Salvado

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Inicia un día como cualquier otro en la vida de Samuel de Luque, un lunes común y corriente para este hombre de 29 años, alto, guapo, con un gran porte y carisma, además de ser elegante, muy cotes y amable, muchos dirían que es el hombre más perfecto que pudo pisar la tierra de República Dominicana, es oriundo de España, arribo de dicho país a la edad de 20 años. En aquella época era un joven muy alocado y soñador, además cabe mencionar que solía ser muy enamoradizo, tuvo muchos extraños y turbios romances, algunos que lo llevaron a hacer cosas que ni el mismo se imagino capaz.
Debido a esto hubo un periodo muy oscuro en su vida, en donde la depresión y soledad lo agobiaban, todo gracias a su pareja de aquel entonces, le había prometido una vida hermosa y llena de felicidad. Este hombre 5 años mayor que él lo manipulaba y jugaba con sus sentimientos, hizo que se mudara de la casa de sus padres para vivir juntos en un departamento que Samuel mantenia, le exigió interrumpir sus estudios a tan solo meses de graduarse -algo que por suerte Samuel nunca accedió-, en mas de una ocasión le fue infiel, lo mal trataba, pero siempre era perdonado por un ingenuo y enamorado Samuel.
Un día Hernesto, la abusiva pareja de Samual llego a casa muy feliz, vociferando que finalmente llegaría el mejor día de sus vidas, el día en el que cumpliría todas sus promesas de una vida hermosa y prospera, Samuel muy emocionado de ver a su pareja de tan buen humor le pidió con lujo de detalle el plan que tenia para iniciar la nueva etapa de sus vidas, lo que obtuvo por repuesta no fue lo que esperaba.

¡¿Mudarnos?! ¡¿MUDARNOS A OTRO CONTINENTE?! -Grito Samuel perplejo, como podía hacerle tal petición, ¿no le bastaba con a verlo sacado de casa de sus padres? Pretendía llevarlo a un país desconocido el cual se situaba del otro lado del charco, Samuel necesitaba una excelente razón para acceder a esa descabellada idea-.

Calmate Sam, respira hombre y deja de fruncir el seño, te voy a dejar de querer si sale una arruga en tu hermosa cara -dijo Ernesto intentado calmar a un muy agitado Samuel- Vamos a República Dominicana tengo unos cuantos amigos allá, estos tienen unos excelentes negocios que pueden hacernos ricos en un abrir y cerrar de ojos amor.

¿Que clase de negocios, amor? -Dijo Samuel, con algo de desconfianza-.

Negocios legales, amor unos que nos garantizan mucho dinero, y tu ni siquiera tendrá que preocuparte por mover un solo centímetro de tu hermoso cuerpo, yo me encargo de todo, en un dos por tres estarás viviendo en una hermosa casa en la capital de República Dominicana- Dijo Ernesto al mismo tiempo que besaba la mano de Samuel y depositaba un beso en ella-.

No lo se, amor, creo qu... - Habló Samuel pero fue interrumpido por los labios de Hernesto, el cual rápidamente tomo el cuerpo de Samuel y lo estrecho entre sus brazos-.

Y lo mejor de todo... - Añadió Ernesto al separarse de Samuel - es que estaremos juntos, podremos ser felices al fin, sin preocuparnos por lo que tu familia y tus amigos digan de nosotros, no me desaproveches esta oportunidad, sabes que me costo mucho reunir el dinero.

Se que mis padres te ayudaron un poco... - Hablo Samuel, mas calmado- así que puede ser una señal de aprobación de su parte, no suena tan mala idea cariño, ¡sera nuestra aventura!.

Aventura que se convirtió en un infierno para Samuel, la pareja vivía en una habitacion alquilada en un gran y viejo edificio, lo compartían con otras dos parejas, Ernesto llegaba tarde, de madrugada con comida y un horrible hedor a alcohol, vendía las pertenencia de ambos para poder sobrevivir, a veces sin el consentimiento de Samuel, una vez intento llevarse las medallas de la graduación de Samuel, eran tres gracias a sus sobresalientes notas, gran desempeño en la carrera e impecable comportamiento, pero los otros chicos que vivían ahí se lo impidieron.

Después de casi 8 meses viviendo de esa manera Samuel con apoyo de los demas chicos decidió encarar a Ernesto, exigiéndole explicaciones, y todo el dinero que había pedido prestado a sus padres para establecerse en el país. El chico busco a Erneto en el bar que quedaba a algunas calles del edificio, un sitio hostil y desagradable, se encontró con dos hombre de gran tamaño, una que otra vez los pudo divisar por la ventana de su habitación despidiéndose de su novio, les pregunto por el paradero de Ernesto uno de ellos lo golpeo dejándolo inconsciente, el otro lo cargo hasta un auto para llevarlo a un sitio no tan deplorable como los que frecuentaba desde que llego al pais.
Este sitio era nada mas y nada menos que un local propiedad de Ernesto, el se encontraba con un par de mujeres a las que le metía billetes en su ropa interior, tenia a su alrededor alcohol, mucha comida, la musica resonaba con fuerza y las personas bailaban despreocupadas, a Samuel lo lanzaron a un lado de la mesa donde estaba Ernesto, ¿¡QUE DEMONIOS ESTABA SUCEDIENDO!?, no entendí nada de los que veía, ¿acaso su novio no tenia dinero, puesto que sus negocios habían fracasado? Por ello estaba vendiendo sus cosas para poder traer comida a su pequeño hogar, pero en ese momento no se veía para nada mal, mas bien estaba disfrutando mucho la compañía de ese par de mujeres que movían sus traseros en torno a él.
La primera acción de Samuel fue lanzarse sobre el para golpearlo, pero un gran tipo vestido de negro se lo impidió, lo sujeto por la camisa y lo hecho a la calle por la puerta trasera del local.

Gracias Por Salvarme. Wigetta FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora