Pequeño halcón

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Un ruido se escucho desde la cocina.

-Bakao.- Entre corriendo preocupado por mi esposo- ¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien?.- Pregunte cuando lo vi en el piso recogiendo un plato.

Su mirada me confirmo que era lo contrario, definitivamente mi amado halcón no estaba bien.

-Amor... ¿Qué sucede?.- dije mientras me acercaba a el y comenzaba a recoger los fragmentos de porcelana a su lado- Has estado muy distraído últimamente.

-Nada, por cierto tu celular no ah dejado de sonar.- lo vi suspirar y hacer una mueca de desagrado cuando, efectivamente, mi celular comenzó a sonar- ¿Por qué no respondes? Akashi te esta llamando.

-¿Como sabes que es el?- respondí mientras me levantaba a revisar el celular, sorprendiéndome y volteando de reojo a ver a Kazunari, tome el teléfono y respondí a la llamada.

-Shintarou, por fin te encuentro, necesito hablarte sobre aquello- escuche la voz de Akashi del otro lado de la línea.

Voltee a ver a mi esposo, quien ahora se encontraba de pie, mirándome con sus hermosos ojos azul-plata cristalizados, al borde de las lagrimas, no podía, verlo así me desarmaba por completo, deje de escuchar a Akashi y colgué el teléfono para prestarle completa atención a aquel chico que tenia mi corazón.

-¿Por qué cuelgas?, tu gran amor te llama Midorima, después se enojara si cortas su llamada como ahora.

-Kazunari, ¿De qué carajo estas hablando?.- dije alterándome un poco por dos razones, estaba desconfiando abiertamente de mi fidelidad hacia el y me acababa de llamar por mi apellido, solo cuando estaba enojado, no, furioso conmigo me llamaba así.

Me di cuenta del gran error que había cometido al levantarle la voz cuando vi como comenzaban a caer lagrimas de sus tristes ojos, había sido un idiota por haber hecho llorar al ser mas hermoso que había pisado esta tierra.

-No, kazunari, pe-perdóname.- dije tratando de acercarme a el, aun que lo único que recibí fue una fría mirada y conseguir que el moreno retrocediera ante mi avance.

Trate nuevamente de acercarme a mi esposo y al igual que antes este retrocedió, pero esta vez fui mas rápido y logre tomarlo de el brazo antes de que lograra escabullirse

-Midorima, por favor suéltame, no es el momento.-dijo mientras jalaba su brazo para soltar mi agarre

-Amor, no entiendo que sucede, cálmate y hablemos sobre esto, se racional por favor Kazunari.

Las palabras dichas anteriormente parecieron tener el efecto contrario a el deseado sobre el moreno pues este me dio una fuerte bofetada y salió prácticamente corriendo de la cocina encerrándose en nuestro cuarto.

Tome las llaves y salí de nuestra casa caminando sin rumbo, hasta encontrar un pequeño parque cerca, aquel parque al que siempre iba a pasear con Takao, me arrepentía de haber salido de esa manera de la casa, primero, no traía abrigo, ni si quiera un suéter para cubrirme de el frio invernal, segundo, había dejado mi celular en la barra de la cocina y así no podría arreglar ningún asunto ni tratar de llamar a Kazuari para hacerlo reaccionar, aun que tal vez este punto era mejor dejarlo, pues así me daría tiempo de pensar y aclarar mi mente, tercero, y el mas doloroso, había dejado en casa, solo, a mi lindo y mimado halcón, ¿Qué sucedería si por algún motivo sucedía algo y yo no estaba ahí para protegerlo?.

Comencé a crear ideas en mi mente sobre que le podría pasar a mi adorado esposo, desde algo tan inocente como una pequeña cortada en el dedo por el roce de una hoja de papel, hasta la idea de que alguien entrara a nuestra casa y encontrara a aquel adorable y hermoso chico desprevenido e indefenso, con esta ultima idea se me acelero el corazón y me entraron unas ganas terribles de regresar corriendo a su lado.

Invernal [One-Shot Midotaka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora