4시 방향

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El amanecer termina
Y cuando la luna se duerme
La sombra azul que permanece conmigo desaparece...

Los sonidos de las olas del mar relajaban a Taehyung, quien se encontraba caminando en la playa mientras observaba el bello paisaje a su lado.

La calma del lugar era sorprendente, había uno que otro par de personas sentadas en la arena, disfrutando del aire fresco que presentaba el bello día.
Taehyung amplió su sonrisa al ver a lo lejos a su hermanito menor correr hacia él.
El pequeño Wiseong, hermano menor del castaño, saltó a sus brazos en cuanto lo tuvo lo suficientemente cerca.
—Te extrañé, hermanito, hace rato no pasas por aquí. —Hizo un puchero el niño, el cual a su hermano le pareció completamente adorable.
—Lo siento, sabes que estos días he estado algo ocupado, pero prometo venir a verte más seguido. —Hizo voto el mayor ganándose una radiante sonrisa de Wiseong.
—Y ¿Por qué viniste hoy? —Preguntó el pequeño.
Tae soltó una risita leve. —¿A caso no recuerdas? —El pequeño negó con la cabeza.
—Feliz cumpleaños. —Contestó el castaño a la inexistente pregunta.
Wiseong abrió los ojos como dos sandías y observó a su mayor.
—¿Realmente lo recuerdas? —Habló con emoción.
—Jamás lo olvidaría, eso no se pregunta.
—¿Y mamá?
—No ha podido venir hoy, realmente lo siento. —Miró al suelo con algo de decepción, pero su hermanito le subió el ánimo.
—No te preocupes, TaeTae, soy feliz con que vengas a verme y aún me recuerdes.
Wiseong era pequeño, por lo tanto, sus palabras no eran bien pronunciadas, aun así, Taehyung lo entendía perfectamente.
—¿Cómo no recordarte? Wiseong, tú eres mi luna, mi niño de Luna, jamás te olvidaría.
Un nudo comenzaba a formarse en la garganta del mayor. Sacudió la cabeza para despejarse y observó al pequeño que yacía sentado junto a él.
—Encontré algo en mi cuarto, algo tuyo y quería mostrártelo. —Sonrió y revolvió el bolsillo de su pantalón, sacando un pequeño auto de juguete.
—¡Mi autito! —Habló con euforia el dueño de este. —Aún lo conservas... —Sonrió, provocando que el corazón de Taehyung diera un vuelco y el nudo en su garganta aumentara.
Sus ojos comenzaron a cristalizarse, delatándolo completamente.
—TaeTae, por favor, no llores. —El niño intentó consolarlo con un abrazo, pero Tae solo pudo sentir el aire que lo rodeaba.
—Si yo no hubiera... —Apretó el juguete en su mano fuertemente, intentando contenerse.
—No fue tu culpa, te lo prometo, yo no creo que haya sido tu culpa, TaeTae... —Los ojos del niño comenzaron a humedecerse también, cuando los recuerdos comenzaron a inundar la mente de su hermano.

—TaeTae ¡Atrápame si puedes! —Retó Wiseong a su hermano mientras comenzaba a correr mojando sus pies con el agua del mar.
—Ya verás mocoso, cuando te atrape. — Rio y comenzó a correr detrás del pequeño.
A los pocos segundos, este se encontraba entre los brazos de su mayor, riendo a carcajadas por las cosquillas que le hacía. 
Al bajarlo, luego de estar un rato caminando juntos, el pequeño notó que le faltaba algo.

Su pequeño auto de juguete favorito.

—¡TaeTae! ¡Se me cayó mi autito favorito! No lo encuentro. —Se desesperó el pequeño, mirando entre la arena en un intento de encontrarlo.
—Vale, tranquilo, yo lo encontraré, espérame aquí parado, no te muevas, por favor, ya te lo traigo.  —Luego de decir esto, Taehyung volvió en sus pasos rápidamente en un intento de encontrar el pequeño autito, hasta que a un par de metros suyo lo logró diferenciar.
Corrió hacia el pequeño juguete para así poder volver con su hermanito, quien se encontraba solo.

Al volver donde le había dicho que se quedara, no lo encontró.

Maldijo por lo bajo, mirando a su alrededor en busca del pequeño, sin embargo, no hubo pista alguna de él.
Desesperado, se acercó a una mujer que había visto antes de irse y le preguntó si lo había visto.
—Oh, si lo vi, se lo llevaron una mujer y un hombre, parecían ser sus padres, se fueron por allí. —Señaló una dirección de la carretera. —En un Nissan gris.

Taehyung se tomó la cabeza a tal punto de sentir que se estaba por arrancar el cabello.

Le agradeció a la mujer y salió corriendo en dirección en la que indicó ella, sacando su celular para marcar a la patrulla.
En cuanto cortó la llamada, esperó a que llegaran, pero lo hicieron 20 minutos después.
Subió al coche del patrullero, indicándole hacia donde debía ir.
El camino indicaba a la frontera entre estados, en donde había muchos autos esperando para pasar. Taehyung, sin esperar un solo segundo, se bajó de la patrulla y comenzó a buscar el auto, hasta ver por la ventanilla a su hermanito dormido en un asiento.
Con el corazón palpitándole a más no poder, corrió hacia el auto y abrió la puerta de golpe, estirándose sobre el pequeño y abrazándolo con todas sus fuerzas.
—Tranquilo, bebé, TaeTae está aquí. Ya encontré tu autito, volvamos a casa ¿Sí?
Pero él jamás correspondió.
Taehyung se separó lentamente de él, mirando su pequeña carita dormida, con la piel más pálida de lo usual.
—Wiseong... ¡Wiseong!... ¡WISEONG DESPIERTA! —Comenzó a sacudirlo fuertemente, sin respuesta alguna.
Las lágrimas comenzaron a caer de forma descontrolada, mientras sentía a la policía sacar a las dos personas que conducían.

Caso: Niño asesinado, vaciado y relleno con drogas.
Detenidos: 2
Hora de desaparición: 4:00 P.M

Taehyung lloraba ante el recuerdo, no podía ver la cara de su hermano sin intentar abrazarlo, consiguiendo caer contra la arena, sin resultado alguno.
Wiseong también lloraba, el pequeño no entendía bien todo lo sucedido, el simple hecho de ver a su hermano sufrir lo destrozaba, él lo amaba, estuviera donde estuviera, siempre lo iba a hacer.
Los dos miraban a la luna, la cual se iba asomando cuando el sol comenzaba a desaparecer en la frontera.
—TaeTae, no llores. —Habló el pequeño entre jadeos y mocos. —Siempre estaré para ti, y tú estarás para mí. Te amo, hermanito.
La silueta del pequeño niño desaparecía como una sombra, dejando a Taehyung completamente solo.
El castaño secó sus lágrimas, las cuales quedaron de todas formas marcadas en su cara y se paró lentamente. Alzó el pequeño auto de juguete, limpiando todo rastro de arena en él y se dio la vuelta para ir nuevamente a casa.

Antes de irse definitivamente, alzó la mano para saludar a Wiseong, quien a lo lejos sacudía la mano con una pequeña sonrisita, despidiéndose de la persona que probablemente más lo amaba sobre toda la faz del planeta.


Vaaaale, no suelo subir cosas así, pero me inspiré un poquito, solo un poquito, de algunos de los casos que pasan en televisión, pues aquí en América lo suelen hacer, por más que suene a leyenda urbana es cierto y yo aún no comprendo como hay gente tan desquiciada de hacerlo.
En fin, eso es todo, bye~

4 O' Clock ➸Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora