Hola, Sam.

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Agarré la libreta que tomé desde el primer día que estoy acá, a tu lado, y la lapicera.

21/06/2016

Hola, Sam. Me alegraría mucho que pronto despertaras. Los días son duros sin tu sonrisa ¿Sabes? Extraño verte reír. Recuerdo que solías decirme que intentaste todo en ésta vida menos quitarte la vida... Oh, pequeña, como hubiera amado llegar a tiempo. Ahora solo debo verte con todos estos cables deseando que abras de una vez por todas esos ojos. Quisiste hacer eso que jamás intentaste, y acá estamos, los dos, yo esperándote y vos luchando por seguir. ¿Recuerdas cuando eramos pequeños y corríamos jugando juntos? Extraño aquellos días, donde no tenías las preocupaciones que te llevaron a ésto. Extraño verte. Siempre dejo esta libreta al lado tuyo, aunque ya lo sabes y también sabes que lo hago simplemente por si algún día despiertas. Una vez me hiciste un separador... no te lo dije, lo siento, pero lo encontré el viernes entre las cosas que guardo en el auto, me lo diste el día de mi cumpleaños en 5to año de secundaria... cuando cumplí 16. Ese lunes viniste sonriente y me dijiste que tenías un regalo para mí que esperabas que me guste muchísimo, que te esforzaste mucho y que sería "genial que lo llevaras en algún lado"... luego me dijiste que me lo hiciste porque siempre me perdía en mi lectura y te había dicho que odiaba usar cualquier cosa de separador ya que siempre terminaba tirándolo... Guardaste el regalo en un sobre, dentro contenía uno, un separador azul mezclado con negro y celeste haciendo una especie de galaxia que también estaba lleno de estrellas, también tenía caramelos de chocolate que los compartí con vos... Aquella galaxia ahora marca la última página del último día que te escribí. Te extraño, regresa pronto.

Puse el separador en su lugar, dejé la libreta en la mesita de luz y apoyado en mi mano, mis ojos dirigían la vista hacia vos. Lamento mucho no haber llegado para impedir tu intento de suicidio...

Aquel día volví del trabajo, tenía un mensaje tuyo diciéndome que me necesitabas... te mandé varios mensajes... 

19:30 "¿Qué pasa?"

19:30 "¿Dónde estás?"

19:32 "Por favor, responde"

19:45 "Sam me estás asustando, responde"

19:46 "Sam, por favor, toma el celular"

19:46 "Voy a bajar. Iré a tu casa"

19:48 "Ya estoy por manejar, estoy atento, si ves esto, llámame"

Conducía como si tu vida estuviera en peligro, así lo sentía, quería que fuera falso pero lastimosamente era real. Era crudamente real. La flecha señalaba a 90 kilómetros, lo permitido acá eran 40 kilómetros. Agradecí no toparme con un policía. Al llegar ni me molesté en revisar el celular pero si me lo guardé y tomé rápido las llaves. Abrí la puerta. Te llamaba a todo pulmón pero no respondías así que subí las escaleras mientras marcaba al 911. Golpeé tu puerta, todo estaba demasiado silencioso. Fui al baño, empuje al intentar abrir pero estaba trabada, así que empecé a golpearla con el cuerpo intentando forzar la puerta. Al entrar empecé a llorar. Estabas metida dentro de esa bañera. Rápidamente te saqué y apretaba tu pecho cada 6 segundos intentando hacerte reaccionar, te hice respiración boca a boca y puse llamar al número que estaba en el celular, dejándolo en el altavoz.

 –Hola, 911 ¿Qué sucede?

–NECESITO UNA AMBULANCIA MI AMIGA SE ESTÁ MURIENDO. AVENIDA MITRE AL 850, QUILMES

–Enseguida llegarán, quédate calmado ¿Podrías decirme tu nombre y decirme qué pasa?

–Nick Thompson, mi amiga Sam Suarez no responde, estaba en la bañera no sé si está muerta o se está muriendo le apreté el pecho y le hice respiración boca a boca pero no reacciona

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2017 ⏰

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