Asechanza Del Mal

Capitulo 5 - Corriendo de dolor

Ya era demasiado tarde, la pobre muchacha ya estaba cansada de estar ahí tirada suplicando por ayuda mientras rogaba internamente por que Mike volviera, era momento de resignarse el no volvería aunque sin duda alguna lo que verdaderamente le afectaba a la muchacha eran las palabras del pelinegro hacia ella acusándola de la muerte de sus compañeros.

Era cierto que no tenia una buena convivencia con ellos, incluso podría decirse que no le agradaban pero de eso a desearles la muerte o peor aun, a matarlos había una gran diferencia.

Además ella adoraba a su primo, tenia muy buenos recuerdos de la infancia —hasta momentos antes de que muriera— con el pero ya solo quedarían como recuerdos ya que Sergio estaba muerto y aunque le costaba trabajo asimilarlo tenia que hacerlo por que ya no había nada que pudiera hacer por el.

La joven se miró ambas manos y cerró fuertemente los ojos deseando que todo fuera una pesadilla de la que ya deseaba despertar, los abrió lentamente y se levantó del lugar en el que se encontraba. Su ropa ya estaba sucia por la tierra en la cual estuvo tirada llorando pero era de noche y su apariencia no podía importarle en lo mas mínimo.

La joven comenzó a caminar sin tener alguna dirección a donde ir, no sabia que hacer pero no podía seguir ahí, no era lo conveniente estando ella sola en el bosque, por la noche a altas horas de la madrugada sin ningún tipo de protección.

Comenzó a sentir frío, la temperatura había comenzado a bajar y ella no llevaba suéter, la blusa de manga corta que llevaba puesta no le serviría de mucho, aun así siguió caminando como si supiera a donde ir.

Ni siquiera recordaba donde estaba la cabaña y sinceramente no tenia muchas ganas de regresar ahí, el cuerpo de su primo seguía allí y las muertes de sus compañeros ocurrieron luego de entrar a esa cabaña.

Había algo raro en eso por lo cual rápidamente pasó por la cabeza de la muchacha que esa cabaña les había llevado algo de mala suerte o eso pensaba en ese momento, intento no darle vueltas al asunto ya que no era lo conveniente y mientras intentaba olvidarse de ese tema revisaba por los suelos para no tropezarse con alguna roca o algo similar.

Poco a poco fue olvidándose de la cabaña pero el hecho de que sus compañeros estaban muertos no la dejaba en paz y en ese momento recordó al títere que se encontraba en la cabaña.

Había algo extraño en el, la muchacha lo había notado desde que lo observó.

»Malgwen«

Eso era lo que decía el dije que el muñeco traía puesto consigo, esa palabra se repetía una y otra vez en su cabeza hasta que dejo de caminar para detenerse, ¿como era posible que esas siete letras le resultaran un acertijo? O mejor aun ¿por que buscaba el significado de esa palabra en medio de la nada justo en ese momento?

Podían escucharse el crujir de unas cuantas hojas que se encontraban regadas, alguien se acercaba pero ¿quien era?

La muchacha no era capaz de darse cuenta de la presencia de alguien mas que se encontraba a la distancia de un metro detrás de  ella por estar pensando en esa palabra que —aparentemente— la había dejado en estado de shock.

¿Como no era capaz de darse cuenta de que alguien la observaba? ¿Como no era capaz de sentir la presencia de alguien mas a tan corta distancia? ¿Que le pasaba? ¿Por que no reaccionaba?

Luego de algunos breves segundos la muchacha reaccionó y al sentir a alguien atrás de ella —con miedo— se dio la vuelta pero no encontró nada.

Su corazón se aceleró y sintió como su cabello era estirado con suavidad como si alguien lo cogiera para acariciarlo o cepillarlo, parecía que todo le fallaba en ese momento, el miedo la invadió y pasó saliva.

Rezo internamente y no obtuvo valentía para poder girarse nuevamente, lo único que se le ocurrió fue echarse a correr.

La muchacha corrió y corrió a toda velocidad invadida por el miedo y sentía como alguien la seguía, esquivo algunos arboles que de cualquier forma la hicieron alentar un poco el paso pero el miedo que sentía era enorme, no era capaz de girarse para ver si la seguían ya que sabia perfectamente que aun la seguían.

Su respiración era agitada, siguió corriendo sin parar por un muy buen tiempo hasta que comenzó a respirar por la boca olvidándose de hacerlo por la nariz y eso provoco que se cansara mas rápido, en un instante se detuvo a inhalar aire.

Llevo sus manos a sus rodillas y respiro profundamente, su corazón latía fuertemente por el miedo y por el hecho de haber corrido tanto, observo sus tenis y al levantar un poco la vista se encontró con unos zapatos negro que seguían de un pantalón de vestir negro, la bastilla estaba desgarrada y al levantar mas y mas la vista fue observando una camiseta blanca de botones y un saco negro, lo suficientemente que apenas se podía ver gracias a la obscuridad, antes de que pudiera terminar de ver totalmente a quien se encontraba frente a ella observo un dije que había en el saco.

»Malgwen«

La chica abrió los ojos en grande y no le importó ver el rostro de la persona que se encontraba frente a ella, nuevamente se echo a correr, siguió corriendo y corriendo sin detenerse, suavizó un poco su trote y se giró.

La iba siguiendo pero esa vez observo el rostro de aquel sujeto que la seguía.

Su rostro podía distinguirse a la perfección.

Su ojo izquierdo estaba bizco mientras que el derecho estaba bien, sus labios parecían torcidos y su mejilla derecha se encontraba llena de cicatrices.

La muchacha seguía corriendo y el sujeto aun la seguía hasta que paro en seco, Gwen siguió corriendo un poco mas y ya que no regreso la vista hacia el frente no vio lo que había frente a ella.

No pudo observar que estaba a punto de caer a su perdición.

La muchacha cayó de un barranco muy alto, su pie izquierdo quedo ladeado y rápidamente el charco de sangre se hizo presente gracias a su caída y todos sus huesos rotos.

Pobre Gwen, ella no había asesinado a sus compañeros pero lamentablemente no pudo demostrarlo, mas sin embargo también corrió con la misma suerte que ellos lo hicieron.

Los cinco hicieron mal en entrar a aquella cabaña y por ello pagaron las consecuencias de una manera muy cara. Con sus vidas.

Al menos la muchacha en sus últimos momentos de vida estuvo corriendo intentando salvar su vida, intentando averiguar que había pasado. Quien había matado a sus compañeros. Lástima que termino corriendo de dolor.