Sam's first love

Único capitulo

Esta historia corta contiene un solo capitulo que cuenta con seis paginas. En spotify hay una playlist que, según mi criterio, va bastante con la historia; ademas de que la mayoría de canciones que la componen me inspiraron a escribir lo que van a leer, se llama ''Sam's first love playlist''. Si es de su agrado déjenmelo saber en los comentarios. ¡Gracias por leer!

Sam estaba allí, parado en el pasillo de la escuela, sintiéndose perdido entre el bullicio de jóvenes que lo rodeaba sin prestarle la más mínima atención. Buscó con la mirada a sus mejores amigos, bufando con molestia cuando no los encuentro luego de varios intentos y emprendiendo el camino hacia su nuevo curso.

Luego de cumplir dieciséis y pasar de grado, Sam no se sentía tan excitado como los demás. Muy al contrario, el chico pensaba que todo era tedioso y aburrido, una rutina en la que tenía que mantener un promedio alto siempre, un trabajo pesado después de clases, y una relación social casi nula a consecuencia. Sin lugar a dudas, tenía muchas responsabilidades que cumplir, responsabilidades que le quitaban el tiempo en el que un adolescente cualquiera saldría con amigos y disfrutaría la juventud. Trabajo, escuela, tareas, aseo, ayudar a su madre.

Sam había pensado mucho en ello, y finalmente había llegado a la conclusión de que no encajaba del todo en el prototipo de adolescente 'normal' con el que la mayoría se identificaba. Y no era que se sintiera especial, en absoluto; solo era que necesitaba un descanso de todo lo que lo rodeaba. Estaba estresado y aburrido de toda la monotonía que contenía su vida.

Suspiró y entró al aula, viendo de reojo nuevas y viejas caras. Saludo con una leve sonrisa a aquellos que lo reconocían por algún trabajo escolar y se sentó en el pupitre de la esquina, dedicando el tiempo que le sobraba a mirar por la ventana que estaba a su lado. Estaba observando distraídamente los jardines de la gran escuela cuando la vio: una linda chica que aparentaba poco más de 20 caminaba con apuro hacia la puerta principal del centro escolar sosteniendo la mano de una niña pequeña y hablando por teléfono con una sonrisa despreocupada, cargaba un bolso enorme y un atuendo relajado, llevaba un labial púrpura muy claro que hacía a sus labios lucir mucho más llamativos de lo que ya eran; la niña a la cual agarraba de la mano iba con un puchero berrinchudo. Pestañeó un par de veces, sorprendido por lo mucho que le llamaba la atención esa mujer.

En un impulso estúpido que hasta hoy no sabe de dónde salió, se levantó con prisa y le dio una excusa boba al profesor (que ni siquiera sabía que estaba en el aula) para salir sin problemas. Corrió lo más rápido que sus delgadas piernas le dejaban por los pasillos y bajo tres tramos de escaleras hasta llegar jadeando al corto camino que llevaba a la entrada. Allí boqueó como perro para recomponerse y espero con impaciencia unos minutos, incluso se sentó en unas de las sillas que estaban cerca de la sala de la dirección. Luego de un largo rato suspiro y se levantó, preguntándose qué diablos pasaba por su cabeza. Empezó a caminar a paso lento por donde mismo había llegado, tan concentrado en cuestionarse a sí mismo que no notó que la razón de su repentina estupidez estaba pasando justo por detrás de él, escapándosele de las manos como si de agua se tratase.

Tiro de su cabello hacia atrás con frustración y, solo por necedad, miro a su derecha y observo que, justo en ese instante, la misma mujer estaba saliendo con aire desinteresado del lugar. Se irguió en su lugar y, sin pensar en ello más de unos dos segundos, corrió hacia allá y le llamo.

''¡Hey! '' Grito, llamando la atención de la chica.

''Hola.'' La chica le dio una mirada extraña, preguntándole con la mirada que rayos hacia hablándole.