violacion

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Eran poco más de las diez de la noche, los ojos verdes de un moreno de mirada seria se encontraban perdidos en la incandescencia del fuego de una vela que ondulaba de derecha a izquierda casi imperceptiblemente, pero lo suficiente como para hipnotizar por unos minutos al sargento de la tropa de reconocimiento. Levi estaba absorto. Si se quiere una imagen de la escena, podría decirse que el moreno parecía estar platicando mentalmente con el azul y el naranja del fuego, contándole sus problemas o tal vez escuchando los propios del fuego, pero, ¿qué problemas podría tener el fuego?

Mirando atento, sin demostrar emoción alguna, como la mayor parte del tiempo, el moreno dejó escapar un suspiro que trajo el caos a la llama de fuego que tenía en frente; haciéndola temblar y empujándola hacia abajo y, parecía que el aliento de Levi reprimiera el deseo de existir de la llama y esta buscara con todas sus fuerzas erguirse nuevamente, pero la respiración de este hombre la llevara al borde de extinguirse. Algo similar sentía él.

El sargento sintió una respiración junto a su oreja y de repente la vela se apagó.

-Despierta -dijo una voz de mujer a su lado. No necesitaba de luz para saber que se trataba de Hanji.

-¿Qué haces acá cuatro ojos? Ya no es hora de andar por ahí molestando a los demás -.

-Lo sé, lo sé, pero te aseguro que tengo un buen motivo para venir a hablarte, de otra manera no me atrevería a platicar con un amargado -.

-¿De qué se trata? -preguntó Levi ya intuyendo lo que Hanji le pediría.

-Quiero saber si mañana me puedes prestar a Eren -dijo la castaña con una sonrisa que Levi no pudo ver por la ausencia de luz, quien por su cuenta tenía una expresión de enojo.

-¿Qué demonios pretendes hacerle esta vez? -Preguntó Levi de manera agresiva -Hoy me dijo que la última vez que lo tomaste "prestado" por poco lo decapitas. ¿A caso crees que Eren es tu muñeco de trapo? -terminó de reclamar. Aunque en realidad su enojo no se debía al riesgo que corría Eren, sino al encontrarse en ese momento junto a Hanji.

-Pero él está bien, ¿No? Jamás le haría algo tan peligroso como para matarlo. Si muriera perdería un gran sujeto de pruebas -dijo Hanji defendiéndose -¿Por qué no entiendes que lo que más deseo es saber todo sobre los titanes? -Cuestionó al moreno -No me reprimas este deseo, o ¿A caso te gustaría que reprimieran tus deseos? -Dijo Hanji sin saber lo que acontecería a causa de su pregunta.

-Ahora que lo mencionas, cuando entraste estaba pensando sobre eso -Dijo Levi girando su rostro hacia el de la castaña a pesar de que no la podía ver. Entonces, con un rápido movimiento se levantó de la silla en la que estaba sentado y puso sus manos sobre el cuello de la Zoe, a lo que ella solo abrió sus ojos lo más que pudo como respuesta.

-No, no me gusta reprimir mis deseos -Dijo mientras rodeaba con sus manos el cuello de la chica. Tan apretado, con amor.

-Suéltame Levi -Decía Hanji forzosamente mientras intentaba inútilmente quitarse de encima las manos del hombre.

-Pero yo mismo he reprimido mi mayor deseo -Decía Levi mientras acercaba su rostro al de la asustada mujer -Siempre había reprimido el dese de hacerte mía porque no era lo correcto -.

Mientras tanto Hanji intentaba forcejear, pero la falta de oxígeno la había debilitado y sus intentos por escapar eran infructuosos.

-Pero esta noche decidí darle un giro a la situación -Dijo el sargento, acto seguido posó sus labios sobre los de la aterrada chica y recorrió con ellos y su lengua cada rincón de la boca de su deseada. -No me reprimiré más -Dijo con una sonrisa después de haberla besado como había deseado hacía mucho.

apretado amor - hanji y leviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora