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SUNGKYU

No iba a negar que a lo largo de su carrera había recibido toda clase de regalos por parte de Inspirit. Iban desde los más tiernos hasta los más raros y perturbadores. Recordó con horror la vez que, revisando los regalos en un evento junto a los chicos, se encontró con nada más y nada menos que con un botecito de lubricante, causando la risa entre todos y avergonzándolo de una manera tan extrema que quería que la tierra se lo tragase vivo. A veces no sabía si pensar que eran muy atrevidas o estaban un poco locas.

Ese día WooHyun le había sonreído con picardía luego de reír un rato junto a los demás. Acercándose amenazadoramente a su oído para susurrarle algo que hizo que su rostro se tornara tan rojo de rabia y de vergüenza, casi haciéndole competencia a los tomates.

- ¿Hyung, deberíamos usarlo esta noche? – dijo con el micrófono pegado a sus labios a propósito, para que las fans sean capaces de escucharlo, causando varios gritos de las fangirls que lo emparejaban junto a WooHyun.

Está de más decir quién durmió en la sala ese horrible día, sin recibir compasión ni posada por parte de los demás miembros.

De ese suceso, había pasado un año.

Se preparaban esta vez para un evento por el séptimo aniversario de INFINITE. Estaba nervioso, porque era un día especial tanto para el grupo, como para las fans y el saber que habían estado tanto tiempo juntos, le llenaba el pecho de orgullo.

Observó a los demás miembros y de nuevo se daba cuenta de cuánto habían madurado a lo largo de esos siete años. WooHyun y él cruzaron miradas para sonreírse mutuamente y es que ya sabían lo que estaban pensando solo con mirarse.

Se alegraba por tener una amistad así con el menor, considerando que en un principio se odiaron tanto que si no hubiese sido porque iban a estar en el mismo grupo, no lo hubiese vuelto a ver nunca. Consideraba ahora lo mucho que se habría arrepentido de no volverlo a ver y haber perdido la oportunidad de encontrar a un gran amigo.

- El WooGyu se están mirando con ojos de enamorados – canturreó SungYeol.

- ¡Yah! ¡Lee SungYeol! – se quejó SungKyu – ¡espera a que te ponga las manos encima! – el alto solo le enseñó la lengua y rio junto a DongWoo quien tenía su celular en las manos, grabando todo.

- Esto va para Instagram, sonríe Hyung – se burló un poco.

- ¡Yah! ¡Jang DongWoo!

Los dos salieron corriendo mientras celebraban su travesura, el mayor bufó de frustración porque no podía alejarse de la silla, ya que la estilista estaba haciendo su trabajo. Escuchó pequeñas risitas por parte de SungJong, Hoya y MyungSoo. Al final, riéndose de igual forma junto a WooHyun.

Todo en el evento había salido bien, para su alivio. Ya en casa sacaron las otras bolsas de regalos que quedaron, dispuestos a hacer un V live para abrir algunos más, y de paso celebrar con sus fans internacionales también.

No pudo evitar tragar saliva pesadamente, porque temía lo que podría encontrar esta vez dentro de la enorme bolsa llena de regalos que tenía a sus pies. Y sintió que podía respirar aliviado, cuando no encontró nada extraño y ya estaba llegando al final de aquella bolsa. ¿Pero era muy temprano para celebrar, no?

Es que fue tan ingenuo que, no se imaginaba que al final de la bolsa iba a encontrar un frasco algo peculiar, lo tomó levemente para ver de qué se trataba soltándolo al instante con mucha rapidez, este cayó al suelo y rodó hasta los pies de WooHyun quien lo miró curioso y lo tomó entre sus manos, enfocando con la cámara al pequeño objeto.

- ¿Qué tenemos por aquí? – canturreó.

SungKyu palideció y comenzó a forcejear con el menor, tratando inútilmente de quitarle el frasco de las manos. De repente escuchando al Namstar reír con muchas ganas.

- ¡Qué rayos! ¿Pastillas para prevenir gases? ¿En serio, Hyung? – las carcajadas de WooHyun se hicieron mucho más fuertes y las de los demás tampoco se hicieron esperar.

A SungKyu el color se le subió hasta las orejas, estaba tan avergonzado, quería desaparecer en ese instante. Su tranquilidad se había esfumado en el momento en que frasco salvaje aparece. Se moría de vergüenza. No tenía donde huir. Su única solución fue ponerse de cuclillas y hacerse bolita, cubriendo su rostro que seguramente ya estaba más rojo que un chile. Su rostro ardía y sudaba frío. No lo creía y no se explicaba por qué esta vez, tenía que ser ese tipo de cosas. Se martirizó más cuando pensó en que era un Idol.

Levantó levemente la cabeza para asomar sus pequeños ojos, apenas un poco. Y un comentario por parte de Inspirit lo hizo levantarse de forma rápida y leer.

"Jajajajaja, seguro fue por el directo de Nam del otro día jajajajaja"

"jajajajajajaja. Siiiiiii, SungKyu en el bañooooo jajajaja"

- ¿A qué se refiere ese comentario? – preguntó.

Hoya lo leyó en voz alta, causando un escalofrío en la espalda de WooHyun al oírlo, entregándole la cámara a DongWoo tratando de huir, en vano. Pues algo hizo que se quedara paralizado a medio camino. SungKyu lo había sujetado de la camisa.

- ¿WooHyunnie, a dónde vas? – dijo cariñosamente, haciendo que el nombrado temblara – ¿a qué directo se refieren?

- No sé, no sé. Lalalalalalalala – Nam se puso las manos en los oídos de manera infantil.

Y fue entonces que bajo la mirada asesina de Kyu, Nam WooHyun confesó todo.

Un aburrido Nam WooHyun había empezado una transmisión en vivo para hablar un poco con sus queridas fans, aprovechando un poco su tiempo libre. Todas ellas comenzaron a preguntar por el mayor y a su petición, fue a buscarlo por toda la suite del hotel. Buscó en la cocina, en la sala, incluso fue a los cuartos de sus dounsengs a preguntar por él pero no lo habían visto. Cansado, decidió ir rumbo a la cocina para tomar un vaso de agua, pero al pasar por el baño un extraño sonido lo detuvo. ¿Eso era lo que creía que era? ¿Acaso eran gases? Rio por lo bajo, parecía que cierto Hyung tenía problemas con su estómago.

- ¿SungKyu-hyung, estás ahí? – preguntó malicioso.

- ¿Qué sucede Hyunnie? – respondió. Cayó en la trampa.

- Pero Hyung, yo te quiero así – trató de justificar el menor. Mirando a su Hyung con súplica y ya estaría muerto si el homicidio fuese legal.

Kim SungKyu mandó al diablo sus pensamientos de que Nam era un gran amigo. Y WooHyun... Bueno, él no supo lo que era una cama durante una larga y torturosa semana.

REGALOS INESPERADOSWhere stories live. Discover now