Con ojos de lobo [Sterek O.S]

Parte única

Todo hasta ahora era una real mierda.

¿Cómo era posible que una manada completa (y ridículamente variada, hay que decirlo) no fuera capaz de encontrar a tres omegas merodeando por el bosque?

Era un territorio extenso, sí, pero los desgraciados dejaban su aroma por donde pasaban y aún así ellos no habían podido cojerles el rastro.

Stiles estaba más que frustrado, tenían cinco asesinatos de lo más macabros y tres omegas que andaban por ahí matando a tontas y a locas; cuando podía por fin encontrarles el último rastro sus amigos no se movían de inmediato, sino que lo hacían horas o incluso días después, obviamente así el rastro se perdía.

-No puedo creer que me hayan ignorado. Otra vez.- Estaban todos cansados y cabreados, sobre todo Stiles, que quería que los asesinatos pararan y tener una cena normal con su padre, al menos una vez en lo que restaba de ese mes, que era, valga la redundancia, TODO el mes, sí, era un primero de noviembre.

-Si tuvieras información útil no estaríamos en esta situación, en primer lugar.- Dijo Derek con desdén apretando el manubrio del camaro.

-¿Pueden por favor dejar de pelear? Estamos todos agotados y enojados, mañana seguiremos buscando.- Dijo Cora bastante fastidiada, mirando a su hermano de reojo. No estaba molesta por el cansancio en sí, estaba molesta por la forma tan despectiva y dura que tenía Derek cuando hablaba con Stiles.

-Lo haría si él nos sirviera de algo.

-¿Me estás llamando inútil? Discúlpame pero mantuve tu maldito trasero flotando durante DOS HORAS en una piscina congelada cuando Jackson te dejó paralizado.

-Jamás te pedí que lo hicieras y de todas formas desde entonces no eres más que un estorbo para los demás.

-Ah claro, porque obviamente pasa algo y corren todos hacia ti buscando guía, sobre todo información.

-Te buscan porque eres amigo de Scott y lo sabes, si no fuera por eso ni siquiera serias parte de la manada.

-Ya basta, los dos.- Cora comenzaba a perder la paciencia, no sólo porque estaba molestándose de verdad, sino porque Stiles comenzaba a emanar ese característico aroma a tristeza que tenía cada vez que hablaba (o peleaba) con Derek y detestaba ver al castaño triste por culpa del orgulloso de su hermano.

Ere aroma a tristeza siempre había sacado a Cora y a su Lobo de sus casillas, le daban ganas de llevarlo a un lugar seguro, besar sus lágrimas y hacer lo posible para que jamás estuviera triste otra vez. Claro, si tan solo Stiles pudiera verla de esa forma...

-Scott ni siquiera sabía qué mierda hacer en su primera luna llena, ¿estuviste tú con él esa vez? No, claro que no, fui YO quien puso su cuello en peligro.

-¡Y por eso es que no deberías ni siquiera ser de la manada!.- Derek tenía la mandíbula apretada y los nudillos blancos de lo fuerte que apretaba el volante. No sabía por qué estaba tan enfadado, pero no podía dejar de soltar insultos hacia Stiles.- Eres desechable aquí, acéptalo de una buena vez.

Cora lo miró como si no pudiera creer lo que había escuchado. Y no lo creía. Derek podría haberle soltado un montón de cosas antes, pero ninguna como aquella.