Con los nudillos blancos de la furia y la bilis subiéndole por la garganta , el hombre verde con los ojos inyectados en sangre se acercó a la caba, donde tomó al peliazul de una manera violenta por la camisa para arrastrarlo y arrojarlo contra la pared haciendo que se golpeara la cabeza . El muchacho cayó al suelo y el hombre volvió a levantarlo aún sosteniéndolo del cuello de la prenda.
El hombre, un poco desorientado por el sueño y el terror tan repentino miró al líder de la banda, quien bufaba tan fuerte que parecía que sacaría humo en cualquier instante.
—¡¿Pero que mierda crees qué haces?! ¡Asqueroso pedofilo! Así que por eso estabas tan cercano a la chica. ¡¿Querías abusar de ella no?! —Dijo estrellándolo múltiples veces contra la pared.
—N-no M-Mudz. N-No es lo que c-crees.—Dijo el muchacho intentando hablar lo mejor que pudo por el temor.
—"No Mudz, no es lo que crees" —Dijo el hombre imitándolo con una voz ridícula para luego golpearlo de lleno en la mandíbula.—¡¿Acaso crees que soy imbecil face-ache?!—Otro golpe le fue atinado en la nariz.—¡Maldito bastardo!
—¡No! ¡Murdoc, basta!
El hombre seguía golpeando al muchacho sin intenciones de detenerse, mientras la muchacha intentaba alejarlo del peliazul.
—¡Murdoc! ¡Lo vas a matar!¡Para!—La irá aumentaba en la nipona, la cual al ver que no parecía querer parar, se abalanzó contra el hombre verde y lo golpeó directamente en el rostro tan fuerte como pudo. El hombre solo la miró con furia por un segundo y se levantó sujetándola con fuerza de la muñeca para después prácticamente arrojarla dentro del baño de la habitación y encerrándola ahí adentro.
Los golpes histéricos en la puerta acompañado de gritos no tardaron en aparecer, mientras el líder de la banda se acercaba de nuevo al peliazul y lo pateaba con fuerza en el abdomen.
—¡Es tan solo una niña! ¡Debería matarte!—Dijo con furia mientras lo sujetaba con fuerza del cabello y se lo llevaba a rastras a su habitación , donde lo arrojó con violencia y encerró como aquellos días.
El demacrado muchacho, tan solo se recostó en el suelo como ovillo, y cerró los ojos mientras esperaba acostumbrarse al dolor con el tiempo.
El resto de ese día , el hombre dejo a ambos encerrados , sin nada más que su propia existencia para acompañarlos. A su vez, el retomó un proyecto en su oficina , algo que le ayudaría a mantener a ambos alejados.
Uniendo un par de cables, con esa mirada tan fría y malévola, la copia de cierta persona recinto conciencia con una sonrisa macabra...
Murdoc había reconstruido a la Cyborg...
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La muchacha golpeó la puerta hasta que le sangraron los nudillos, e intentó abrir el cerrojo con todo lo que pudo encontrar en ese baño. Incluso consideró saltar por la ventana para escapar , pero a quien engañaba. El que tenía el poder aquí era ese asqueroso hombre. Aquel hombre que simplemente no podría perdonar de hacerle daño a aquella persona tan importante para ella.
Con la desesperación y la impotencia en el estomago, la muchacha se deslizó por la puerta mientras hundía su cabeza entre sus rodillas , el escozor en sus manos comenzaba a volverse insoportable y le punzaba la cabeza. Mas entonces vio su salvación.
Su gigante amigo se acercaba preocupado a la ventana del baño.
—Princesa, ¿estás bien? Escuche un gran alboroto.
—Russ, necesitas ayudarme...
La muchacha le contó todo lo que ocurrió , y con todo, también se refirió a la parte en la que durmió al lado de Stuart, lo cual no le agradó mucho pero igual intentó no perder la cabeza al respecto. Ya después hablaría con el muchacho. Y fue así como idearon un plan...
A la mañana siguiente , el líder de la banda fue a abrirle la puerta.
—Por favor, por favor Mudz. Déjame ir a asegurarme que este bien.
—Tienes que estar bromeando, después de lo que te hizo. ¿Acaso eres estupida?
—¡Murdoc! Solo eso te pido...
Tras pensarlo unos minutos, el hombre gruño y asintió.
—Pero juro que como intenté propasarse, yo...
—¡El no se va a propasar maldito sopenco! El no me haría daño...—Dijo molesta por la actitud del hombre mientras le quitaba las llaves de la mano y prácticamente corría escaleras abajo.
Con movimientos torpes , tomó la llave que Murdoc le había indicado y abrió la puerta temblando.
Ahí, a la mitad de la habitación, el muchacho estaba hecho un ovillo tal como el día anterior , mientras respiraba pesadamente.
La muchacha se le acercó con ojos cristalizados , mientras intentaba aclarar su garganta.
—Toochi, soy yo... ¿Como te sientes angel?—Dijo con voz suave y baja mientras se arrodillaba a su lado y le ponía una mano en la espalda y la movía ligeramente de arriba hacia abajo.—Ese bastardo, juro que lo voy a...
El muchacho la interrumpió sujetándole la mano.
—Estoy bien preciosa, no te preocupes...—Dijo mientras la acercaba a él aún con los ojos cerrados.—He estado peor...
La muchacha sin poder evitarlo comenzó a llorar.
—Lo siento tanto, todo esto es mi culpa...—Dijo mientras se cubría el rostro.
—Hey, está bien. No llores.—Dijo mientras se sentaba con trabajos y atraía a la japonesa hacía si u la abrazaba sobre sus piernas. Ella hundió su rostro en el pecho del muchacho mientras intentaba calmarse.
—Eres tan bueno... En esta condición y aún así estás consolándome a mi. Lo lamento tanto Toochi, de verdad que si... Debería haber interferido antes, debería haberme puesto en medio...
—Hey, alto ahí. Nunca, nunca jamás digas eso. Mi labor es cuidarte a ti, no al reves.—Dijo mientras le apartaba las lágrimas con los pulgares.—Siempre que tú estés bien, yo estaré bien.¿de acuerdo?
La muchacha asintió aún con la nariz roja y ligeras lágrimas cayéndole por las mejillas. El muchacho le besó la frente y la atrajo de vuelta para acariciarle la espalda en movimientos circulares.
—Te juro que pronto saldremos de este agujero...
—Sobre eso...—La muchacha se separó de el y comenzó a contarle el plan que había formulado con Russell..
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¿Estás conmigo? | Noodle & 2D
Fanfiction-¿No te parece curioso como las luciernagas siempre se mueven en grupo? -Supongo que se protegen unas a otras.-Dijo el peliazul elevando los hombros mientras enterraba sus manos en el césped. -Nosotros somos como las luciérnagas entonces.-Dijo en vo...