Aminovios

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Nota:
Aminovios: Amigos y Novios.

Edades:
Otabek Altin 12 años.
Yuri Plitstky 10 años.
Phichit Chulanont 13 años.
Seung-gil Lee 14 años.

La sorpresa por haber salido tres veces consecutivas el primero de la clase, fue la mejor que Otabek pudiera recibir

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La sorpresa por haber salido tres veces consecutivas el primero de la clase, fue la mejor que Otabek pudiera recibir.
Las vacaciones las pasaría en el campamento de verano de Yakov, allí fortalecería sus lecciones de patinaje.

Entrenar juntos a los rusos, sin duda era otro nivel para un niño de 12 años.
Sin embargo, apenas llevaba un día y ya quería salir corriendo.

Las primeras lecciones se centraban en ballet y para eso, el kazajo era un cero a la izquierda.

-¡Otabek! ¿A qué le tienes vergüenza?- le preguntó la Maestra.
A levantar la pierna y no poder bajarla, o peor que se me rompa el short- pensaba él.

Por suerte, no era el único que en esos momentos estaba en problemas.
Y la Maestra se percató de aquello y a cada niño que tenía un mal pasar, le asignó un compañero de trabajo.

A Sakov le asignaron a Koslov.
Al chico que provenía de Corea del Sur, le asignaron a Phichit.
Otabek, los conocía a estos dos últimos, pues compartía la cabaña-dormitorio con ellos.

Y a él...le asignaron un tal Yuri.
Y por lo visto, ese Yuri era el mejor de clase.

¡Mierda!

Lo mejor sería partir por presentarse.
-¡Hola! Yo soy Otabek...
-Lo sé- contestó fríamente el niño rubio.
-¿Así?- aquello lo extrañaba, después de todo él no era una persona que solía destacar.
-Sí claro, si a cada rato te hablan para corregirte-

Entonces estabas pendiente de mi- pensó el mayor.
Pensamiento, que al parecer, fue captado por el ruso porque enseguida se puso rojito.

-Partiremos elongando le volvió a hablar con ese tono autoritario.

Lo siguiente, es que el pelinegro pensó que aquel niño le tenía mala

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Lo siguiente, es que el pelinegro pensó que aquel niño le tenía mala .
En su vida, sus músculos y articulaciones habían sonado tanto.

En cualquier momento, el kazajo se quebraría.
Y como si aquello no bastara, enseguida de ese sufrimiento, practicaron la elasticidad apoyando la pierna en la baranda de la sala.

Aminovios (Otayuri One-Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora