Especial

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Otabek


-¡!YURA!!- grite fuertemente antes de que saliera corriendo sin dar alguna pista de donde iría, lo cual me generaba aún más estrés que lo mencionado anteriormente, si bien entendía que Yuri podía relacionarse con otras personas, no esperaba que fuera tan imprudente.

En cierta forma me arrepentía de haberle gritado, pero era lo correcto, mi intención nunca sería el de llegar a lastimarlo, sin embargo debía buscar alguna manera de poder tenerlo más controlado, y no por que quiera ser posesivo ni nada de eso, él es apenas un adolecente que se está redescubriendo y no creo que sea bueno permitirle hacer cualquier cosa, además.... No creo que todo lo de su pasado se haya ido, lo que más puedo temer es que suceda algo y todo sería mi culpa...

Recobre la compostura y me dirigí a alistarme, hoy sería un largo día de trabajo, como normalmente lo eran. Agarre mi uniforme, mi maletín y salí, no sin antes de mandarle un mensaje a Yuri de que saldría, posiblemente él me esté odiando en este momento pero... para mí era importante al menos mandarle un mensaje de despedida.

Apenas llegue a al trabajo, ya habían personas de un lado para el otro, colocando papeles en otros escritorios, hablando al teléfono, saliendo y entrando del edificio, los nuevos reclutas dirigiéndose a la sala de entrenamiento, mientras que los más experimentados buscaban la resolución de algún caso, por mi parte, por el momento lo único que podía hacer era ayudar con los informes, hasta que el reporte de alguna investigación fuera valido y pudiéramos entrar en acción, pero hasta el momento me encargaba de diferentes actividades.

El día termino, pues fue lo bastante normal, sin embargo siempre debíamos de estar alerta no sabíamos cuando seriamos necesarios en algún caso. Por el momento podía volver a casa e intentar tener una conversación con Yuri, al menos me reconfortaría verlo y saber que está bien, eso era lo único que necesitaba para que este día fuera mejor.

Al llegar encontré la casa a oscuras, con un poco de miedo subí las escaleras, esperando ver si Yuri se encontraba en su cuarto y no que se había escapado, cada escalón fue una tortura y un pensamiento cruel, pues en todo el día no había tenido ni una sola noticia de él y si algo le había pasado... no no, no era así me repetía una y otra vez, hasta que el alivio llego al notar la lucecita de su cuarto encendida, podría jurar que en ese momento mi corazón se tranquilizó y volvió a su ritmo actual, me pare justo al frente y di un par de golpes a la dura madera.

-Yura... estas despierto.-dije en un tono suave

Al no tener respuesta entre y lo encontré acostado, si bien podía estar dormido, también podría estar fingiendo.

-Bien... yo lo siento, me altere un poco, estaba preocupado y no reaccione bien, buenas noches.- me acerque para darle un pequeño beso en la frente, era como una costumbre el darle un beso de buenas noches y no solo por él, también por mí, una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al verlo ahí acostado, tan saludable y bello.

Sin dejar de verlo salí de la habitación apagando la luz, una vez fuera me dirigí a mi cuarto el cual no había sido utilizado como dormitorio las últimas semanas, pues desde que el pequeño llego dormía con él, mire la cama un poco desolado, aquel chico en verdad era...

Me cambien y recosté en la cama, ya no tenía energías, así que sin mucho esfuerzo logre dormir, pues de cierta forma el pequeño cuerpo del rubio me hacía falta.

la mañana iniciaba bastante bien, Yuri como normalmente se encargó del desayuno y tuvimos una que otra platica, sin embargo lo notaba algo tenso, intente evitar el tema de lo sucedido ayer, no quería causarle más incomodidad, cuando él estuviera listo hablaríamos de aquello con calma y no ahora cuando las cosas están raras.

¿Existe la libertad? ~Otabek x Yuri ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora