Capitulo 13

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Para el segundo tiempo reviso que mi peinado este en orden, pase media hora alistándo mi peinando y cabello, no es muy largo pero quería que estuviera bien presentado, toma la plancha de cabello de Kate y opte por un estilo algo ondulado pero suelto. Me miró por última vez.

Desdobló el traje de Valentino y lo admiro por un momento, es simplemente fabuloso. Cuando me miro en espejo una sonrisa aparece en mi cara y mis ojos brillan. No se puede negar que Carter tiene un buen gusto para escoger la ropa, pero. ¿Existe algún área que no domine con excelencia?.
Miro la hora y son las 7:55 P.M, ¡voy a bajar rápido!. Me pongo los zapatos, este vez me reviso docenas de veces pero me tengo que ir!

—Oye, deja te aplico esto antes de que te vayas.—Dice Kate mientras se acerca con un bálsamo de labios.

—me estás aplicando demasiado.—Digo con la boca entre abierta.

—Es la cantidad necesaria.

—En toda la cara Kate.

—Perfecto, espero que tengas un linda noche Adrián, luces fabuloso.—Me abraza.

Cuando bajó de mi edificio, la limusina ya está aquí, Stewart me espera, el golpea ligeramente su teléfono y está de espaldas contra el coche. Cuando sus ojos se posan en mi hace una pausa visiblemente perturbado.

—Ehh... Señor.

—Buenas tardes Stewart, no seas tan formal, dime sólo Adrián.

Tartamudea unos cuantos cumplidos y luego abre la puerta para que me instalé dentro. ¡Por un momento me siento en el festival de Cannes!.

—Gracias Stewart.

Me hace un signo de cabeza y cierra la puerta mientras que da la vuelta a la limusina, verificó mi cabello por última vez en el espejo del retrovisor.

—El señor Carter ya está haya, llegaremos en diez minutos.

— De acuerdo.

La perspectiva de encontrarme a Carter me pone nervioso, mi corazón se acelera con tan solo escuchar su nombre.

—No estoy acostumbrado a este tipo de eventos, espero estar a la altura.—Stewart me da una mirada amable a través del espejo.

—Estas muy hermoso.—Su cumplido me tranquiliza, después de todo me he esforzado para para prepararme con buen gusto.

Mi consciencia se aterra, ¿que me espera para esta noche?, ¿Será igual que en las películas?.
Cuando la limusina se detiene frente al museo Guggenhemein en la esquina 89, mi corazón está apunto de explotar.(Cálmate Adrián, cálmate). Stewart baja a abrirme la puerta, me siento como una princesa de carroza que se encontrará con su príncipe azul.( ¡oh no, mantén los pies en la tierra, Adeian!, solo te reunirás con tu jefe).
Al exterior, ¡varias personas me miran, ellos deben preguntarse quién soy yo para llegar en semejante carro!. Me siento francamente incomodo, no me gusta que toda la atención se centre en mi, si pudiera me gustaría esconderme en la parte trasera del coche.
Stewart cierra la puerta detrás de mí, camino unos pasos para llegar a mi altura.

—¿Quieres que te acompañe?.

—No, puedo ir yo, ¡gracias!.—Me dirige una inclinación de cabeza y se aleja.

Ahora el truco es mantener la cabeza y una actitud segura. Especialmente para no tropezar mientras camino. Cuando entró el museo tomo un suspiro. Admiro la escena como si estuviera descubriendo un lugar mítico. Todo es absolutamente hermoso, desde el suelo hasta el techo. La arquitectura del lugar es increíble, una especia de hélice desciende gradualmente al nivel del suelo. Varias obras de arte contemporáneas se exhiben a lo largo de la rampa, ligeramente inclinada. ¡Un museo privado para la gala benéfica de Carter!. Eso no me sorprende de el, él no hace las cosas a medias, hay mucha gente, hombres en trajes elegantes y mujeres en vestidos de coctel de diseñador, varios discuten con un vaso de coctel en la mano. Otros de conforman con ver a la multitud, aquí todo se resume en lujo y opulencia, no me siento en absoluto en mi mundo. De repente una voz masculina me sorprende.

Carter's.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora