Habían pasado una semana de que el volvió, ella todavía seguia molesta pero por lo menos ya le dirigía la palabra.
El le habia dicho que no podía contarle los motivos por los cuales se alejó tanto tiempo, ella le había dicho que no le importaba de todos modos, claro que le importaba el era la persona en que más había confiado y quien más la había decepcionado.
Esa noche el estaba sentado afuera con sus abuelos, no se como permiten que salga así como si nada y además que regrese tan tarde dijo, hijo no seas celoso tu hermana ya es una mujer y Adolfo es un buen muchacho hace un año ya que son novios, claro que no es una mujer sigue siendo la misma niña tonta.
Hijo ella sabe cuidarse no te preocupes además jamás ha llegado tarde siempre llega antes de las 11 no seas exagedado.
Un tiempo después sus abuelos se fueron a dormir mientras el se quedó ahí, justo como dijo su abuela 5 minutos antes de la 11 llego aquella camioneta; aquel chico bajo a despedirla con un beso.
Ella cuando quiso entrar se topó con Tomas sentado en un sillón fulminandola con la mirada, así te despides de tus amigos dice, es mi novio resopla ella, deberías respetarte más y respetar más a los abuelos no es de señoritas volver a estas horas y dar esos espectaculos en la calle.
Pero si apenas son las 11 además a ti que te importa lo que yo haga o deje de hacer, tienes razón que me importa lo que hagas levantándose y dirigiéndose a su habitación, ella lo sigue alcanzandolo ya en su habitacion cual es tu problema desapareces por años y ahora vienes convertido en un completo idiota, no tengo ganas de discutir por favor sal de mi habitación, ella nuevamente estaba llorando.
Al día siguiente ella se levantó tomó su caballo y se fue a la casacada estuvo un largo rato en aquel lugar pensando.
Esa noche el le pidió disculpas por su comportamiento anterior y por fin lograron hablar sin pelear, se habían contado todo lo que habían pasado estos años en los que no hablaron, el la beso en la cabeza abrazandola a el, puedo quedarme pregunta.
El le rueda los ojos, es que ellos siguen bajo la cama, no eres muy grande ya para seguir teniendo miedo a esas cosas ella se encoge de hombros.
Tomas estaba intrigado no sabía dónde iba Lana después del medio día, casi todos los días la veía escaparse a esa hora.
Aquel día luego de almorzar espero y vio como ella nuevamente tomaba su caballo y se dirigía a alguna parte, la siguió sin que ella se diera cuenta, enseguida noto a donde se dirigía ella.
Al llegar bajo de su caballo, se desnudó completamente dirigiendose al agua que estaba tibia le encantaba nadar desnuda en aquel lugar tan escondido, tan de ella, recordó cuando se hicieron los dueños de ese lugar con Tomas.
Su piel blanca y perfecta, su pelo rubio brillando con el sol y dejando caer gotas de agua que recorrian esos senos que se habían formado como si hubieran sido moldeados por unas manos mágicas para que fueran tan perfectas, sus pezones estaban erizados por el contacto con el agua, sus piernas largas, esas curvas, su vientre plano y su entrepierna estaba completamente depilada, un bulto se había formado en sus pantalones.
Como podía ser tan perfecta, como podía el desear de esa manera a su hermana en definitiva estos años que se había alejado no lograron cambiar nada de lo que el sentia por ella, de aquel sentimiento que noto cuando ella inocentemente le dio aquel beso de despedida, esa vez había jurado alejarse y borrar aquellos sentimientos tan enfermos a toda costa.
Pero sólo hizo que al volver a verla ya convertida en una mujer se intensificarán, pero lograría volver a alejarse de ella, no soportaría estar nuevamente lejos de la mujer que amaba y deseaba con locura.
La observó desde aquel lugar, deseando tocar cada centímetro de ella, lo que daría por besarla, mientras ella jugaba con el agua y hablaba, sonrió al pensar que ella seguramente estaría hablando con sus amigos imaginarios, volteó para irse antes que ella lo notará.
Pero logró verlo al alejarse, se sonrojo al pensar que el la había visto desnuda, pero una extraña sensación se formó en ella, le gustaba la idea de que el la viera así, enseguida apartó aquellos pensamlentos, se vistió y se dirigió a la casa.
