Después de todo es verdad, aquello de las historias que otros cuentan.
El frío es blanco, pero te abraza y te cubre como el rocío que, él mismo, suelta despacio por la mañana.
Yo conocía el frío, pero no tan intensamente: conocía su color y su brillo, pero nunca, jamás, lo había sentido. No como ahora. Nunca, hasta hoy.
¿Tienes frío? Luces como aquel que tiene frío.
Tu piel blanca, tus labios violetas. Esa mirada perdida, esas manos inmóviles, me dicen que tienes frío.
Y si esto es el frío, mis piernas adoloridas, mi rostro lagrimeando, entonces no sé si quiero sentirlo; porque tus ojos apagados susurran perdón, y tus labios parecen a punto de hablar, ahora de color azul.
¿Por qué lo hiciste? Quiero gritar. ¿Por qué cuelgas? ¿Por qué no me hablaste? ¿Por qué en tus ojos no veo un te amo final?
Pero decidiste irte sin mí.
Y en tu rostro no hay un perdón.
Aunque ahora cuelgas de un árbol
con una soga, en un nudo,
arañando tu cuello
blanco y helado.
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Burdeo
Poetry"¿Tú tienes frío? Porque yo no. " Vivimos en un mundo que nos olvida y nos hace olvidar; nos hace olvidar a otros, nos hace olvidar que nos olvidaron. Sin embargo, usamos esta palabra y hacemos esta pregunta sin saber su verdadero significado: ¿cuá...