Soy Monic, tengo 18 años y ahora mismo estoy abandonando la casa en donde pasé la mayoría de mi infancia, mis padres, Ann y Joe, me llevan en coche a mi primer y nuevo departamento.
-Estamos muy orgullosos de ti, cariño, pero ya sabes que aunque ya seas adulta nos tienes aquí para cualquier cosa.
-Sí mamá, lo sé, pero necesito independizarme y lo sabes.
-Eso lo sabemos bizcochito, pero para nosotros siempre serás nuestra pequeña Monic y queremos que te cuides y si sucede algo nos llames.
-Ya lo sé papá.
Llegamos al departamento en 30 minutos que para mí fueron demasiados debido a las ansias que tenía de llegar a mi nueva casa, al fin seré independiente y no tendré que dar explicaciones cuando vuelva tarde de una fiesta.
Fui casi corriendo a abrir el portón de entrada y subir las escaleras, ya que el departamento quedaba en el 2° piso, cuando llegué y abrí la puerta me encontré con un cuerpo alto y musculoso, alcé la mirada para encontrarme con unos ojos marrones casi dorados y una sonrisa que podría servir como publicidad para dentífrico.
-Bienvenida compañera de piso.
-Oh, hija, ya veo que te encontraste con Scott, él será tu compañero de piso porque tu padre y yo no queríamos que te vinieras a vivir sola.
Miré a mis padres atónita, no podía creer que no me dijeran que mi amigo de la infancia y ahora ser repulsivo antes mis ojos, Scott, se vendría a vivir conmigo en un departamento, los dos sólos, lo que ellos no sabían era que este tipo era un mujeriego. No sabía que era peor, o vivir con un simio estúpido al que solo le interesan las mujeres o que a mis padres les parezca buena idea que su hija conviva con un ser como él.
-No podéis hacerme esto, es injusto, además ya soy mayor de edad y no necesito que nadie me cuide, puedo vivir yo sola.
-Pero bizcochito no te pongas así, tu madre y yo intentamos protegerte y que estés bien.
Mi enojo crecía con cada palabra que soltaba mi padre hasta que mis oídos captaron lo que susurró ese simio estúpido por el orificio bucal, cerca de mi oído cuando mis padres se distrajeron.
-Miralo por el lado bueno, tienes a alguien fuerte que te proteja y te cuide, además tú eres muy enana y debilucha como para protegerte a ti misma.
En ese momento quise golpearlo pero me controlé ya que mis progenitores estaban delante, aunque no me negué darle una mirada asesina y mostrarle el dedo medio. Tal vez pudiera divertirme puteándolo un poco, con eso seguro me deja en paz y se larga del departamento. Respiré de forma calmada y cambie mi expresión para dirigirme a mis padres que estaban hablando en susurros entre ellos.
-Esta bien, dejaré que se quede aunque dudo que tenga otra opción pero quiero algo a cambio.
-¿Qué cosa quieres patatita?
Habló mi madre, yo todavía seguía pensando hasta que di con algo que me beneficiaría y con lo que podría joderlo un poco.
-Quiero el mejor cuarto y más tiempo en la ducha.
-¿Qué? Eso no es justo, yo llegué primero y de todos modos, ¿para que quieres tener más tiempo en la ducha?
Ignoré al simio y dirigí mi mirada a mis padres que debían responder si accedían o se negaban a mis objeciones. Se miraron entre ellos, ya que no siempre necesitan palabras para comunicarse entre sí, suspirando asintieron, dando a entender que accedían a mis peticiones, me lancé a abrazarlos y darle las gracias. Con gusto correspondieron, mientras que el simio que ahora tengo como compañero de piso refunfuñaba y resoplaba cruzado de brazos.
Después de subir las cajas con mis cosas, tomar un poco de té y despedir a mis padres ya que debían marcharse ya, me senté en el sofá a ver televisión hasta que una masa muscular bastante definida se interpone entre mi visión y el objeto televisivo.
-Esto no se va a quedar así pequeña renacuaja, me las vas a pagar.
-No te quejes tanto, podía haber pedido algo peor simio estúpido.
-Ya veremos qué es peor, si lo que te voy a hacer o lo que podías haber elegido.
Se fue dejándome intrigada pero sin temer a su pequeña "venganza", así que seguí viendo televisión hasta quedarme dormida sobre el sofá en una posición no muy agradable para el cuerpo.
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Tal Vez...
Short Story-Hey, ¿qué tal?, yo soy Monic, mido 1'54, tengo el pelo corto(por encima de los hombros) y negro, me gusta la ropa de chico porque es ancha, me gusta vestirme de negro, no soporto a las plásticas e hipócritas personas, sobre todo a Scott, ¿queréis s...