Si había algo que Somin nunca había podido controlar era el temblor de sus manos cuando estaba con los nervios de punta, justamente como ahora, que tomaba el celular, lo desbloqueaba para echar un vistazo al puñado de mensajes que tenía sin leer y lo volvía a bloquear para repetir esta acción diez veces más por minuto.
Luego de que el taxista las dejara en la capilla de Las Vegas se encontraron con el auto de Taehyung estacionado afuera pero sin rastro de los primos, así que entraron ambas en busca de los muchachos. No tardaron mucho en encontrarlos, los Kim se encontraban discutiendo con el dirigente del lugar y ambas no dudaron en acercarse.
Somin se fijó que Namjoon se veía horrible, su piel canela estaba un poco pálida, su ropa muy desliñada con manchas misteriosas y descalzo, sin calcetines de por medio. Igual que ella, su cuello estaba lleno de círculos violetas y su mano derecha tenía una brillante argolla cubriendo su dedo haciendo que la sangre abandonara su rostro.
—Usted no lo entiende, señor. —la voz de Taehyung sonaba dura— Esto es un error, un terrible error.
—No puedo hacer más nada, todos nuestros documentos son completamente legales y para deshacerlos tienen que hablar directamente con un abogado —dijo el encargado, un hombre de piel tostada con ojos verdes y cabello corto peinado de lado.
—Taehyung...
El mencionado y el gringo miraron a las recién llegadas chicas, el americano sonrió y se acercó para abrazar a Somin, quien esta se negó, esquivando al hombre con los brazos abiertos.
—Esto es una broma de película —dijo el gringo— ustedes fueron la mejor boda express que he visto en toda mi vida, eso de que los asiáticos son aburridos no va con ustedes dos, ¡¡SON LA BOMBA!!
Somin ni siquiera se atrevía a mirar a Namjoon y este igual, se mantuvo mirando a otro lugar cuando entró al salón, el hombre quién volvió a presentarse como Tyson, les entregó el certificado de matrimonio firmado por ambos presentes y los calendarios que habían encargado.
La pelinegra realmente quería que la tierra se abriera y fuera tragada hasta derretirse en el núcleo de la tierra, el cuarteto se despide de Tyson junto a los calendarios de la pareja hasta llegar auto de Taehyung.
—¿Y bien, cual es el plan? —pregunta Dahyun.
—Y-yo... no puedo volver a Corea casada —dice Somin, alterada— ¡Debemos arreglar esto ahora mismo!
Taehyung resopla.
—¿No escuchaste lo que dijo el tipo? —dice Taehyung— No puedes deshacerlo así como así, necesitas asesoramiento legal y Namjoon un baño porque huele a calcetín sudado con pie de atleta.
—No es el momento de bromas, Taehyung —regaña Somin.
La pelinegra se acerca a Namjoon, dejando el anillo de matrimonio en la palma de su mano, su corazón late frenéticamente por todo el estrés de la situación a la que no le veía ningún tipo de escapatoria. Este le mira, de verdad tiene muy mal aspecto debido a la terrible noche que pasó puesto que despertó en una de las bancas de la capilla, los músculos de su espalda dolían como el infierno y necesitaba una ducha para deshacerse del mal olor que estaba en su cuerpo.
La noticia de su matrimonio con Somin le había caído como un balde de agua fría, siempre había querido a la pelinegra incluso una vez se atrevió a soñar con ella como su esposa, pero no así, no de esta manera.
—Tengo un amigo que es abogado —dice Namjoon, tomando el anillo en la palma de su mano— quizás podamos vender esto para ayudar a pagar sus honorarios, yo me encargaré de todo este asunto. No te preocupes, Somin.
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are we married? ─kim namjoon
FanficJeon Somin es una fotógrafa reconocida en Seúl, sus trabajos son vendido en más de cinco millones de wones, su futuro realmente brilla como el sol, pero durante la celebración de la boda de su mejor amiga en Las Vegas pasa a estar soltera a tener un...