Como dicen después de la tormenta viene la calma, así fue ese día. Uno perfecto.
Estaba recostado en mi cama, recordando cada detalle, una tormenta sonaba en el exterior. No me sorprendería que mañana viéramos varios charcos.
Los truenos se volvían más fuertes, no podía dormir por el ruido de los relámpagos así que repasaba las cosas del día.
Un chirrido apareció entre la oscuridad, el castañeo de unos dientes llamo mi atención, seguí haciéndome el dormido. Miraba como alguien se recostaba en el sofá con una sábana. Supuse quien era al instante.
—No duermas ahí
—...Creí que estabas dormido. Perdón por molestarte
—Ya tenía rato despierto. ¿Pesadillas? —encendí la lámpara mientras me sentaba a su lado.
—Más bien fobia, detesto las tormentas
Lo había olvidado.
La luz de un rayo hizo que iluminara la habitación haciendo ver su rostro de nerviosismo y después un ruido tan fuerte se escuchó.
Sun Hee tapó sus oídos con las manos, la lámpara se apagó, seguro por la tormenta. Se colocó en posición fetal y comenzó a temblar.
—No, no, no. Él no está aquí -comenzó a decir—. Nada paso...—cayo en llanto. La abrace, no soportaba verla así.
—¿Qué fue lo que paso? Sé que odias los relámpagos por...esa vez, creo. Pero ¿quién es él?
—No puedo decirlo...No...No debí venir -se escuchó otro trueno y Sun volvió a tapar sus ojeras.
—Lo hiciste por temor, no querías estar sola y no lo vas a estar
—...Mi tía solía cuidarme en esos momentos y Hoon me ponía música, es un buen primo
—Ven —la cargue, no era tan pesada pero así la acosté en mi cama—. Dormirás aquí
—Pero esta es tu cama
—Sí, ¿quién dijo que dormiría en otro lugar? —me encogí de hombros—. Dije que estaría a tu lado. Por cierto —busque en los cajones—. Aquí esta —le puse los audífonos—. Esto te calmara —decía mientras se acurrucaba en mi pecho.
—Gracias...Lo siento por aparecer en medio de la noche
—Odio verte así —subía un poco más el volumen—. Te van a gustar —la abrace más fuerte mientras quedábamos en un profundo sueño. Podía sentir su aroma embriagador a vainilla. Sabía que estaría ahí.
Era algo pequeña y podía arrullarla a mi lado con facilidad, tenía una piel demasiado suave haciendo que el satén de seda fuera áspero a su lado. Su cabello me hacía algunas cosquillas pero en realidad era como el algodón.
♕♡♕
Al día siguiente aun podía oler a vainilla. Ella aún estaba a mi lado. Acaricie su rostro, era tan perfecta. Con razón Kiseop peleaba mucho por ella. Le hice cosquillas en su nariz, seguro nos estarían esperando en la oficina aunque ahora no tenía ganas de ir.
—Buen día, Sun
—Buen día, Kevin —contesto riéndose por las cosquillas—. Y ¿esa sonrisa? —no había notado que sonreía y de oreja a oreja. Escondí mi mirada, tímido—. Hey no te encierres en tu protección del mundo —volteo mi cara—. Así estabas muy bien. Pareciese que eras alguien nuevo, con vida sin temor a las criticas
—¿Estas mejor?
—Sí, gracias por lo de ayer
—Cuéntame, cuéntamelo todo —la tome del brazo.
—Kevin debemos ir a trabajar
—No te soltare hasta que me digas
Suspiro exasperada.
—Está bien. Pero solo porque sé que eres muy terco
—Empieza
—Recuerdas el incendio en la casa de mi familia —asentí—. Fue causado por un rayo que cayó en un poste de luz, lo tiro...y ahí se originó el fuego —sus ojos se cristalizaron, se sentó abrazando sus piernas—. No podía hacer nada, los únicos que sobrevivimos fuimos Hoon y yo...Sus padres estaban de viaje. No pude ayudar...no pude...fue mi culpa
—No lo fue, esas cosas pasan
—No lo entiendes, si hubiera...si hubiera advertido más pronto pero...—grito desesperada—. ¡Es mi culpa! ¡Estoy sucia! ¡Sucia! ¡Lo odio! Lo odio...
La abrace de nuevo muy fuerte. Sólo me habían platicado el incendio pero de ahí nunca hable de eso con ella. Comenzó a llorar demasiado feo. Estaba destrozada. Parecía una niña indefensa, esa niña de 12 años cuando paso eso. Después del incendio había cambiado en mucho, no era muy sociable, estaba seria todo el tiempo, a veces creía escucharla llorar, pero me temía acercarme y no saber qué hacer.
—Nunca se lo dije a Hoon, a nadie. Yo vi caer el poste con los cables a la casa, había salido porque olvide algo en la casa del árbol...Corrí para avisar pero mi padrastro me detuvo, no sé de donde salió, tapo mi boca para que no gritara...Aun...aun siento sus asquerosas manos tratando de propasarse, ¡estoy sucia! —chillo—. Le pegue en su entrepierna y salí de ahí, fui adentro para ver si podía ayudar, una muerte quemada me parecía mejor que estar al lado de ese tipo. Parte del techo me encerró, creí que hasta ahí llegaría todo...hasta que Hoon me saco de ese lugar, huimos del fuego llegando a la casa de los demás vecinos, estaban a menos de un kilómetro. Ellos llamaron a los bomberos pero cuando llegaron era demasiado tarde.
»El fuego había consumido mayor parte de la casa, todos nuestros familiares habían muerto entre las llamas. "Tú te quedaras conmigo", aún recuerdo su voz. Fue horrible. Después de eso viví un poco con mis tíos y Hoon pero luego se volvió a aparecer, ese señor fue a buscarme. Gritaba que no pero según debía ir con él. Mis tíos no pudieron hacer nada. Hoon me dijo que estaría bien...eso no duro por mucho tiempo. Me llevo a Sydney donde nadie se enteraría de lo que pasaba, éramos unos desconocidos ahí. Resulto que ya tenía otra quien me trataba como sirvienta y él intentaba pasarse de listo...su voz era entre costada. Tenía un gran nudo en la garganta. Nadie sabía de esto.
»No podía dormir en la noche, sabiendo que él aprovecharía esa oportunidad, nunca me encontró cuando entraba a mi habitación. A veces solía dormir afuera para que no me viera. Era terrible. Pude escapar, ya no supe más de él. Esa vez choque con Charlotte y ella con sus padres me dieron refugio. Siempre tengo pesadillas, en donde me encuentra y trata de hacerme daño. Regularmente son en días de lluvia, pero cuando llega la noche no quiero dormir. Sé que me está esperando con su macabra sonrisa. Por eso Hoon es sobre protector, esas veces que me veía llorando, sabía que algo andaba mal. No le dije. No quería dejar que siguieran dañándome...
—¿Por qué no dijiste nada? Tenías todo eso atormentándote
—Kevin hay cosas que no son fáciles de decir. Me amenazo. Era una niña, no tenía el valor que tengo ahora pero aún sigue destruyéndome por dentro...
—Sun Hee, confía en mí. Eres una mujer muy hermosa, valiente, divertida. Nadie te hará más daño, nadie se te acercara con malas intenciones
—Gra...Gracias
Bese su frente y le sonreí. Era hora de proteger a mi amiga, nadie iba a tocarla de nuevo. Te lo prometo.
También soltaba lágrimas, fue muy cruel lo que paso, se las arreglo sola para salir de eso y ahora seguía con el terror de lo mismo.
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Un amor desorientado
FanfictionLos hombres son de marte y las mujeres de venus, esa frase siempre se escucha por cualquier lado. Ya tengo 23 años y nunca he tenido novia, no se por que...mis padres se quejan de eso, han tratado en conseguirme citas pero con ninguna siento esa atr...