Fuego y Hielo

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Cinco minutos antes...

Sehun se dejó caer con toda la holganza del mundo sobre uno de los sofás de la enorme sala, se hundió entre los suaves cojines de terciopelo dejando sus pies sobre el reposabrazos más cercano sin molestarse en quitarse los zapatos, como un niñito malcriado. 

Le importaba un cuesco lo que hicieran los alfa, sabía que no harían mucho sin el líder. 

Uno de los enmascarados guardapellejo de Kyungsoo salió y caminó hasta pararse en la entrada de la casona, se fijó ahí como un poste, sin inmutarse ni emitir comentarios; no obstante, todos sabían que él haría de niñero por Sehun hasta que Chanyeol saliera del despacho del conde. Sehun, con una sonrisa, cerró los ojos y relajó del todo los músculos del cuello echando un poco la cabeza hacia atrás. Jongin se había quedado con Kyungsoo allí adentro, pero sabía que el conde no se enojaría con él, después de todo, era su favorito aunque no lo reconociera abiertamente. 

—Asiento, por favor —Abrió un ojo solo para observar a su visita y ofrecerles tomar asiento. Habría jurado que lo acababan de  ignorar de manera bestial de no ser porque lo estaban mirando. —¿Ustedes no se relajan nunca verdad? —dedujo al fin, hundiéndose nuevamente en los esponjosos cojines con un suspiro, como si no se hubiera recostado en varios días. —Yo tampoco debería relajarme tanto. Tengo mucho trabajo pendiente —recordó, aun con los ojos cerrados y frunciendo el ceño como un niño hermoso que está teniendo una pesadilla.

Se notaba que el guerrero oscuro estaba muy cansado y aun así, percibió los pasos sigilosos de Baekhyun yendo a toda prisa hacia la salida. 

El Alfa realmente no tenía interés alguno por esperar como un perro afuera del despacho a que Chanyeol terminara de hacer vida social con su ex amigo, recordando viejos tiempos y probablemente reviviendo su amor.

—¿Será acaso que te vas, Baekhyun?, ¿sin despedirte? —preguntó Sehun. 

Cuando el Alfa se volteó a verlo sorprendido, el chico volvió a suspirar, separó los parpados y con una lentitud sensual se puso de pie con toda la intención de acercarse a su bello primo. 

—Es el olor —explicó con una sonrisa, Baekhyun abrió los ojos preguntándose cómo diantres sabía que eso se estaba cuestionando en su cabeza y qué era lo que quería decir con "el olor", ¿acaso apestaban sus axilas o algo? —Reconocería tu perfume a distancia, y más aun cuando te mueves porque se disipa, es un olor dulce como... A sandía y... La expresión de tu cara me preguntaba a gritos como es que me di cuenta de que te ibas.

Ahí estaba. La respuesta a todas sus preguntas. 

Baekhyun abrió la boca con indignación y se cruzó de brazos. Su día no había sido el mejor y todavía podía seguir empeorando. Internamente había creído que, si se apresuraba y pasaba en silencio, un Sehun dormido ni siquiera notaría que él se había ido o, en su defecto, lo dejaría marchar sin más, pero, al parecer, eso era tan absurdo como pensar que un conejito pasaría desapercibido entre hienas. 

Baekhyun podía estar en medio de una multitud de personas y para Sehun seguiría siendo el mismo chico con delicioso olor sandía. 

—¿Pensabas irte sin despedirte de mí? —continuó Sehun sin dejar de sonreír. Quería alargar ese momento todo cuanto le fuera posible. No sabía en cuánto tiempo más volvería a deleitarse con esa belleza.

—Sí  —respondió Baekhyun, secamente. —Deberías afeitarte, ¿sabes? No me gusta verte con barba, te agrega edad. 

Sehun dio un respingo, algo entretenido con la observación, luego bajó la mirada para ver de cabeza a los pies a su primo, sonriendo de forma descaradamente lasciva.

ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora