Hola! espero que puedan disfrutar de esta historia :D espero sus votos y comentarios ^^ gracias
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Un Día tranquilo, un día como los demás, ¿acaso puede haber una vida más aburrida que la mía? ¿Por qué todo mundo está feliz y contento? Sus malditas sonrisas y carcajadas solo hace que me moleste y me enoje más con la vida, mejor dicho con MI VIDA, con mi maldita vida. Creo que me quedaré sola y aburrida sin amigas, sin amigos, sin nada.
Llevo estudiando 2 años una carrera que más o menos me gusta, 2 años trabajando de medio tiempo en una cafetería, toda la vida sin cosas interesantes en ella.
El sonido de la puerta abriéndose me desconcentra de mis rutinarios pensamientos, un joven se acerca hacia mí para obviamente pedir algo, estoy en la cafetería.
-Buenas tardes ¿Qué desea pedir? –pregunto sin pisca de entusiasmo y felicidad, siempre mirando hacia la caja.
Ese joven no me contesta y le vuelvo a hacer la misma pregunta
-¿Qué desea pedir? –sigue sin decir nada.
-¿Qué desea pedir? –exijo esta vez fastidiada.
Y este tipo sigue callado como si no pudiera hablar.
Alzo mi mirada, cosa que no hago nunca, y veo a este chico mirándome fijamente con cierta sorpresa, como si me conociera, yo lo miro enojada.
-¿tengo algo en la cara? ¿Por qué me mira así? –estaba enfadada, la cola para pedir se había hecho enorme y este chico no me decía nada, solo me miraba.
-tú...
-¿yo qué? Si no va a pedir nada por favor retírese.
-tú eres t/n... ¿verdad? –me dijo él causando en mí sorpresa ¿Cómo sabe este chico mi nombre? ¿Y por qué está así? Mirándome tan fijamente como si hubiera visto un fantasma
-sí –afirme dudosa –ese es mi nombre ¿cómo... -no terminé la pregunta, vi como él salió como alma que se lo lleva el diablo y desapareció por esa puerta grande de vidrio.
Que tipo tan raro –pensé y volví para seguir con mi trabajo.
Cuando terminé mi turno en la cafetería y salí de ahí, afuera estaba el muchacho que había entrado en la tarde y me había hecho perder el tiempo y que además salió despavorido de allí sin pedir nada.
-¡OYE! –grité hacia donde él se encontraba.
Él me miró, no estaba muy lejos de mí apoyado en una pared, él se incorporó y empezó a acercarse a mí, y conforme lo hacía pude ver sus ojos hinchados, ¿había llorado? Eso parecía.
-¿por qué sigues mirándome así? Eres tan raro –dije y él ya estaba frente a mi.
No dijo nada y de pronto me abrazó, acto al que reaccioné con total desprecio, traté de salir de entre sus brazos pero no pude, era muy fuerte el tipo.
-¡Suéltame! ¡Suéltame! - grité mientras no dejaba de moverme para salir de entre sus brazos.
-soy yo, Yong Hwa, soy yo... -susurraba a penas entre lágrimas.
No sabía quién era, en mi vida había escuchado aquel nombre, pero me quedé callada, él estaba llorando y tal vez yo le recordaba a alguien, así que decidí esperar que se tranquilizara un poco dejando que me abrazara.
Pasó el tiempo veía a las personas que pasaban por nuestro lado mirarnos y negar con la cabeza, quería que se tranquilizara, pero creo que ya era demasiado, hice un movimiento rápido y pude salirme de sus brazos, me arreglé la ropa y el cabello también, lo miré, se veía muy mal, hasta me daba pena.
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One-Shot: Y... me recordarás
Historia CortaUn Día tranquilo, un día como los demás, ¿acaso puede haber una vida más aburrida que la mía? ¿Por qué todo mundo está feliz y contento? Sus malditas sonrisas y carcajadas solo hace que me moleste y me enoje más con la vida, mejor dicho con MI VIDA...