Epílogo: la vida después de Hogwarts

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Como no podía trabajar en el Departamento de Misterios, Sarah se dedicó durante algún tiempo a elaborar pociones para comercializarlas. El profesor Slughorn, cansado de tantos sobresaltos, se jubiló y le ofreció su puesto, pero ella no lo aceptó, consciente de no servir para la docencia. Quien ocupó entonces esa plaza vacante para enseñar Pociones fue su madre, Lily. Así pues, Lily y Severus trabajaban y vivían juntos en Hogwarts.

Sarah vivía con Harry, y ambos veían a sus padres muy frecuentemente gracias a los polvos flu. Harry comenzó a trabajar como auror.

Diez años después

Severus, Lily, Sarah y Anthony ocupaban una mesa en un elegante restaurante del Callejón Diagon.

-¿Qué tal? -saludó Anthony al llegar -. Profesor Snape, la señora Pomfrey me ha contado que hay mucha gente que cuenta con usted para que sea el próximo Ministro de Magia... Cuente con mi voto si se presenta.

Anthony Goldstein había trabajado varios años como ayudante de la señora Pomfrey, aunque ahora, desde hacía poco, era sanador en el hospital de San Mungo.

-Qué enternecedoras palabras -respondió Snape, con ironía-. Pero siento decepcionarte: no voy a presentarme como candidato. Quiero llevar una vida más tranquila.

-¡Vaya! Pues es una pena, porque...

Pero nadie pudo descubrir por qué era una pena, ya que en ese momento, una lechuza entró en el restaurante y le entregó un sobre a Severus. Éste lo leyó en silencio. A su lado, Lily, también lo leyó con disimulo, y sonrió.

-No voy a presentarme candidato a Ministro de Magia -le comentó Severus a Anthony- pero seré el próximo Jefe del Departamento de Misterios.

Desde que Harry se la había regalado, Sarah había utilizado la capa invisible con asiduidad, y de este modo, había esquivado a la prensa. La joven había enviado varias solicitudes al Departamento de Misterios, y a pesar de que ahora rehuía la prensa, siempre recibía la misma respuesta: que era demasiado famosa para trabajar en un departamento tan secreto.

-Bueno -le dijo Severus a Sarah-. El próximo lunes firmamos el contrato.

Ella sonrió de oreja a oreja. Era el puesto que siempre había querido y siempre se lo habían negado injustamente. Hasta ahora.

-¿Y usted va a seguir en Hogwarts? -le preguntó Anthony a Lily.

-No, a mí me han nombrado Jefa del Departamento de Seguridad Mágica en el Ministerio.

-¡Ah, eso está muy bien! -opinó el chico-. A cargo de los aurores. Si no fuera sanador, me habría gustado ser auror.

Sarah miró a Anthony. Había sido él el que había propuesto esa cena con ella, con Lily y con Severus.

-Debo anunciar algo -dijo Anthony, y sin más preámbulos, soltó-: Quiero casarme con Sarah.

Lily sonrió, pero como Severus seguía serio, Anthony añadió:

-Si les parece bien...

-¿Y si nos parece mal? ¿Qué vas a hacer entonces? -dijo Severus, con una sonrisa suspicaz.

Anthony miró a Sarah y a Lily.

-¡No le hagas caso! -dijo Lily.

Sarah y Anthony sí que se casaron. Sarah llevó a partir de entonces el apellido Snape-Goldstein, pues ya había estado mucho tiempo sin usar el apellido de su padre y no quería dejar de utilizarlo. Tuvieron un hijo, cuyo padrino fue Terry Boot; y una hija, cuyo padrino fue Draco Malfoy. El Slytherin y Astoria (la mujer de Draco)eran buenos amigos de Sarah.

Unos años antes, Harry se había casado con Hermione.

El colegio Hogwarts fue dirigido por Minerva McGonagall, y en el despacho del director se colgó el retrato de Severus Snape. No solía hacerse eso cuando el director abandonaba el puesto con vida, pero a McGonagall no le importó hacer una excepción.

Y de esta manera, tras años de maltratos por parte de su padre; de rechazo; de soledad y de incomprensión, Severus pudo vivir feliz con Lily y tener una familia que lo apreciaba, dejando atrás los años de dolor y tristeza.

FIN


[Ésta es la historia. Me da pena acabarla después de tanto tiempo subiendo capítulos, pero me parecía que ya no quedaba bien prolongarla más.

Tengo escritos otros capítulos, también sobre Severus y Lily, que no he publicado porque no encajaban con el argumento de esta historia. Pensaba subirlos en una historia distinta, cuyo título puede que sea: Una Evans en Slytherin.

Gracias por leer y comentar.]

La elección de Severus: Entre luz y oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora