Al terminar una rica bienvenida tanda de sexo... Llegue a casa algo exhausta. Y en minutos Justin llegó.
Acababa de salir del baño, así que me vestí y me fui con el. Salimos a su apartamento... Pero honestamente ya estaba cansada de todo.
De ese no saber si es amor, si es solo sexo, si soy infiel... Estaba harta de Justin y de Tony... Pero el sexo con los dos era divino.
- que tienes peluchita ?
- nada cielo..
- a mi ?... Dime lo que sea amor... Sabes que cuentas conmigo para todo.
- en serio amor.- en serio me estas mintiendo.
Me tomo por los brazos y me miro con sus penetrantes ojos miel... Que me atravesaban. Se sentó en el desayunador muy comodo y yo tome una silla.
- dime mi peluchita
Y aunque no quería tocar el tema, me desahogue de todo lo lateral a ese caso... El se acostaba sobre el desayunador y esa magia de hablar por horas, de todo y de nada. Era unica... Hablamos sobre planes, proyectos, metas y todo. Podiamos hablar de lo que fuera y nos comprendiamos. Hasta que el tema feo.. Llegó.
- y respecto a eso ?
- cielo... Es dificil... Somos algo extraño. Porque de que me gustas como nadie es verdad... Pero no quiero enamorarme más.
- a que le temes... Soy tuyo, eres mia... Somos de nosotros.
- para ti es muy facil... No me ves a diario en fotos con otro.
- amor ya lo hablamos.
- lo sé y lo siento.
- me siento culpable por hacerte pasar por esto... Por favor cambiemos de tema amor... Ese tema me pone... Tu me entiendes..
Y aunque queria matarlo en ocasiones lo admito... Era como si el tuviese algo que me ataba a el... Juiciosamente hablando Tony era la mejor opción pero mi cuerpo y mi corazón decian Justin... Corazón tonto.
Conversamos hasta cansarnos y llegó ese momento donde sin querer nos acercamos... Sentirlo tan cerca me provocaba y el lo sabia y lo disfrutaba.
Los besos llegaron solos y en minutos ya estabamos entregados a la pasion. Sus manos me recorrieron estremeciendome y senti esa pasión que quema.
Me quito la blusa y comenzo a acariciarme lentamente cuando senti sus labios en mis pezones desfallecí. El se sentó en la silla y me arquee sobre el... Me. Tocaba las nalgas, me besaba el cuello, los senos y nos tiramos al piso.
Y ahi estabamos en el piso yo desnuda, el semidesnudo haciendolo sin condón.. Solo con el me sentia en esa confianza. Y cada vez que sentia su pene dentro de mi era como un trocito de magia.
En el suelo... Tan nuestros... Tan propios... Tan entregados... Como si no importara mas nada... Y realmente a su lado.. No me importaba mas nada.
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Deborah II - Confesiones
RomanceLa experiencia no se improvisa. Y creí grato traer a colación algunas historias que me llevaron a ser lo que soy...soy Deborah y estas son mis bases.