-¿Quiénes son y de donde los conoces?
Tenash me estaba haciendo el interrogatorio más largo de toda mi vida, ya ni cuando terminaba en el piso de reformamiento me hacían esto.
-¿No es obvio?- dije señalandome- ¿Acaso olvidas que soy capitalista, que trabajé para la división de soldados y es por eso que estoy aquí?
Mi cara debió de ser graciosa, Tania se reía fuertemente.
-Bueno....si y no
Camina de un lado a otro.
Mientras yo continuo con la cabeza fuera, ellos están caminando tranquilamente por el desierto sin comida, bajo la luz del sol.
-Sam, ¿estás de acuerdo de que son capitalistas que no conocemos?-
Levanto unos segundos la mirada. Si, son capitalistas, en territorio rebelde.
-Si, lo sé
-¿Los conoces?, es decir, ¿trabajaste con ellos?- Pregunta Tania.
¿Qué si trabajé con ellos?. Éramos los mejores, nuestro nombre era temido y honrado, éramos peligrosos, eramos la legión milagrosa.
¿Cómo les digo que matamos a millones de los suyos? ¿Juntos? ¿Mano a mano?
-Pues si, llevo años conociéndolos....- hasta ahí lo deje, si al principio todos me odiaban por lo que hice, a ellos los mataran a tan solo metros de distancia.
Todo se quedó en silencio hasta que una luz azul y un holograma se proyecto frente mía, un mensaje de Marco. Me quede boquiabierta, no emití sonido alguno.
"Venimos por ti, por favor, dime que estas viva"
Leí el mensaje sin querer en voz alta, están cerca, están acercándose a un territorio desconocido, los van a matar.
Eche carrera hacia afuera, había mucha gente en la plaza y yo al salir descontroladamente llamé demasiado la atención- sistema abre ubicación de Marco Labastida- me adentraba mas en la inmensidad del desierto, el calor me quemaba la cabeza y el sol me cegaba los ojos, pero yo seguía corriendo.
La luz fue proyectada en un mapa y cuatro puntos azules a 3 kilómetros caminaban en mi dirección, aceleré subiendo y bajando por las dunas de arena y por fin a lo lejos los vi.
Con sus resplandecientes uniformes blancos, sus capas cubriéndolos del ardiente sol, y sus armas bien enfundadas listas para entrar en acción, me paré en seco sobre una duna, tenía ganas de llorar, realmente las tenía, a lo mejor era la arena que se me había metido a los ojos y me picaba, pero eran ellos caminando hacia mi.
Marco levanto la mirada e hicimos contacto visual, sus ojos color jade, que tanto extrañaba, me vieron y se abrieron como dos ventanas. También paró. ¿Que habrá pensado al verme así? Vestida de negro y rojo, con mis cables atados a mis caderas, con un cabello largo sin cortar desde hace meses, ¿que habrá sentido?
Comencé a caminar para luego correr sin importar tropezarme, ellos hicieron lo mismo, nos reencontramos, nos abrazamos, gritamos y Susejh hasta lloró de la emoción.
-Santos techos eres tu Sam- decía Galeana sin creérselo.
-Si, soy yo chicos, soy yo- decía abrazando a Josh.
-Pensamos que estabas muerta, tu avión cayó, las alarmas sonaron y no nos dejaron volver por ti, Sam las cosas en las capitales se están poniendo feas...- Marco decía cuando me separaba de el.
-Debí imaginármelo, lo importante es que de nuevo estamos juntos, eso es lo que importa- no me creo que les esté hablando así.
-¿Y qué fue de ti? ¿Estás sola? ¿Porqué vistes esos colores tan...fúnebres?- Galeana me disparaba mil y un preguntas.
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Rebeldes
Science FictionEl juego de las mentiras continúa. ¿Ahora en quien puede confiar la hija de los Mondragón? Ella ya no tiene intenciones de ser un peón más, ahora tiene una expectiva bastante alta y nada imposible la cual alcanzar. Se convertirá en la reina que der...