HEMOS LLEGADO.

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Día 1.

-Vanesa, hija ¡mira qué lugar tan hermoso! apuesto a que una nueva historia se escribirá, ¿no lo crees tú?.

-Mamá, no tengo la más mínima esperanza en lo que tú me estás diciendo.i

-No digas eso hija, mejor piensa en los nuevos amigos qué harás y tal vez... conozcas a un chico.

-Pero nunca he tenido amigos, y no creo que aquí tenga amigos o conozca a alguien.

-Bueno piensa lo que tú quieras, sólo estoy tratando de que este cambio nuevo no sea duro para ti y que entiendas que va a ser por tu bien ,sólo piensa lo que hubiera pasado si nos hubiéramos quedado en nuestro país.

-¡No me importa! Y ya ¡déjame en paz!- le dice mientras lágrimas caen de su blancuzco rostro-.

Vanesa cuando se enteró de que se mudaría no le gustó en lo absoluto la idea pues ella piensa que su vida está hecha en su otro país he inclusive hizo una huelga de no comer soló para no mudarse pero no funcionó.

La mayoría del camino se la pasó escuchando música y leyendo su libro preferido hasta que llegaron a lo que sería su nuevo hogar, lo primero que ella pensó fue que ese lugar era un asco y no soló su hogar si no toda la cuadra pues la mayoría de las casas estaban deshabitadas o en mal estado. En su mente ella pensó que una ventaja era que tenía la playa cerca y que de vez en cuando podría dar un paseo por la tarde.

-Hija baja tus maletas del auto, toma las llaves de la casa para que la abras yo creo que te va a encantar.

Vanesa no estaba tan convencida pues ella tenía mala espina sobre la casa pero sabía que si le decía a su mamá acerca de sus pensamientos un poco profundos pero pues, ¿que podía hacer ella sólo mirar y callar.

-Está bien relájate no pasa nada es una nueva vida y otra oportunidad- se decía Vanesa en su mente pero ella sabía en el fondo que no se adaptaría al 100% a su nueva vida.

Cuando Vanesa introdujo las llaves hacia la cerradura de la puerta está despidió un chillido muy agudo tanto que la ensordeció por unos cuantos segundo. Ella frunció el ceño mientras le lanzaba una mirada llena de enojo a su madre y creo que si madre solamente pudo lanzarle una mirada de confusión, además que podía hacer ella.

-Relájate - se susurraba .

-Vanesa no te preocupes hija mañana iré a comprar otra cerradura y se resolverá pero por favor no te enojes hija y en serio créeme vas a mar este nuevo cambio ya lo verás-  le decía su madre para tranquilizar un poco la situación.

-Ven Vanesa ayúdame a desempacar y acomodar estas cajas por favor-

-Claro má ya voy- torciendo un poco los ojos.

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⏰ Last updated: Jul 14, 2017 ⏰

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