Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}

veintidos

-Así que Camila- comentó Jesy preparando la comida para la inusual pareja, aprovechando que su jefa había salido a contestar una llamada telefónica- ¿como conociste a la jefa?

-Es una larga historia- sonrió nerviosa y pensó   en lo difícil que era seguir el juego de Jauregui. El hotel era como una escuela donde los rumores corren rápido entre los empleados que se sintió aún más extraña que las otras veces que venía 

Casi todos los empleados la miraban cuando caminaba con Lauren, eso ya era algo a lo que estaba acostumbrada desde la primera vez que llegó, supuso que sabían sobre su relación plenamente sexual, omitiendo el hecho que tenía que llamarla 'mommy' en la cama. Pero ahora, esas miradas eran diferentes. No eran las miradas curiosas pero indiferentes para ver quién era la nueva compañera sexual de la encantadora mujer que todos ellos tenían como jefa, no solo era eso. Todos los empleados sin excepción se detenían a verla, con curiosidad, tal vez envidia y una extraña ternura que Camila podía identificar en los ojos de todos ¿porque el repentino cambio? Bueno Lauren la había presentado como su novia de una extraña forma que resultaba oficial para todos.

-Pues me parece que ha de ser una historia interesante- respondió la mujer terminando de colocar sobre la pizza sin cocinar un poco de queso parmesano- Si te soy sincera, me alegra que la jefa este contigo, pareces una buena chica 

-Gracias pero puedo preguntar... ¿Porque todos se impresionan de que sea su... novia?

-La señora Jauregui no ha tenido pareja en mucho tiempo, unos cinco o seis años más o menos

Cabello no sabía como sentirse con esa información. Se sentía emocionada por dentro pero algo en su mente le gritaba que al final del día su noviazgo no era real, o al menos no hasta donde tenía entendido. Quizás le preguntaría luego a Jauregui, pero luego de comer, porque en realidad si tenía hambre  

Jesy limpio con un trapo rojo la superficie del desayunador improvisado que tenían en el enorme cocina del hotel antes de sentarse en frente de la morena y sonreírle apoyando el rostro sobre la palma de su mano derecha. Parecía muy interesada en ella y la morena supuso que de todos los empleados del Overlook Jesy era la más cercana a Lauren 

-¿Trabajas, estudias... o te mantienen? Cosa que no es mala para mí- y río junto con Camila por u segundo 

-Estudio y mis padres me mantienen- sonrió- Estudo derecho, ya que veo que te interesa

-No tienes cara de abogada, pequeña

-¿Porque no?- pregunto sintiéndose ya un poco más en confianza con ella 

-Te vez muy inocente- Camila bufó por el comentario, si Jesy supiera todo lo que hacía con Jauregui, no diría nada de eso pero lo bueno era que no lo sabía, así que podría conservar su reputación, al menos con ella

-Ya regresé, mi amor- dijo la ojiverde al entrar en la cocina otra vez, dandole a la morena un sonoro beso en la mejilla, muy cerca de sus labios. Camila sonrió con timidez- ¿De que hablaban?

-De que soy una mantenida- respondió la morena

[...]

-Entonces... somos novias?- pregunto la menor

-Si tu quieres

Camila se quedo callada por unos segundos, los segundos más largos de sus vidas. Lauren volteo a verla, después de ver la casa de los Cabello justo a un lado de la camioneta, observó a Camila hasta que se atrevió a hablar de nuevo

-¿Tu quieres?- pregunto la mayor esperando una respuesta impacientemente una respuesta, era una sensación que no experimentaba desde hacía ya varios años, era agradable pero al mismo tiempo la hacía sentir más desesperada que de costumbre

-Si quiero- sonrió acercándose a la ojiverde y besando sus labios sin el temor de ser rechazada 

-¿Algún día podrías quedarte conmigo... toda la noche?- preguntó la empresaria, con la cabeza apoyada en el respaldo acolchonado de su asiento de piloto, observando con un extraño nuevo sentimiento encontrado en sus ojos que brillaban con las tenues luces de los faroles de la calle que se colaban por las ventanas de la camioneta. Camila sintió un fuerte golpe en el pecho, queriendo decir que si pero siendo obligada a rechazar la propuesta por la sobreprotección que sus padres tenían con ella desde que tenían unos trece años 

-Supongo que... mañana podría- respondió sin estar segura de sus propias palabras. Mañana era su cumpleaños número veintiuno y tenía la costumbre de ir a celebrar sus cumpleaños con Luke, Dinah. Normani, Taylor y Ally hasta el amanecer, por lo que sus padres no se sorprendían de verla llegar a casa hasta la mañana siguiente con la resaca jodiendole la cabeza hasta entrada la tarde 

Cabello volvió a acercarse a su oficialmente nueva novia, besando una vez más sus labios. Al separarse sonrieron y Camila no pudo sentirse más cómoda con todo. Abrió la puerta de la camioneta y se acomodo bien la mochila antes de cerrar la puerta de nuevo y dirigirse a su casa, antes de entrar a esta se se volteó a despedirse una vez más de la ojiverde con un movimiento de mano, esta le respondió del mismo modo y arrancó la camioneta, conduciendo despacio y desapareciendo en la esquina al doblar  a la izquierda

[...]

-¿Donde estabas?- preguntó su madre con seriedad y sin voltear a verla en cuanto entró en la cocina

-Con Luke, lo ayude a buscar unas cosas y se me fue el tiempo, lo siento...

-¿Te das cuenta que son casi las diez de la noche? Como esperas que te crea algo así- respondió Sinu, viéndola directo a los ojos, claramente molesta y fastidiada por la irresponsabilidad de su hija menor, estuvo esperándola para comer toda la tarde junto con su padre y no apareció hasta ya entrada la noche   

-Pues Luke vive lejos así que... Lo lamento, mamá, prometo que está es la última vez que llego tarde sin avisar 

-Estas castigada una semana después de tu cumpleaños. Sales de la escuela y directo a la casa, además el próximo mes no tienes derecho a comprar dulces- sentenció la mujer si detenerse a reflexionar las palabras de su hija. Siempre una mujer estricta y ya había tenido muchos consideraciones con Camila, según ella 

-Mamá...- se quejo la menor

-No te quejes, tu sola te lo buscaste- dicho esto subió las escaleras hasta su habitación sin siquiera molestarse en darle las buenas noches a su hija menor. Esta se quedó en la cocina un rato más, bebiendo un vaso de leche controlandose para no gritar por el enojo que sentía en ese momento. Siempre había tratado de ser la hija perfecta y ¿solo por unas cuantas veces que llegaba tarde a casa, su mamá se creía con el derecho de castigarle injustamente una semana?

Suspiro de cansancio y fastidio apagando las luces de la cocina y la sala, subiendo las escaleras mientras se quejaba hasta que llegó a su habitación y cerró la puerta con la fuerza suficiente como para que sus padres entendieran que estaba molesta.