Con confusión en mi mirada seguí observando la extraña y algo curiosa escena que había encontrado mientras tenía una cita con mi novia, aún no veo el motivo por el cual Sylvie haya aceptado salir con ese tipo cuando hasta ella sabe lo que él es.
Mirando un poco más cerca al rostro de mi amiga me percaté que su mirada no reflejaba que en realidad la estaba pasando bien, pareciera como si estuviera ahí por obligación.
Siento un ligero tirón en mi manga que me saca de mis pensamientos, cuando volteo resulta ser Helena quien me mira con algo de preocupación.
-¿Pasa algo amor?- Me preguntaba con esa voz tan dulce que tiene, rápidamente empecé a buscar una excusa válida para que no sepa que descubrí a mi mejor amiga saliendo con un chico con buena y mala reputación con las chicas.
-Ah, no es nada amor, solo me estaba preguntando si tenías algo de hambre- Le digo como excusa para quedarme viendo a la feria de comida por tanto tiempo.
-No mi rey, por los momentos no tengo, aunque gracias por preocuparte por mí- Me dice y acto seguido me da un beso en la mejilla antes de tomar mi mano.
Vale luego hablaré de eso con Sylvie, por ahora sigamos con la cita que aunque no es más importante que ese asunto debo prestarle atención a Helena.
Seguíamos caminando por los pasillos del centro comercial mientras mirabamos las vitrinas de las tiendas que exhibían desde prendas de ropa hasta celulares y electrodomésticos.
Al doblar en la esquina choco accidentalmente con otra persona.
-Lo lamento...No sabía por donde iba...- Dijo una voz extrañamente familiar.
-No te preocupes era yo quien estaba distraído en primer lugar, no tienes por qué disculparte- Le digo mientras me levanto del suelo y subo mi mirada para disculparme apropiadamente con esa persona.
Luego de subir un poco la mirada me percato de que sus vestiduras también son extremadamente familiares, así que estoy temiendo lo peor en el momento que empecé a ver si cuello.
-Ah... Eres tú....- Dijo mientras Helena abraza mi brazo derecho con fuerza.
Luego de terminar de inpeccionar a la persona me doy cuenta de que mis peores miedos son reales,la persona con quién me choque resultaba ser ni nada más ni nada menos que Joshua y quién por alguna extraña casualidad estaba también en el centro comercial.
-Ummm.... Hola... Como te va- Le digo con evidente incomodidad en mis palabras.
El se niega a mirarnos directamente además de que su sweater con capucha dificulta también que hagamos contacto visual.
-Asi que.... Están... En una cita.... Por lo que veo- Dice con frialdad en su voz, aunque también algo de tristeza, quizás por el hecho de que está también Helena y eso le da tristeza aparte de que soy yo quien está saliendo en una cita con ella.
-Si... Bueno de hecho si...- Digo aún estando incómodo con su presencia.
-Bueno no los molesto mas- Dice antes de retirarse sin siquiera despedirse o dejarme decir algo más, aunque en realidad lo prefiero así, la incomodidad me estaba comiendo vivo en esos aproximados treinta segundos de conversación y silencio incómodo.
Helena quien estaba pegada a mi pronto comienza a relajarse y a calmarse un poco, parece que no era el único que estaba muy incómodo en esa situación, acto seguido ella se pega a mi pecho en un caluroso abrazo que me llena el alma.
-Que bueno que se fue, no se por que su mera presencia me perturba- Me dice Helena con una voz sería que no había oído antes, lo que me hace pensar que ella realmente no tiene esa voz dulce y tierna con todas las personas.
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El Efecto Sinclair
Teen FictionLa vida de Iván da un vuelco de 180 grados cuando un día nublado conoce a una chica recién llegada a su instituto de quién se enamora profundamente, y a la vez de la llegada de esta nueva y misteriosa chica llegan una serie de crímenes violentos que...