Sentí como una mano se posaba en mi nuca y la otra rodeaba mi cintura, empujándome hacia atrás cuando rodeé a aquella persona del cuello con mis brazos.Al subir la mirada, me di cuenta de lo que sucedía. No podía creerlo. ¿Era un robot gigante lo que mis ojos estaban viendo? ¡Esa cosa estuvo a punto de aplastarme!
Caímos al duro y frío pavimento. Él sobre mí. Lo único que notaba de reojo fue su cabello dorado y brillante, mi oreja podía sentir la suavidad de éste, sentía cosquillas. Sus brazos me daban una sensación de seguridad. Me sentía cómoda en ellos, marcados de duro ejercicio que me volvió loca al instante, rodeados por el látex negro. Un aroma a perfume varonil invadió mi nariz, un aroma inolvidable.
-¿Estás bien? -Se recargó en sus brazos dejándose ver finalmente. Chico con... ¿Orejas de gato? Sus hermosos ojos completamente esmeralda brillante y sus pupilas eran ligeramente alargadas, traje negro y un dorado cascabel que colgaba de su cuello. Sus ojos brillaban como tal estrella. Ojos... que jamás se borraron de mi cabeza.
-S-Sí... -Contesté, algo ansiosa. Él sonrió y alzó la cabeza. Sentí cómo mi corazón dolió en ese momento por aquella escena ante mí. Esa sonrisa... ¿Dónde la había visto?
-¡Mi Lady! -Se puso rápidamente de pie al tomar mis manos para ayudarme a levantarme.
-Vamos, Chat. -Aquella chica... Aquella chica de traje rojo y motas negras caminó hasta quedar detrás del chico gato, quien no me quitaba la mirada de encima, como si me conociera. La chica tomó su mano haciendo que soltara las mías y lo jaló hacia ella.
-No se ponga celosa, mi Lady.
-No estoy celosa. -Respondió, soltándole. Ambos dieron un gran salto antes de caer sobre un edificio cercano, siguiendo a la criatura.
Estaba atónita ante aquella escena. No podía creer lo que mis ojos habían visto.
Esto era un sueño. Esto no era real.
Un robot gigante, un chico gato, una chica mariquita. ¿Qué seguía? ¿Un hombre mariposa? ¿Un hombre tortuga? ¿Me estaba volviendo loca ya a caso?
El celular escondido en mi bolsillo comenzó a vibrar y a soltar una musiquita. Lo saqué y contesté.
-¿S-Sí...?
-¿______, estás bien? -Preguntó mi madre al teléfono.
-Sí. Estoy bien.
-Gracias a Dios... Sentí un temblor y luego otro tras otro hasta sentirlo más fuerte. Me alegra que estés bien. En cuanto antes, por favor regresa rápido por si a caso.
-E-Está bien. -Colgué, aún con mi corazón acelerado, y guardé de nuevo el celular. Seguía viendo a la nada por el susto. Golpeé mis mejillas y sacudí mi cabeza. Ya estaba alucinando. Lo que viste sólo fue tu imaginación, ______.
Llegué rápido a la panadería Dupain. Había una que otra persona dentro a parte de mí. Ya que la fila había acabado, me dispuse a pedir mi orden.
-¿______?
-Marinette... ¿Trabajas aquí?
-Eh... Algo así. Mis padres son dueños de la panadería así que yo ayudo de vez en cuando.
-Oh. ¡Genial! Pan delicioso gratis para ti todos los días. -Sonrió.
-No siempre, pero sí. ¿Cuál será tu orden? -Tomé una bandeja y unas pinzas para tomar todo lo que mi madre me había pedido. Regresé con ella y dejé la bandeja sobre la mesa. Marinette cobró todo y yo lo pagué. -Presiento que serás una clienta muy común aquí. -No pude evitar reír.
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𝑴𝒊 𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒂 𝒂 𝑷𝒂𝒓𝒊́𝒔 [ Adrien/Chat Noir ]
Fanfiction《Mi sueño por fin se cumplió. Decidí venir a París, Francia por mis 15 años. Parecía que la suerte estaba de mi lado, pues mi padre consiguió un trabajo en la "Ciudad del Amor" y decidimos mudarnos ahí. Mi hermano, mis padres y yo, tendríamos una n...