El joker y la Reina de espadas (Hisoka)

04. Intermedio del viaje

Aclaración:

Este capítulo contiene una escena para adultos, dígase "Lemon".

Leer bajo su propia responsabilidad.

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Pasados los días yo aún seguía pendiente de los movimientos de Hisoka, y también sé que él era consciente de que le seguía, al llamarnos, había 7 participantes, y finalmente llegaron tres chicos más, Gon, la chica rubia, y el de pinta de delincuente. Me emocioné de verlos avanzar tanto. Y solo quedaba la prueba final.

Volvimos a subir al zepelín, el presidente nos comenzó a citar para una entrevista. Al llamarme, me acerqué a la puerta. Entré en silencio y le miré, era un tipo rudo, pero con una pinta de abuelito que te daban ganas de apretarle las mejillas.

- ¿Por qué quieres ser cazadora? - Me preguntó sin rodeo alguno.

- Porque quiero encontrar a mi hermano

- Ya veo... ¿Con quién no te gustaría pelear?

- No me gustaría pelear en general, creo que todos son oponentes muy fuertes, pero excluiría al #405

- ¿Y con quien te gustaría pelear? - Me miraba divertido.

- Pues, no quiero pelear, a mí me gusta mirar, quien podría estar entre mis capacidades sería el número 301 y el número 44, pero a diferencia de ellos yo soy mucho más temperamental, por lo que estoy en desventaja, así que creo que sería divertido pelear con alguien que esté a un nivel parecido.

- Ya veo, tengo una pregunta más...

- ¿Cuál es?...

- ¿Vienes de Ciudad Meteoro? - No quise decir más, solo asentí, y luego me retiré de allí.

La última pregunta no venía al caso por ninguna parte, quizás era porque mi nombre no figuraba en ningún lado. Pero aun así me había parecido sumamente impertinente.

Volví al cuarto que me habían asignado en el zepelín, mientras concentraba mi aura entre mis manos, tenía mucho tiempo para practicar, aun no nos decían dónde íbamos a desarrollar la última ronda. Además, lo que no pasaba practicando, lo pasaba comiendo o bien descansando. Me impresionaba que Hisoka no hubiese venido a molestar y, por otro lado, también era bastante solitario todo. La verdad mi mente estaba en un dilema, por una parte, ansiaba volver a ver a mi hermano, por otra quería quedarme con Hisoka, y sabía que ambas opciones no eran para nada compatibles, el solo hecho de pensar en que se encontraran, era como determinar por completo un total desastre. Solté un suspiro, y me recosté en la cama, ¿acaso mis intereses iban a cambiar dependiendo de mi situación sentimental? ¿No estaba yo, enamorada de Kuro? ¿Quería alcanzarlo para ser su reina de espadas? Sabía que habría mucha competencia, todas aquellas personas que le siguieron ese día cuando decidió irse, y el momento en que me había hecho su promesa. Mi corazón se apretó, le extrañaba, pero sabía que se encontraba en buenas manos, por otro lado, Hisoka parecía buscar la muerte en cada batalla, y también lograba preocuparme, ¿si terminaba muerto por culpa de esa ansia de batalla que tiene? ¿Había alguna forma de que aminorara todo aquello?

- Soy una estúpida por rodearme de hombres así... - Salí del cuarto para despejarme, y al pasar por un pasillo, la puerta se abrió y unas manos me llevaron dentro.

- Estoy aburrido y estaba esperando por ti, juguemos, gatita - El arlequín me tenía contra el muro mientras su mano se encontraba entre mis pechos.

- ¿Qué quieres jugar? - Quité su mano y me senté en el piso, no tenía ninguna ansia de resistirme a sus juegos.

- Strip Póker, será divertido - Se sentó frente a mí y comenzó a revolver las cartas.