Cap. 8

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El espejo del baño se encontraba empapado en vapor. Delicados dedos removieron el agua condensada para permitir a un atractivo joven de cabello largo ver su reflejo después de la ducha. Un suspiro. Jeonghan no recuerda cuanto tiempo le tomó salir del agua caliente. Amarró una toalla a su cintura y caminó hasta la habitación para recostarse sobre su cama mientras reflexionaba en el daño de quedarse dormido sin antes secarse. Cogió el celular que había abandonado desde la mañana, y aunque ya no vibraba, tenía varias llamadas perdidas en el registro. Todas de Seungcheol.

-Perdona por no contestar, estaba tomando una ducha.

-Vale, me tenías preocupado eh. ¿Todo bien?

-Si, todo bien.- No es difícil darse cuenta del dolor oculto en unas pocas silabas. Sin mayor filtro, la preocupación de Seungcheol exigía una respuesta.

-¿y el chico de la mañana?

-Era Joshua.

-Tu novio.

-Mi ex novio.- Un pequeño silencio que fue duro de disipar.

-¿Quieres que vaya? ¿Estás bien?

-Descuida, has tus asuntos y te veo al volver.

Colgó.

Una vez más Jeonghan sentía que un caluroso y horrible sentimiento subía hasta su cabeza.
Intento distraer su mente y se reincorporo para secar su cuerpo y vestirse. Ahora imaginaba la voz de Seungcheol en su cabeza: "¿Estas bien?" "Hannie" "Lo siento"
Tantas cosas rondaban en su conciencia y una extraña sensación de frustración lo invadía constantemente. ¿Cómo podía pensar en el pelinegro en ese momento?
Una culpa respecto la noche anterior invadía su mente. Aquellas risas bajo la sabana y su corazón acelerado. Qué demonios sucedía...

<< ¿Soy acaso una horrible persona?>>

Y de un instante a otro Jeonghan dejo de sentirse triste y comenzó a estar desconcertado. Miraba la palma de su mano e imaginaba como era sujetada por la de Seungcheol mientras dormían. Se concentraba en cada línea y rastro de piel, intentando recrear el calor que aquel agarre le transmitía. Las mejillas se volvieron rojas y la culpa se maximizó al momento de confesar para si mismo:

-Me gustas, Seungcheol...

Las siguientes horas fueron nada más que un suplicio.
Caminando de un lado a otro, Jeonghan experimentó todo tipo de emociones, mientras intentaba reorganizar su mente desde un tornado de pensamientos. Consumadas algunas largas reflexiones y sesiones de auto-critica, formuló una que otra conclusión medianamente satisfactorias.
<< Soy una horrible persona>>
<< Me gusta Seungcheol>>
<< Él no puede enterarse>>

Golpearon a la puerta y el dueño de casa se encaminó para abrirle al mayor, que llegaba poco antes de que oscureciera. Jeonghan parecía algo distraído y nervioso, quizás Seungcheol se percataba pero decidió no hacer comentarios. Ambos se sentaron juntos en el sofá mientras bebían una taza de té caliente y buscaban un camino seguro para empezar la conversación, temerosos de elegir un trayecto que acabara mal.

-Entonces ¿estás bien?...Imagino que no mucho, bueno... no sé qué sucedió pero lamento mucho lo que sucedió entre ustedes Hannie. - La preocupación se reflejaba en los tiernos ojos del mayor, que formaba cuidadosamente cada palabra con tal de no herir al contrario.

-Si, estoy bien... es algo que ambos veníamos asimilando desde hace un tiempo. –Miraba sus tobillos y la forma de sus cordones blancos.- La única diferencia fue que hoy se sintió verdadero. Fue una despedida. - Levantó los hombros y volvió a mirar al mayor para darle a entender que a pesar de todo, se sentía como lo correcto.

Always my heroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora