Capítulo 2

1.8K 161 152
                                    

Luke pov

La semana antes de que nosotros entráramos a clases transcurrió muy rápido, en esos días _____ y yo no salíamos de casa. Shi, por otra parte, salía cada día en la mañana y regresaba a casa antes de cenar, decía que hacía un amigo nuevo todos los días. ¿Ya dije que él no era como nosotros?

_____, por su lado, se dedicaba a dormir y comer, dormir y comer todo el santo día. Una que otra vez estudiaba un poco, decía que quería estar al tanto para no pasar un momento humillante el primer día. En nuestra antigua escuela era la tercera mejor de la clase, el segundo era yo, el primero era un chico pelirrojo, era nuestro "amigo", pero debido a problemas de salud no acudía muy frecuentemente al colegio, las pocas veces que se le veía era para entregar trabajos y para hacer los exámenes, que, por cierto, siempre sacaba diez, ya que no hablábamos mucho le decíamos "amigo" entre comillas.

Finalmente, el día tan "esperado" había llegado, me levanté de la peor manera posible, ese sueño no me dejaba estar tranquilo durante las noches, a pesar de estar cansado llevé mi ropa al baño, me bañé y me cambié ahí, pasé mi mano entre mi cabello para darle un poco de "forma" y no parecer tan desarreglado, y como todo buen hermano mayor desperté a mi dulce hermanita con mucho amor y cariño.

- ¡Levántate, tonta! - grité en su oído.

Debido al susto generado por mi grito cayó de su cama - ¿¡Pero que te pasa, animal?!-

-Ya es tarde, debemos irnos- le dije tranquilamente, ella finalmente se levantó, y se dispuso a bañarse. Bajé a desayunar, nuestros padres no habían estado en casa la mayor parte del tiempo, buscaban un empleo, les quitaba más de la mitad del día. Como todo chico normal me preparé el plato más exquisito de mundo, un delicioso cereal.

_____ y Shi bajaron minutos después, comimos rápido. Shi se fue antes, al parecer sus amigos vinieron a traerlo, por otra parte, nosotros nos quedamos lavando los platos, al finalizar terminamos de guardar las cosas en la mochila y salimos de casa. Caminamos hasta una parada de buses que estaba cerca, un poco después llegó Kyle junto a otros tres chicos, un chico azabache, otro un tanto gordo y un chico con un suéter naranja, el gorro de este tapaba casi toda su cara. Solo los miré de reojo, ______ no los miró, estaba petrificada, uno de sus miedos era hablar con gente nueva.

-Hola chicos- nos saludó Kyle.

-H-Hey- intenté parecer calmado, no funcionó. _____ solo saludó con su mano, estaba tratando de no mostrar su rostro por el miedo.

- ¿Son los nuevos? - preguntó el azabache, yo asentí con la cabeza como respuesta -Un gusto, soy Stan Marsh, el gordo es Eric Cartman y el que parece una zanahoria con patas es Kenny McCormick-

-Soy Luke Wood y ella es mi hermana, _____- finalmente levantó su rostro, sus ojos estaban llorosos, tenía cierta preocupación su rostro. Era una reacción "tierna" que siempre hacía cuando quería salir corriendo por vergüenza, estaba a punto de reírme y decirle que parecía un cachorrito asustado.

-U-un gusto...- su voz se iba apagando poco a poco.

Los demás se le quedaron viendo un tanto sorprendidos, sabía que tipo de expresión era esa. Les miré de forma que entendieran que si se le acercaban les cortaría un dedo.

Justo en ese momento el autobús llegó, todos subimos, realmente fue un momento incómodo, todos nos miraban. Ambos nos sentamos en el último asiento.

Sentí las miradas de los demás, saqué un libro para intentar entretenerme con algo, se escuchaban susurros, unos no tan bonitos. Fue realmente incómodo...

Por fin habíamos llegado a la escuela, esperamos a que todos se bajaran para salir de ahí, cuando bajamos guardé mi libro. Entramos y caminando por pasillos desconocidos.

Eran este tipo de momentos en los que quería desaparecer y morir, me daba una extraña ansiedad ser el centro de atención; una parte de mí decía "Claro que soy el centro de atención, estoy bien bueno" pero otra parte de mí gritaba como perra loca.

La campana sonó, todos entraron a sus salones, quedamos solos, suspiré, sentí libertad. No fue tan difícil encontrar la dirección, todo fue cuestión de lógica. Toqué la puerta antes de entrar.

-Pasen, mkay- se escuchó decir desde adentro de la dirección. Entré seguido de mi hermana.

-Buenos días- dijimos al unísono.

-Así que ustedes son los gemelos Wood, un gusto, soy el director PC, espero que no hagan ninguna acción discriminante hacia los demás, si no, tomaré medidas muy drásticas. No tolero a los que discriminan a los demás-

-Descuide, señor. Nosotros no realizamos ese tipo de acciones- hablé con mucha seguridad.

Nos entregó nuestros horarios, la ubicación de los casilleros de cada uno. Para nuestra suerte nos tocó en el mismo salón, seguro que nuestros padres rogaron por ello.

Esperamos a que el profesor nos dejara entrar, pasamos sin mirar a nadie más que al maestro, mi hermana... la pobre no quería levantar la cabeza. Nos pusimos en frente de la pizarra, como era de esperarse los susurros volvieron.

-Bien, como se habrán dado cuenta hay nuevos alumnos. Preséntense- dijo el profesor.

-Soy Luke Wood, un gusto- mi voz sonaba un tanto apagada, más de lo normal.

- Soy ______ Wood... - habló, intentó decirlo en un tono seguro pero no le funcionó.

El profesor se presentó también, nos dijo que si teníamos un problema no acudiéramos a él. Su nombre era Herbert Garrison.

Nos señaló nuestros asientos, eran los últimos, _____ rápidamente se sentó en el asiento "del protagonista anime promedio", se veía emocionada, me senté junto a ella con una pequeña sonrisa que nadie vio por suerte.

Las clases transcurrieron normales, nadie nos veía, actuaban como si no estuviéramos, era genial, esperaba que siguiera así. Pero, como era de esperarse, me aburrí, así que rompí un pequeño trozo de la página de mi cuaderno, escribí algo en él, lo arrugué y se lo tiré a _____.

- ¿Y, que se siente estar en el asiento anime? - pregunté para animarla.

- Se siente genial, supongo- respondió.
Nos reímos un poco suave por esa respuesta. Hasta que un milagro sucedió, la campana sonó indicando la siguiente clase. Así fue casi todo el día, solo hablábamos entre nosotros las veces que podíamos.

Finalmente la hora del almuerzo llegó.

Nos levantamos rápido y corrimos hasta la cafetería, nuestra meta era comprar antes de que todos llegaran he irnos a comer a otro lugar, pero una vez fuera los demás chicos que estaban en el pasillo evitaron nuestro perfecto plan. Cuando salimos de la masa de gente la dichosa cafetería estaba repleta.

-Supongo que no hay otra alternativa- dije, tomándola de la mano la arrastré hasta la fila para pedir la comida.

Ambos tomamos una bandeja, miramos alrededor, la única mesa vacía estaba hasta el fondo, caminamos rápido. Por suerte el almuerzo de ese día era algo fácil de comer, nos sentamos y proseguimos a comer.

Hasta que...

The lost twins (South park y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora