INFINITAMENTE ETERNO

Prólogo

"Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti."

Orgullo y prejuicio, Jane Austen.

A mi familia, mi amor y cada persona que cree en este loco sentimiento...

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¡Creo que te amo! Creo que te amo y tengo el grito ahogado en el pecho. ¿Es posible sentir tanto amor en tan poco tiempo? ¿Conocer al indicado incluso en el peor momento? ¿Qué le hiciste a mi corazón? ¿Cómo fuiste capaz de conectar tu alma con la mía con tu simple presencia y volverme loca frente tu ausencia?

Apareciste en mi vida cuando estaba seca y marchita como el príncipe de cuentos que rescata a su princesa del castillo custodiado por dragones y monstruos horrorosos o el superhéroe que con sus poderes es capaz de salvar a cualquier persona. Y tú, tú me salvaste a mí. Ahogaste todos mis miedos en lo más profundo del mar y derrumbaste todos mis muros en fracción de segundos. Me estremeciste desde el primer momento en que nuestros caminos se cruzaron, removiendo cada una de mis piezas y bloqueando todos mis sentidos por completo. 

Quiero caminar de tu mano por el mismo sendero y hacer brillar tus noches aunque todo este oscuro. Iluminar cada día gris con amor, pintando un arcoiris en cada uno de tus amaneceres. Que no me quites esa mirada cómplice, la sonrisa contagiosa y que cada paso que dé me sienta protegida como cuando estaba en el vientre materno. Te quiero cuidar, hacer que nuestro amor crezca recto y firme como un árbol milenario, porque creo que al fin encontré al hombre que soñé tanto tiempo. Esa aguja en el pajar, mi uno en un millón, ese amor incuantificable que no cabe en el corazón y que ni siquiera los dementes son capaces de comprender.  

¿Cómo tocaste tan fuerte y profundo mi corazón? ¿Cómo es posible que con un solo beso me hayas conducido a tantas dimensiones?  y más aún, ¿Cómo pudiste dejar una huella de fuego en mi corazón con una simple conexión de miradas?  Si me vuelvo loca, prométeme que harás que recobre la cordura o te perderás conmigo hasta volver a encontrarme, a encontrarnos. 

Amor, esa palabra tan simple pero tan amarga y dulce a la vez. ¿Cuántos han muerto por amor? sin embargo, ¿Cuántos han vuelto a nacer otra vez por el mismo? Si me hicieran elegir diría que por ti desperté otra vez. Me reviviste del infierno terrenal en el que me encontraba y reconstruiste a mano mi sonrisa. Te amo, porque sin intentarlo has vuelto a sacar lo mejor de mí.