Les Craintes

El comienzo...

  El día estaba tranquilo, en tanta calma... Pero de repente algo empezó a andar mal. No puedo entender lo que me está pasando, menos aún lo que creo que va a suceder; si tan sólo supiera controlar mis emociones, si entendiera un poco más todo lo que me rodea y el entorno en el que me estoy metiendo tal vez sería más fácil o tal vez no, el punto es que necesito concentrarme, tratar de comprender. ¿Qué me está pasando?  

Las imágenes eran claras y escalofriantes, peor que una película de horror. Se podía sentir en la piel el temor de una larga noche en las tinieblas, tan sola pero a la vez sintiendo esa presencia que jamás me deja, ni por un momento. Quería escaparme pero no puedo y ahora lo entiendo, siempre va a estar acechándome; mientras más lo intento es mayor el fracaso, la impotencia se apodera de mi cuerpo y la mayoría del tiempo finjo ser o estar de alguna manera feliz cuando en realidad agonizo. No poder decirlo por miedo a que me tachen de loca es lo que más me duele, tener que mentirles constantemente a las personas que amo y sólo para que no teman por mí, para que no se alejen por el horror que esto pueda llegar a causarles en cada una de sus mentes. A diario mi vida me atormenta, me lastima, me vuelve incapaz de ser yo misma y es que si lo soy... Va a encontrarme.

Cap.1 

Una mañana tranquila, yendo a lo que creía iba a ser el comienzo de una vida nueva. Una pequeña universidad alejada de lo que podía o no ser mi hogar, ya que más de una vez tuve que viajar por culpa de... Ni siquiera sé cómo llamarlo, digamos que es un fastidioso dolor de cabeza al que me gusta llamar: Crainte. Aquella cosa a la que le temo más que a un ser viviente y a la que más respeto le tengo. Siguiendo con lo que decía, el lugar no estaba del todo mal, por fuera daba la impresión de "sociedad de clase media/alta", grandes ventanales, paredes blancas, pisos relucientes, estacionamiento con automóviles uno más caro que otro; los estudiantes, sin embargo, uno más egocéntrico, soberbio y patético que otro pero al ser una de las personas menos sociables del planeta eso es algo a lo que no le doy mucha importancia; audífonos, música, un libro y un banco ¿Para qué más?.

Comencé a vivir sola desde los 18 años, siempre por la misma razón pero eso no me detuvo para hacer UNA y vuelvo a repetir UNA sola amiga en el mundo a la que le pude hablar sin problemas del tema y que no creyera que estaba loca, somos amigas desde que tengo memoria y no me falló ni una sola vez, el problema ahora es que no vamos a estar juntas en el mismo curso, así que lo que sea que haga en mi tiempo libre trataré de hablar con ella, antes de que termine como Chuck Noland el personaje de "Naufrago" por no interactuar con personas.

Primera clase: Historia del arte.

No es que no me guste la historia del arte pero la verdad que la historia no me interesa, es más, me aburre tanto que siempre estoy a punto de caer dormida sobre el escritorio. Además de que la profesora no le pondría actitud ni que estuviera amenazada con un arma, tal vez le falta una desempolvada a la cueva. No pude evitar reirme de eso.

- Señorita Lacher, ¿Quisiera compartir con la clase lo que le da tanta gracia?.

- Disculpe.

- Acepto sus disculpas pero de todos modos quisiera que lo haga.

- No es nada de lo que usted desee saber.

- Pero si es lo que usted necesita para que no la eche de mi aula.

- De todas formas me echaría de saber lo que estaba pensando.

Agarré las pocas cosas que llevé y antes de salir...

- Le recomendaría seguir con su clase antes de preguntar cosas sin importancia a alumnos a los que no les interesa hablar más de lo que deben, menos si lo que desea escuchar no tiene nada que ver con su clase en particular.