One-shot

621 73 7
                                    

Todo comenzó aquel fatídico día en el que Squalo llegó a la conclusión de que era una buena idea enviarle un regalo a Yamamoto. Pero no cualquier regalo, no. Lo que le mandó fue un DVD porno, ya que, según él, un espadachín debía controlar todas sus espadas. Quiso devolvérselo, sin embargo, Squalo se las arregló para que fuera imposible. Así que el guardián de la lluvia decidió esconderlo en algún lugar recóndito de su habitación. No obstante, cuando por fin había olvidado la existencia de ese vídeo, Gokudera lo encontró.

  -Takeshi, ¿qué diablos es esto?

  -Eh...

  -¿Desde cuándo ves porno?

  -N-No veo porno.

  -Entonces, ¿por qué tienes esto aquí?

  -No te enfades. Me lo mandó Squalo hace un tiempo y no conseguí deshacerme de él. Pensé que nadie lo encontraría nunca.

  -¿Y no lo has visto?

  -Claro que no. ¿Por? ¿Quieres verlo?

  -N-No es eso...

  -Hayato, estás rojo.

  -¡N-No es cierto!

  -Venga, trae. -Yamamoto le arrebató la caja al guardián de la tormenta de sus manos e introdujo el CD en su ordenador portátil, situándolo entre ambos-. Si tantas ganas tienes de verlo, vamos a verlo.

  -Te he dicho que no quiero verlo. Además, a ti no te van este tipo de cosas.

  -Bueno, tampoco es que me importe mucho verlo que no.

Y así comenzaron a ver juntos el vídeo enviado por el emperador de la espada. Conforme transcurría el tiempo, creían cada vez menos los Vongola lo que estaban observando sus ojos.

  -¿Lo está atando a la cama? -Dijo Gokudera atónito.

  -Eso parece...

  -¿Y ahora le está dando azotes?

  -S-Sí...

  -¿Y se supone que eso le gusta?

  -Pues a juzgar por su cara y sus gemidos... sí...

  -¿Cómo puede eso sentirse bien?

  -No lo sé... A ti te han atado varias veces peleando, ¿te gustó?

  -No, para nada. -Hayato calló por un segundo-. Igual depende de quién lo haga... Takeshi, ¿le está metiendo un...?

  -Sí, definitivamente lo está haciendo.

~~~

Cerca de una semana más tarde, Gokudera y Yamamoto se encontraban en casa del albino. El guardián de la lluvia le había quitado la camisa al de la tormenta y lo besaba con dulzura mientras notaba cómo las manos de su novio retiraban la molesta prenda blanca que llevaba. Entonces, el deportista estiró el brazo. Un segundo después, las muñecas de Gokudera habían sido aprisionadas tras su espalda con unas esposas.

  -¿Takeshi? Takeshi, ¿qué significa esto?

  -Pues... quería probar lo que vimos el otro día.

  -¿C-Cómo?

  -Tranquilo, ya verás cómo será divertido.

Yamamoto empezó a besar su cuello, mordiendo y succionando para dejar marcas. Poco a poco, fue bajando por su cuerpo, deleitándose con los gemidos de su novio. Arañó su cintura a la vez que lamía su ombligo como si se tratase de un dulce caramelo. Le desabrochó el cinturón y le retiró los pantalones y la ropa interior al mismo tiempo. Luego, hizo lo mismo con los suyos. Entonces, levantó una de sus piernas y la fue besando y chupando desde la punta del pie hasta llegar a su miembro viril. Clavó las uñas en sus muslos y empezó a acariciar su pene con la lengua, sin llegar a introducirlo en su boca. Al cabo de un rato, cedió ante las súplicas de Hayato y cambió la tarea de sus manos. Comenzó a masturbarlo mientras que, ahora, volvía a devorar sus labios.

Experimentemos [8059 / YamaGoku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora