que me lleve a algún Subway o McDonald's, moría de hambre. Durante el trayecto fui observando todo desde la venta, era magnífico. La ciudad, las luces de los edificios y de los coches, el tren... todo era tan maravilloso. Por primera vez después de mucho tiempo sentí que todo saldría bien.

Compré una ensalada en Subway y fui a un hotel que estaba cerca. No se veía costoso, no sé cuánto tiempo estaría en él, pero esperaba que no fuera tanto. Debo buscar un empleo y un lugar para vivir, en cuánto más rápido mejor, así que al llegar a mi habitación saqué un periódico que había encontrado en el lobby y mi portátil. Fui a la sección de anuncios y empleos, empecé a subrayar las mejores opciones de trabajo... podría ser niñera, amo a los niños pero los padres no siempre me aman a mí, así que lo anoto en un post-it y lo pongo junto a las otras opciones posibles. Había uno de mesera en un bar-restaurante, suena bien pero demasiado cliché. Y por último, una recepcionista en un spa, me gusta. Lo pongo hasta arriba de la pila de post-its. Me puse a hacer cálculos y para poder vivir decentemente necesitaba al menos unos 3 trabajos. ¡Decidido!, tomaré el de mesera, niñera y recepcionista. ¿Qué tan difícil podría ser? Tengo tiempo, no hay distracciones, no hay amigos que influyan en mí, ni familia que estorbe con sus preocupaciones. Estoy a punto de hacer las llamadas pero me doy cuenta de lo tarde que es y decido dejarlo para el mediodía.

Son pasadas las 5 de la mañana y no tengo nada de sueño, seguro es porque dormí la mayor parte del camino de Australia hasta acá. Estoy acostada en el pequeño sofá de la habitación con una sábana encima, no consigo dormir, no puedo dejar de ver las luces de la ciudad que se ven desde la ventana que está justo delante de mí. ¿A quién engaño? NO PUEDO DORMIR Y NO LO HARÉ. Me levanto, buscó en mi maleta y saco la cámara. Salgo de mi habitación dispuesta a ir a caminar y conocer un poco esta hermosa ciudad.

No sé muy bien a donde dirigirme pues nunca había estado aquí, puedo decir que conozco más Venus que Chicago. Entonces decido caminar derecho, sin desvió alguno para evitar perderme. Voy viendo todo lo que me rodea, desde el pequeño escarabajo que corre a las alcantarillas para evitar ser aplastado por los carros, hasta el edificio más grande. Empiezo a tomar fotos, es obvio que necesito documentar esto.

En la madrugada la ciudad sigue teniendo vida, escucho música que viene de antros y varias veces me cruzo con chicos y chicas ebrios que van balanceándose abrazados con el resto de sus amigos y diciendo cosas sin sentido, algunos gritan, bailan y cantan.
-Hey, fíjate por donde vas- dice una rubia alta ebria que trae todo el maquillaje corrido y un vestido tan corto que parece ilegal. Va con un muchacho apuesto y parecen apurados.
- Ajá, lo siento.
- Chica, ¿nos acompañas?. Vamos a divertirnos.- me dice el muchacho.

Decido ignorarlo y sigo mi camino.
-¡Aguafiestas!- grita alguno de los dos.

Estoy a punto de cruzar una calle muy transitada, espero que el semáforo cambie y en esos 10 segundos que me separan para poder cruzar, me paralizó. No puedo dejar de pensar en otra cosa, pensé que todo estaría bien del otro lado del mundo pero no es así, escucho el grito en mi cabeza y el horrible estruendo... respira Vee, solo respira.

Just BreatheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora