Capítulo 1.
Diciembre 04.
Me levanté una vez más para emprender mi típica rutina diaria. Ducharme, vestirme, comer e ir a la escuela. Aunque, hay algo que nunca estuvo dentro de mi rutina. Visitar a Harley todas las tardes. Bueno,en realidad si estaba dentro de mi rutina, pero no como lo está ahora. Harley Lerman, mi mejor amiga, está en el hospital a causa de un accidente, y desde ese día he decidido dedicar mis tardes a ella, a cuidarla, observarla, peinar su cabello, y sobretodo, a pedirle que vuelva, aunque puede que no me escuche.
Ah, por cierto, yo soy Theo Haynes. Un chico de 17 años que ya casi termina el instituto. Pelinegro, alto y delgado, de tez blanca y ojos celestes, amante de la musica y de esos pequeños detalles, que solía verle el lado positivo a todo, pero ya no.
Ha pasado un mes desde el accidente, y les contaré cómo sucedió. Fuimos a una fiesta, solo Harley y yo. Era a la primera fiesta que ella asistía, le insistí mucho que me acompañara porque sabía que necesitaba distraerse y divertirse un rato. Se negó varias veces, pero terminó aceptándolo. Al llegar a nuestro destino, yo estaba muy emocionado por el hecho de que podía divertirme en una fiesta con mi mejor amiga, pero ella demostraba todo lo contrario. Entramos a la casa y la música retumbaba fuertemente en cada rincón de la misma, habían personas bailando, tomando, durmiendo en los sofás y más. Saludé a varios de mis amigos y les pregunté por la insoportable de Sam, mi novia-ahora ex-novia-. Me dijeron que la habían visto en la casa, pero luego salió al patio trasero, así que fui a buscarla-junto con Harley, claro-porque ese día terminaría con ella, no seguiría en esa farsa, la quiero, más no la amo.
Pasamos por el césped verde, había mucha gente borracha, besuqueándose, vomitando-qué asco-. Junto a un árbol situado en el patio, estaba una chica de espaldas a mí, con su cabello perfectamente alisado, rubio y suelto. Ella estaba junto a un chico de contextura delgada, más alto que la chica. Al acercarme a la pareja, quedé atónito al saber quién era la chica. Me dolía porque no sabía desde cuándo me engañabs, pero resté importancia. En cambio Harley se acercó al chico a pasos lentos, y sus ojos se cristalizaron. No entendía nada, hasta que...
Flashback.
-¿Cómo pudiste?- Murmuró Harley con su voz fina y entrecortada.- Te creí honesto, James -y ahí me di cuenta de que, sin antes haberlo visto, ese era el novio de Harley, y mi enojo se acrecentó aún más-. Me das asco- dijo sin más, para entonces salir corriendo a las afueras de la casa.
Yo, preocupado por su reacción, salí corriendo detrás de ella. Sin darme cuenta, estábamos pasando por una acera con poco alumbrado, casi no divisaba la silueta de Harley. En una esquina, donde estaba situado un pequeño café, la susodicha no tuvo precaución y atravesó la calle sin inmutarse de que venía un auto a toda velocidad. Asustado grité en su nombre.
-¡Harley, regresa!- Se detuvo en medio de la vía y volteó en mi dirección. ¿Por qué se detenía justo ahí? ¡No quería que hiciera eso!
-¡Alejate de mí, Theo!- Gritó, con las lágrimas cayendo como cascadas por sus mejillas. Seguidamente, su cara tomó una expresión de asombro al divisar dos luces blancas alumbrando en su dirección. Ella no se movió, debido a que me estaba mirando atónita, y entonces pasó. El auto impactó contra ella.
Fin del Flashbakc.
Lo que vi a continuación fue su cuerpo arrojado a metros de donde se situaba anteriormente. Yo como pude tomé el teléfono y llamé a una ambulancia. Mis manos temblaban y el sentimiento de que culpa me empezaba a cubrir, como las aguas cubren al inmenso mar. No estaba nada bien. Solo podía pensar en sus hermosos ojos esmeralda, que me miraban asustados, buscando ayuda en algo. O en alguien. O en mí.
Salí de la casa luego de despedirme de mi mamá, ya se me estaba haciendo tarde para ir a clases y estaba sintiéndome mal por pensar en Harley, por recordar la manera en que quedó en ese estado. Mi mamá ya lo estaba notando, por eso me apresure a irme, no quería que se preocupara más. Le duele que esté triste a diario, pero es algo que no puedo evitar.