El Duque de Hielo (1° Saga corazones traicionados)

Capítulo 17 (editado)

Para su sorpresa, Collin no volvió hablar en todo el camino, aun así todas sabían que tarde o temprano se desquitaría de la bofetada que le había dado.

-Llegaremos a una posada para que te bañes y te pongas otra cosa no pienso llevarte así.

-Collin tal ves tu socio comprenda que una dama puede sufrir algunos o incidentes por....

La mirada que su primo le dedico a Corinna fue suficiente para hacerla calla;la tensión en el interior del carruaje podría cortarse con unas tijeras, pues Collin  no dejaba de mirarlas con desprecio  y más a Emilia, que se había sentado con Ingrid mientras que Corinna iba junto a su primo.

Tan solo 20 minutos​ después de viaje, encontraron una  modesta posada en la cual Collin ordeno detenerse, el dueño al ver a tan elegantes personas se acerco a ellos y después de que se le fuera explicado el motivo de su llegada le ordenó a una mucama que los dirigieran a una de las mejores habitaciones de la posada para que pudieran hacer sus menesteres.

En cuanto ingresaron en la habitación,el conde dio la orden al botones de que se llevara a Corinna en su silla de ruedas al jardín amenazándolo de que si se le ocurría desobedecer haría que lo corrieran, y el joven no tuvo otra opción mas que obedecer muy en contra de su voluntad y la de la joven; lady Ingrid  le pregunto porque le había pedido eso al botones a lo que el respondió que se limitara a hacer su trabajo y que fuera con un lacayo para que le mostrará el baúl dónde venían los vestidos de Emilia y escogiera uno.

A Ingrid no le daba buena espina la actitud tan pasiva del Conde; sabia que no olvidaría tan fácilmente lo que había sucedido en el muelle, y con toda la desconfianza del mundo, decidió hacer lo que le había pedido rápidamente para poder regresar a la habitación, tenía un mal presentimiento de todo esto y  temía que le pasara algo a su amiga.

-Bueno te dejo para que te bañes, ya esta la bañera lista- retirándose de la habitación después de lo dicho, o al menos eso pensó ella hasta que ya una vez desnuda y en la tina escucho la puerta abrirse y el pasador atrancando.

- ¿Quien anda ahí?¿Ingrid eres tu?

- Bueno, bueno, bueno... ahora que estamos solos es hora de que me pagues la humillación que me hiciste.

El corazón de Emilia latía a toda velocidad, intentando cubrirse con las manos la piel que sobresalía del agua mientras un terror se apodero de cada fibra de su ser al ver que su primo se dirigía hacia ella.

- ¿Que estas haciendo? ¡esto no es correcto!.....¿Collin por favor que piensas hacer?

-¡Mira nada mas! nadie hubiese pensado que te convertirlas en una mujer tan hermosa- le decía mientras se sentaba en una silla junto a la tina.

- Collin si es por lo del golpe yo me disculpo... Me portare bien lo juro yo...

- Sh sh sh! Silencio primita quieres que nos encuentren así, tendrías que casarte conmigo primor.

La sola idea de pensarlo le revolvío el estomago.

- ¡Seria lo peor que pudiera pasarme! antes me lanzaría del la torre mas alta.

El golpe que sintió en la mejilla la estremeció  y el ardor comenzó a atravesar le hasta los huesos.

- ¿No aprendes de tu hermana verdad?, les gusta provocarme... ¡a mi me respetas estúpida huérfana.!

Esa palabra fueron más dolorosa que el golpeen un mejilla, si tan solo sus padres vivieran ella no estaría pasando por aquello.

- Por favor, lo... lo ... yo lo lamento- Collin la tomo del cabello y la sanbullo en el agua de la bañera.

- ¿Te está refrescando Emilia?

Emilia estaba aterrada, manoteaba con desesperación por un intento de salir del agua, pero Collin era demasiado fuerte para ella. Las imágenes de esa noche en el barco la golpearon y el terror no pudo ser peor...

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Ingrid se sentía cada vez mas ansiosa sabia que nada bueno se traía entre manos el conde y para colmo de los males, el baúl de Emilia no aparecía, a través de la ventanilla del carruaje vio al botones que se había llevado a Corinna y a paso apresurado lo intercepto acorralándolo en la pared.

- La joven que llevabas ¿donde la dejaste?

- En el jardín, disculpen mi lady pero tengo cosas que hacer y el señor solo me pidió llevarla allí.

- Esta bien retiraré- de pronto sus ojos encontraron lo que buscaba, abrió el baúl y saco lo primero que encontró para después  dirigirse hacia al jardín para llevarse a Corinna al cuarto.

-¿Ingrid? Pero... ¿que haces aquí? pensé que estaría con Milly ayudándola.

- Eso creía yo, pero el conde me mando por ropa limpia y yo...

- ¡Hay Ingrid! Como pudiste ser tan ingenua... corre no la dejes con el...

-¿Pero y tu?

- ¡Que te vayas​ ahora! ya me las arreglaré yo pero ve por ella.

Y así lo hizo, corrió tan rápido sin importarle las habladurías; pero cuando llego al cuarto y giro el pomo supo que algo malo estaba pasando.

- ¿Emilia,esta todo bien? ¡ábreme!, ¿Milly?

De pronto la puerta se abrió, dejando ver lo mas horrible que pudieron a ver visto sus ojos.

-¿ Pero que a hecho?..

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-Ahora veras lo que sucede cuando se meten con Collin von Hallen conde de Rosenau y barón de Rochester- Emilia dio una gran bocanada de aire al instante que Collin la sacaba del agua, se tía débil y sin fuerzas.

Collin la tomo de los brazos bruscamente y tiró de ella hasta que la dejo caer en el piso; la ira que sentía en su interior lo había segado, no se había percatado de lo que acababa de hacer, hasta que la frenética tos de su prima rompió el trance en el que se encontraba, la observó hacerse un ovillo en el piso tratando de cubrir su desnudez.

-Emilia... Yo... maldición- se quito la chaqueta y la cubrió con ella.

Intento levantarla pero ella repelió su contacto, la mirada de terror en sus ojos lo atravesó.

- Solo aléjate de mi- dijo ella con la voz temblorosas y casi inaudible.

Toc toc toc...

- ¿Emilia esta todo bien? Ábreme, ¿Milly?

Collin abrió la puerta encontrándose con la institutriz, y con una mirada rápida a su prima salió de la habitación.

- ¡Por dios!, ¿que te hizo ese monstruo?, dime que el no... ¡hay mi niña! tu virtud el...

-¡Oh Ingrid!