Capítulo 2: Princesa Sangster.

209 25 5
                                    

La reina peinaba los cabellos negros de su hija Brenda mientras la chiquilla de 10 años tarareaba una hermosa melodía.

–Ya está.

Le dijo la reina a la menor cuando termino de hacer una trenza en la parte de arriba de su cabello y desenmarañó el cabello lacio sobrante. La niña se miró en el espejo por unos segundos analizando el peinado y finalmente sonrió satisfecha.

–Te quedo muy hermoso mamá.

–¡Oh, espera cariño! –la reina se dirigió a la mesita de noche de la princesa y regreso con la pequeña–Falta esto. –dijo y le coloco su tiara entre sus cabellos.

–¡Ahora si parezco princesa! –exclamó emocionada.

–Si, ahora solo falta elegir un vestido. Recuerda que hoy tienes que verte más hermosa de lo que ya eres.

–Si, lo sé mamá. ¿Cómo crees que sean los príncipes mami?

–Ten por seguro que todos son muy atractivos y caballerosos.

–Espero casarme con un príncipe igual a mi papá.

–Si, eso espero hija. –dijo la reina mientras buscaba un vestido entre los cajones de su hija.

–Quiero que mi príncipe sea alto, guapo, caballeroso, de ojos azules y cabello rubio. ¡Ah!, también quiero que me lleve a recorrer todo el mundo. –gritó la niña mientras movía sus brazos hacia los lados.

–Para eso cariño debes elegir muy bien hoy a tu futuro prometido. Anda hija, vamos a terminar de arreglarte.

Mientras la reina terminaba de arreglar a la princesa se dirigió a su recamara a arreglarse, se peinó y maquillo y ahora se encontraba eligiendo un bonito vestido que combinara con sus zapatillas beige. En ese momento el rey irrumpió en la recamara.

–Hola cariño. –besó la mejilla de la reina–Creí que estabas arreglando a Brenda.

–Eso hice mi rey. Ahora necesito arreglarme yo para poder impresionar a nuestros invitados.

–Está bien querida, solo vine por mi corona que me la he olvidado.

El rey se dirigió al gran armario y de una caja de madera saco su corona y la coloco sobre sus cabellos rubios.

–Mi rey, podrías por favor ver si Teresa y las muchachas tienen listo el banquete. Los invitados están por llegar.

–Por supuesto querida.

El rey se dirigió hacia la cocina donde las sirvientas caminaban de un lado a otro con charolas de comida. "Mi rey" es lo que decían todas las muchachas al pasar a su lado.

Una chica delgada, alta, de cabello negro, ojos azules que portaba un uniforme largo color beige con un delantal y gorro blanco maldecía al ver que quedaba poco tiempo para el banquete y aún les faltaban platillos.

–¿Cómo va todo Teresa?

Le pregunta el rey a sus espaldas, la chica suspira y contesta.

–Esto es una porquería. –se gira a ver al dueño de la voz y sonríe–¿Su esposa esta lista mi rey?

–Aún no, bueno, la verdad no me importa en lo más mínimo.

–Tal vez terminando el banquete podemos vernos. ¿Le agrada la idea señor?

–Me parece una grandiosa idea, pero antes debes terminar de organizar y preparar el banquete. Los invitados llegaran en unos minutos.

La chica bufó y el rey sonrió divertido.

"Bastardo Dylan O'Brien." [Dylmas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora